Camilo Huneuss, en el Día Mundial del Suelo (WSD): “Yo entiendo el suelo como un conjunto de elementos químicos y biológicos, como un sustento vivo…”
El Día Mundial del Suelo, o World Soil Day (WSD), fue establecido por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y se celebra anualmente el 5 de diciembre como un medio para centrar la atención en la importancia de un suelo sano y abogar por la gestión sostenible de los recursos del suelo en el mundo. Los 197 países que conforman la FAO desarrollaron distintas actividades en el mundo a modo de celebración bajo el lema: El cuidado del Planeta comienza por el Suelo”.
En el contexto de las actividades realizadas en Chile, el experto en gestión ambiental de la Universidad de Yale, Camilo Huneeus, explica qué significa el suelo, el que pisamos, utilizamos y removemos, y permanentemente lo tenemos bajo nuestros pies pero aparentemente no lo vemos.
- Qué se entiende por suelo y en qué se diferencia del Día Mundial de la Tierra, que se conmemora el 22 de abril?
- Yo entiendo el suelo como un conjunto de elementos químicos y biológicos. Como un sustento vivo, que también llamamos tierra. El 5 de diciembre se festeja específicamente lo que nosotros todos los días pisamos sin poner atención, que es el sustento para el desarrollo agrícola y el agua. No necesariamente al planeta Tierra como un todo.
Para Huneuss, lo primero es tomar conciencia de que el cambio de uso de suelo, como la tala de bosques para expandir el radio urbano, es uno de los principales factores que contribuyen al cambio climático. Porque el suelo es el que está siendo afectado y debido a esta práctica el proceso de desertificación avanza a pasos agigantados.
Camilo Huneuss Guzmán es ingeniero industrial químico de la Pontificia Universidad Católica de Chile PUC, y Máster en gestión ambiental de la Universidad de Yale, Connecticut, EEUU. Fue fundador de la primera oficina de sustentabilidad en el mundo, creada en la PUC, y miembro de la delegación chilena a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP22.
El experto hace suyo el lema “Piensa global, actúa local”, como una manera de incidir en lo específico de nuestras costumbres diarias “porque hay muchas cosas que podemos hacer”, sostiene, y coloca su mirada desde el hogar, recomendando por ejemplo no comprar tierra de hoja informal, debido a que “es la primera capa del suelo de los bosques, que alguien va y la saca”, asegurando que “con esta práctica están matando ese ecosistema”. Sugiere en cambio, hacer un compost, o desarrollar el vermicompost, que se produce por la descomposición de la materia orgánica por la actividad de especies de lombrices del género Eisenia.
Camilo Hueneuss llama también a ser cuidadosos con los fertilizantes y pesticidas y utilizar sólo lo necesario: “La gente suele comprar bolsas de nitrógeno y lo tira, todo eso con la lluvia va a parar a los ríos, lo que produce problemas de eutrofización. No es un gran tema aún en Chile, pero en Estados Unidos o Europa, la gente echa mucho nitrógeno en sus jardines y éste escurre a los lagos y ríos, produciendo excesos de algas, y todo se pone verde, feo y muere”, comentó.
El investigador llama la atención en la expansión del límite urbano “porque tiene un impacto considerable en el uso de suelo. Los bosques o praderas que ahora tienen una superficie cubierta por cemento, cuando llueve toda el agua que antes filtraba la tierra escurre y va a parar a algún lugar donde puede generar inundaciones, como lo vemos todos los años en Santiago”, recalcó.
Destacó que en Chile no hay Ley de suelos. “Entonces está la oportunidad para generar la discusión nivel país, y de crear una normativa de manejo y protección del suelo. Los agricultores tienen una oportunidad de usar tácticas de agricultura regenerativa, que son de hecho rentables”, sostuvo.
En muchas ocasiones se han manifestado personas y organizaciones para limitar efectivamente la depredación de los suelos agrícolas bajo el formato de «expansión urbana» y han exigido derogar el D.L.3516 en todo el territorio nacional, que es el soporte jurídico y legal que permite convertir suelos fértiles, o aptos para la actividad agrícola, en parcelas de agrado.
El suelo es una capa delgada que se ha formado muy lentamente a través de los siglos, con la desintegración de las rocas superficiales por la acción del agua, los cambios de temperatura y el viento. En el suelo se multiplican miles de formas de vida, la mayoría invisibles para nuestros ojos. En una hectárea de tierra fértil puede haber más de 300 millones de pequeños insectos, arañas, lombrices y otros animales diminutos, así como millones de bacterias, células de levaduras y pequeños hongos. Todas las sustancias que forman el suelo son importantes por sí mismas, pero lo fundamental es el equilibrio adecuado entre los diferentes constituyentes.
Fuente: Martín Carrillo O. – Blueberries Consulting
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