Futuro del arándano mexicano:

Aneberries: “Los objetivos son continuar fortaleciendo con nuevas variedades la producción”

Aneberries proyecta para el 2026 una temporada de arándanos mexicana estable, con crecimiento moderado y foco en recambio varietal, en un contexto de mayores costos, presión climática y ajustes de superficie. Desde la mirada de su director general, Juan José Flores, la ruta pasa por fortalecer la calidad con nuevas genéticas, profesionalizar e institucionalizar al gremio, y consolidar un modelo sostenible que genere valor económico, social y ambiental para las comunidades productoras.

La industria de los berries en México atraviesa un momento de ajustes, pero mantiene su peso como uno de los sectores agroalimentarios más relevantes del país, comparable en impacto económico a productos como el aguacate o la cerveza. Aunque el crecimiento en arándanos se ha ralentizado, con costos operativos al alza, drástica reducción de superficie en Sinaloa y en zonas de Jalisco, y un entorno macroeconómico que condiciona la rentabilidad, el liderazgo exportador mexicano se mantiene firme. En este escenario, Juan José Flores, director general de Aneberries, aborda los desafíos actuales, las metas al 2026 y el proceso de profesionalización que vive la asociación.

Proyecciones para 2026: estabilidad con ligera mejora

Flores describe un panorama moderadamente optimista para la próxima temporada. “Esperamos que sea una temporada similar o un poco mejor que la anterior. Exportamos alrededor de 68 mil toneladas y el pronóstico es crecer alrededor de un 4%”, señala.

El eje estratégico, afirma, sigue siendo la reconversión varietal: “Los objetivos siguen en continuar fortaleciendo con nuevas variedades la producción. Variedades que fueron dominantes, como Biloxi, están siendo sustituidas por genéticas nuevas”.

Retorno económico: tema condicionado por macroeconomía y costos

Aunque México ha sido reconocido por sus buenos precios, Flores explica que los retornos no siempre suben al mismo ritmo que los volúmenes exportados: “Influye el tipo de cambio, más allá de si exportas a mercados donde predomina el dólar o el euro. Es un factor que no puedes controlar”, afirma.

A esto se suma el desempeño de la oferta y la demanda y el aumento de los costos de producción, que han encarecido la operación. “Todos esperaríamos mejores retornos, pero también se tiene que cubrir toda esa parte”.

La diferenciación del arándano mexicano: frescura y cercanía

Pese a la competencia global, Flores sostiene que México mantiene un diferencial importante: fruta crocante, fresca y con vida de anaquel destacada.

“El consumidor está probando algo que se cosechó hace dos o tres días. Esa es la gran oportunidad de México para diferenciarse, sobre todo en la ventana de febrero, marzo y abril”, explica. La industria, señala, seguirá combinando líneas premium con oferta tradicional, aunque el impulso por mayor calidad es claro: “Sí crece, sí es un objetivo, pero es un camino largo”.

Impactos del arándano en comunidades y economía local

Flores enfatiza que el impacto de la industria va más allá de las divisas. En las comunidades productoras, el arándano activa empleo, consumo local, servicios y cadenas completas de proveedores. “Es una cadena que ayuda a la economía y al bienestar social. Hay oportunidades no solo para cosechadores, sino también para profesionales y asesores”, explica.

Cambio climático: presión directa sobre producción y calidad

El director de Aneberries reconoce que el cambio climático ya afecta directamente el cultivo, tanto en México como en el resto de la región. Los efectos más visibles incluyen:

  • mayor demanda de agua,
  • lluvias y fríos atípicos,
  • fallas en la absorción normal de nutrientes,
  • afectación directa en calidad, firmeza y vida de postcosecha,
  • mayor presión de plagas y enfermedades nuevas.

Todo esto ha acelerado la investigación y la innovación: “Ha obligado a investigadores, técnicos y proveedores a entender mejor la relación entre el cultivo y el ambiente”.

Profesionalización, institucionalización y ruta a cinco años

La asociación vive un proceso profundo de renovación interna. “Aneberries está en una etapa de profesionalización e institucionalización, proyectando actividades hacia los próximos cinco años”, explica Flores. Entre las prioridades están:

  • fortalecer sostenibilidad ambiental y laboral,
  • seguir consolidando la cultura de inocuidad,
  • acercar tecnología y conocimiento a productores,
  • ampliar acuerdos con instituciones de enseñanza e investigación,
  • mantener regulaciones basadas en ciencia, en colaboración con el gobierno,
  • y crecer en membresía hasta incorporar al 100% de los exportadores y productores del país.

“Queremos identificar claramente qué valor agregado busca cada empresa y estar preparados para brindarlo”, asegura.

Un llamado a la unidad del sector

Flores concluye con un mensaje directo a productores y comercializadoras: “Juntos somos más fuertes y juntos podemos cuidar mucho mejor este sector que tantos beneficios económicos y sociales trae a México”.

 

 

 

Esta nota es un resumen de una extensa entrevista al reconocido líder mexicano que será publicada en la próxima edición de la Revista Blue Magazine

Fuente
BlueBerries Consulting

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