Opinión: El peligro de la endogamia en la industria del arándano
El mercado es un ir y venir de ciclos ascendentes y descendentes de productos que nacen y mueren todos los años. Son muy pocos los que se mantienen, no solo por la guerra comercial, sino que también por la cultura, la moda o los hábitos cambiantes. En el caso de los alimentos, ni siquiera el pan o el agua tienen asegurada su posición permanente en el mercado del consumo.
El caso del azúcar, la sal, la leche o la harina, por ejemplo, demuestra que, aunque eran alimentos básicos en la dieta humana también pueden ser reemplazados. Lo mismo pasa, o puede pasar, en el caso de los vegetales y también en la fruta.
El arándano es el más joven en el mercado internacional de la fruta y el que más rápidamente se ha expandido de manera global, imponiéndose como gusto adquirido en el paladar de consumidores provenientes de culturas muy diferentes y de distintas regiones del planeta. No solo eso, sino que en muy pocos años se ha logrado incluir al arándano en la dieta humana de la gran mayoría de los países en los que se comercializa.
Desarrollo colaborativo
Por lo general, los mercados de determinados productos nacen y crecen porque una empresa – o un grupo de ellas – crea un producto y lo potencia con las armas del marketing y la publicidad para crear demanda. Esta es la manera clásica en que se construye el mercado. Luego se desata la competencia y se mantendrá en pie la empresa con más fortaleza o resiliencia.
En este marco, es muy raro que una industria se desarrolle de manera colaborativa entre sus múltiples actores, como es el caso de la industria del arándano, que lo ha hecho de la mano no sólo de los productores o exportadores, sino que en su éxito han participado científicos, investigadores, centros académicos y medios de comunicación especializados, que han divulgado permanentemente las cualidades y beneficios del fruto. Todo en un ambiente colaborativo, de trasvasije constante de información y conocimientos. Direccionando los esfuerzos a la expansión del cultivo por el mundo y al mejoramiento continuo de su fruto.
Beneficio para todos
En las conclusiones del último IBO realizado en Perú, se refieren a este fenómeno “atípico” del desarrollo de la industria del arándano:
“…lo que no es normal en los arándanos es el grado en el que la industria logró un gran éxito a través de un nivel único de colaboración y apertura, al trabajar en cuestiones que beneficien a todos. Esto comenzó con una pasión por el cultivo y un acercamiento colegiado con otros en la industria. Esta parte de la historia del arándano ha contribuido mucho para crear las oportunidades que han disfrutado tantos hasta la fecha”
El peligro de la endogamia
Nunca hay que olvidar que el éxito del arándano expandiéndose por el mundo se ha logrado de esta manera, colaborativamente, transfiriendo la máxima cantidad de información y conocimientos respecto a los distintos aspectos del cultivo, tanto en su fase agronómica como comercial, y considerando a todos los actores de la industria como protagonistas con derechos, en un mayor o menor nivel.
Si comenzamos a transitar por el camino de la endogamia, y la industria se comienza a cerrar solo a los actores más vinculados entre sí, perdiéndose con esto el ambiente abierto y participativo, y el modo colaborativo en el que se ha desarrollado la industria hasta ahora, entonces estaremos asistiendo al fin de este sorprendente fenómeno comercial que ha significado la irrupción del arándano en los mercados del mundo, y que hemos logrado entre todos.
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