Los productores sudafricanos se reagrupan tras la crisis del arándano del año pasado
Faltan pocos meses para el inicio de la nueva cosecha de arándanos y los agricultores sudafricanos se están reagrupando y estudiando nuevas estrategias. El director gerente de Rainbow Superfood, Tiaan Rossouw, dice que le ha sorprendido gratamente lo que ha estado oyendo en un sector que, según dice, «tocó fondo» el año pasado».
«En todas partes, los productores están haciendo planes para recortar gastos y salirse de los esquemas preconcebidos. De hecho, es un momento interesante en el que están surgiendo cosas positivas de una época difícil. Estamos en continuo aprendizaje y, sin lugar a dudas, esta próxima temporada estaremos muy focalizados en los rendimientos».
No muchos productores de arándanos han abandonado el sector, sino que, como dice Tiaan, hay una sensación de comenzar de nuevo, con el acompañamiento de inversiones para renovación y expansión.
«Estoy viendo mucha evolución hacia la nueva genética. Los productores que inviertan pronto en una mejor genética serán quienes sean sostenibles», subraya. «La genética es muy importante, mucho más que antiguamente, dada la sobreoferta mundial».
Indica que ahora hay un gran surtido de arándanos disponible en el país: todo se resume en rendimiento, calibre y buena calidad de consumo, junto con una textura crujiente, aunque es difícil que una sola variedad reúna todas esas características.
«Lo que ocurre es que, cuanto mayor es la berry, más blanda es. Es un equilibrio muy delicado que hay que mantener entre hasta dónde podemos ampliar el espectro de calibres de una variedad y en qué punto de ese espectro resulta óptima una variedad. Combinar las variedades de buena vida útil y firmeza con variedades de berries más grandes te permite atender bien todo tu mercado».
Los productores de arándanos se decantan cada vez más por hacerse cargo de la comercialización de sus arándanos para tener más voz en las decisiones de lo que es posible dentro de las rígidas estructuras de club de exportación que predominaron en los primeros años del sector arandanero de Sudáfrica.
«Los productores me dicen que la diferencia entre los precios que obtienen a través de un agente de su elección y a través de los clubes es astronómica».
Tailandia veta la entrada de arándanos
Por ahora, la demanda en Europa es, claramente, demasiado baja, subraya, pero el descenso de los costes de envío podría estimular ese mercado.
La extrema necesidad de mano de obra del envasado de arándanos tiene que ver en por qué Europa sigue siendo un mercado tan importante para los arándanos sudafricanos.
«Hay que aliviar la presión suministrando fruta a granel. Si nos fijamos en la cantidad de trabajo necesaria para envasar los arándanos en tarrinas de 250 gramos, constatamos que, sencillamente, no es posible envasarlo todo en tarrinas. Por lo tanto, es necesario darles salida a esos grandes volúmenes y, hoy por hoy, Europa es el único mercado lo bastante grande para absorberlos».
Tiaan prosigue: «Hong Kong, Singapur y Malasia son mercados muy buenos, pero son pequeños, y no ayuda que todo el mundo envíe allí. Nosotros hemos hecho envíos a Vietnam e Indonesia, mercados que podríamos seguir desarrollando».
China todavía no les ha abierto sus puertas a los arándanos sudafricanos, y el cierre generalizado del mercado tailandés a todas las importaciones de arándanos (sin haber aducido ningún motivo) es una lastima, lamenta.
«Tengo que África está mostrando más interés que nunca, sobre todo en Angola, Nigeria y Zimbabue. Puede ser que los arándanos se hayan vuelto más asequibles y estén más a su alcance», reflexiona, y añade que ahora los exportadores de arándanos sudafricanos tienen que investigar cada mercado al que no estén enviando ya.
Tiaan dice confiar en la directiva de BerriesZA. «La organización está esforzándose por resolver los problemas logísticos y está buscando estrategias para sacar al sector sudafricano de la crisis. La temporada pasada, la industria transformadora dejó de aceptar arándanos y, en casos extremos, la fruta acabó en zanjas en los almacenes de envasado».
Este año, señala, los productores tienen grandes esperanzas puestas en que será una temporada mejor y que las buenas relaciones con los compradores serán claves para la supervivencia.