¿Cómo combatir la Lobesia Botrana anticipadamente?
La temporada 2016-2017 se ha iniciado con algunos días de anticipación en comparación a la temporada anterior debido, principalmente a las temperaturas presentadas desde el otoño hasta la primavera, teniendo impacto directo en la aparición temprana de las primeras flores y la cosecha de los frutales.
En consecuencia, las plagas no fueron la excepción, y como es de esperar, ora vez más comienza una nueva lucha contra la polilla del racimo, Lobesia botrana, de forma levemente anticipada.
Durante la temporada pasada, la estrategia del Servicio Agrícola Ganadero (SAG) consideró incrementar el uso de confusión sexual, una técnica un poco más costosa pero que ha demostrado tener buenos resultados. Si bien sus efectos son más complejos de observar debido a su mecanismo de acción, el uso de la estrategia de confusión sexual permite evitar todos los errores asociados a las aplicaciones de plaguicidas.
Esta técnica de control se puede utilizar en distintas plagas y consiste establecer una nube de feromona específica para cada plaga en el campo. La feromona por su parte, es un compuesto químico emitido por la hembra que ayuda al macho a localizarla para lograr la reproducción de la especie. No obstante, si bien esta técnica no permite el monitoreo de la plaga utilizando las conocidas trampas delta, la disminución de los individuos encontrados en la fruta nos muestran que se trata de un mecanismo efectivo, cuyos resultados se van incrementando con su tiempo de uso.
Además de la confusión sexual, existe un listado de 25 productos autorizados por el SAG (disponibles en su página web) que pueden ser utilizados para el control de la polilla del racimo. Estos productos fueron evaluados completamente en campo mediante la infestación controlada de individuos de crianza artificial, estableciendo los periodos de control de cada uno de ellos, tanto en el control de huevos como larvas. Este procedimiento se realizó con la totalidad de los productos del listado, compuesto por 19 ingredientes activos que van desde piretroides a Bacillus thuringiensis.
En relación a lo anterior, durante esta temporada debemos estar atentos al momento de aplicación de los plaguicidas y optimizar el uso de aquellas alternativas que han demostrados tener control sobre los distintos estados de la plaga. Es importante realizar un monitoreo, puesto que los momentos de mayor susceptibilidad serán determinados por las condiciones climáticas de cada zona. Las altas temperaturas podrían provocar un adelantamiento en la aparición de la plaga, siendo absolutamente necesario que las aplicaciones de productos sean coincidentes con la postura de los huevos y aparición de las primeras larvas.
Junto con los momentos de aplicación y las herramientas utilizadas para control, debemos tomar en cuenta que los plaguicidas sostienen su control por un periodo de tiempo que se debe respetar, ya que las ventanas durante los periodos de protección disminuyen la eficacia de los programas de control. Durante las primeras aplicaciones se debe priorizar el uso de ingredientes activos con mayor residualidad, de esta manera las aplicaciones siguientes se ocuparán activos con menor residualidad en la medida que se acerca la cosecha.
Sobre los controladores biológicos para Lobesia, sólo se están llevando a cabo ensayos de eficacia con Tricograma, que aún no está autorizado su uso y comercialización para el control por el SAG. Otra técnica de control es la TIE ( técnica de insecto estéril) que no es ejecutable por productores, ya que consiste en la liberación de machos de LB previamente esterilizados con el uso de radiación, por lo que es sumamente caro y también está en proceso de validación.
Finalmente, las alternativas de control son variadas y las estrategias han mostrado tener eficacia al disminuir la densidad de la plaga, aún cuando este problema este lejos de terminarse debemos tener en cuenta que con cada temporada nos vamos acercando a una situación más auspiciosa de erradicación. Hasta ahora los pronósticos de propagación de la polilla no se han concretado, al igual que el establecimiento en otras especies productivas presentes en nuestro país. No obstante, es fundamental que, para seguir por un buen camino, elijamos las técnicas de erradicación siguiendo las medidas correspondientes para cada una, con el fin de que sus efectos sean positivos y nos permitan incorporarlos como medidas básicas de prevención.
Fuente: Portal Frutícola – Edith Fuentes, Entomóloga del Centro de Investigación y Desarrollo Agrícola Rosario, CER.
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