El riego agrícola con energía solar, una alternativa cada vez más utilizada
El avance de los paneles solares en el mundo agrícola desde hace algunos años viene creciendo y no tiene perspectivas de detenerse. Diversos son los motivos que respaldan esta tecnología que, por lo visto, ha llegado para quedarse.
Desde la mirada de la sostenibilidad, no quedan dudas que esta forma de “generar energía” es totalmente inocua con el planeta, aunque su manejo y aplicación debe ir acompañado de un uso razonable a fin de evitar el desperdicio de la energía obtenida y de agua, principalmente.
Una opción eco-rentable
Desde la FAO, su Directora General Helena Semedo, afirma: “La rápida expansión de un riego con energía solar cada vez más asequible, ofrece soluciones viables que abarcan los vínculos entre agua, energía y alimentos, ofreciendo una magnífica oportunidad para que los agricultores en pequeña escala mejoren sus medios de subsistencia, prosperidad económica y seguridad alimentaria”.
El uso del riego con la energía del sol permite disminuir enormemente (aproximadamente un 95 por ciento) la contaminación ambiental en comparación con otras fuentes energéticas como la electricidad, que funciona con derivados el petróleo y emiten gran cantidad de gases de efecto invernadero.
En el mundo, aproximadamente el 20 por ciento de las tierras agrícolas se encuentran bajo riego artificial. Su uso permite una mayor rentabilidad de las explotaciones al aumentar la producción y diversificarla.
Ejemplos de aplicación en la actualidad
En Marruecos, bajo la estrategia “Generación Verde”, ya se están regando con energía solar unas 80.000 hectáreas, según comentó el ministro de Agricultura, Pesca, Desarrollo Rural y Aguas y Bosques, Mohamed Sadiki, en otro medio del sector.
El objetivo de este interesante proyecto es lograr la eficiencia hídrica y energética para el 2030 con la meta de alcanzar el 20% de la energía utilizada en el sector agrícola originaria de energías renovables.
En Tomelloso, España, ocurre algo similar en el sistema de riego de una plantación de viña y almendro, donde dos agricultores decidieron pasarse de la energía obtenida por un motor a gasoil a la generada por paneles fotovoltaicos
Si bien es cierto que para estas tecnologías se requiere una inversión inicial, su amortización es relativamente rápida.
En este caso en particular, los agricultores han trasladado a números los beneficios y como resultado obtuvieron que pasaron de consumir 20.000 litros de gasoil anuales a un ahorro del 100% de los costes energéticos y además, permite una gran autonomía pudiendo aprovechar hasta 11 horas diarias de sol.