La mejora vegetal aporta mil millones al año a la economía española, según un estudio

La obtención de semillas y la mejora vegetal aportó a la economía española un valor añadido bruto (VAB) de cerca de mil millones de euros solo en 2019, según el primer estudio sobre las aportaciones sociales, económicas y medioambientales de este sector, realizado por el Instituto Cerdá.

En su presentación este miércoles, el director general de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove), Antonio Villaroel, ha afirmado que «la mejora vegetal es una parte fundamental de la solución para la alimentación humana» y ha asegurado que aún «hay margen» para seguir mejorando su aportación a la agricultura.

En este sentido, ha reivindicado que la Unión Europea (UE) dé un paso más para poder aplicar las herramientas de edición genómica en la obtención vegetal, que desde su punto de vista tienen «una potencialidad enorme, son más precisas y es una tecnología más segura» para la obtención de nuevas variedades de semillas.

El presidente de Anove, Julián Arnedo, ha puesto como ejemplo que la investigación para la obtención de nuevas semillas por el método convencional dura unos seis años, y con la edición genómica, «que ya se ha utilizado en el desarrollo de vacunas contra la covid y que muchas veces son idénticas a las que se producen en la naturaleza», «se acortaría a uno».

«La obtención de semillas es imprescindible para la agricultura moderna» y para afrontar sus retos, entre los que ha mencionado «el cambio climático o el crecimiento de la población», «que van someter los recursos a unas tensiones sin precedentes en la historia de la humanidad».

Arnedo también ha resaltado del estudio el aumento del 50 % de la productividad agrícola mundial en la segunda mitad del siglo pasado gracias a la mejora vegetal.

El informe «Aportación social, económica y ambiental del sector obtentor» que, según el director de Área de Prospectiva del Instituto Cerdá, Miguel Hernández, «muestra, por prudencia, los resultados más conservadores», destaca el «elevado impacto» de este sector a lo largo de la cadena agroalimentaria.

Entre sus conclusiones destaca que las empresas y centros públicos dedicados a la mejora vegetal contribuyeron a la economía española entre 1990 y 2017 con la generación de un VAB total de 16.697 millones de euros y con la creación de 428.000 empleos directos, indirectos y de forma inducida en ese periodo.

El documento resalta que las empresas del sector invirtieron el año pasado el 20 % de su facturación a investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) y que sus resultados son fundamentales para producir de modo sostenible y para alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo.

Para evaluar el impacto medioambiental, social y económico del negocio de la obtención de semillas mejoradas, se centra en las de tomate, trigo blando, maíz y arándanos.

Sobre el tomate, constata que la mejora vegetal se tradujo en un ahorro de 375.000 toneladas de fertilizantes y 1,71 millones de kilos de fitosanitarios entre 2011 y 2016, y de 427 millones de metros cúbicos de agua en el periodo 1990/2017; en España, el rendimiento por una hectárea ha pasado de 25 a 85 toneladas entre 1970 y 2018.

En cereales, la mejora de semillas ha permitido que la producción nacional de trigo blando crezca un 11,5 % (17,7 millones de toneladas entre 1990 y 2018) y la de maíz, un 10,5 % (400.000 toneladas más en ese mismo periodo).

En el caso del cultivo de arándanos, el Instituto Cerdá también ha constatado el incremento registrado en la producción, que totalizó las 160.000 toneladas entre 1995 y 2018; las mejoras de la obtención vegetal para este fruto rojo han supuesto una aportación anual de 10.802 toneladas, según Anove.

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