Proyecto Vortex: Energía sin aspas

La energía eólica es, sin ninguna duda, la energía limpia que mayor crecimiento ha experimentado en el mundo en los últimos años. En Chile se encuentran funcionando grandes parques eólicos provistos de la más alta tecnología y hay proyectos en curso para varias iniciativas de este tipo.

Los dispositivos hasta ahora empleados son los denominados aerogeneradores multipala. A pesar de las notorias e indiscutibles mejoras tecnológicas que han ido alcanzando, este sistema presenta diferentes aspectos susceptibles de mejora. Principalmente ha habido problemas de sus aspas con las aves, provocando gran mortandad de especies. La nueva tecnología de Vortex Bladeless SL, pretende dar solución a muchos de ellos.

El proyecto Vortex trata de evolucionar los aerogeneradores actuales de 3 aspas hasta aerogeneradores sin aspas. Una segunda generación de aerogeneradores que pueden generar la misma energía que los tradicionales, pero con un claro ahorro en costos de producción – explotación y otras ventajas medioambientales – paisajísticas.

Son aerogeneradores totalmente diferentes a los actuales tanto en su forma como en la manera de generar energía. Los responsables del proyecto Vortex son David Suriol, David Yáñez y Raúl Martín, socios en la empresa Deutecno. La simplificación del sistema consigue un ahorro en materiales, transporte y mantenimiento que hará que se genere hasta un 40% más de energía, más económica y eficiente.

La reducción drástica de los costos de fabricación y mantenimiento (eliminación de partes móviles), el funcionamiento ante un mayor rango de velocidades de viento, la ausencia de ruidos y el bajo centro de gravedad, hacen que pueda considerarse como un revolucionario salto tecnológico y la alternativa natural a la tecnología existente en el más corto plazo.

El dispositivo consiste en un cilindro vertical semirrígido, anclado en el terreno, y que incluye materiales piezoeléctricos. La energía eléctrica se genera por la deformación que sufren esos materiales al entrar en resonancia con el viento. O como explica David Suriol de forma más coloquial “Es como poner un bate de béisbol al revés, hacia arriba, y que oscila”.

Algunos de los beneficios de estos nuevos aerogeneradores son:

– No generan ruido.

– No producen interferencias con los radares.

– Menor costo de materiales y montaje.

– Costos de mantenimiento más reducidos.

– Reduce el impacto medioambiental.

– Más eficiente. Produce energía limpia más barata.

– Funciona ante un mayor rango de velocidades de viento.

El proyecto Vortex consiguió el primer premio de la categoría Energy en The South Summit 2014.

En 2016 ya se podría tener la primera unidad de este aerogenerador sin aspas, gracias al apoyo inicial de Repsol y de doce inversores privados. El precio de mercado sería de unos 5500 euros.

 

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