Arándanos especiales: el camino rentable desde el criador hasta la góndola
Los productores de arándanos de Estados Unidos y de otros países están incorporando nuevas variedades para seguir siendo competitivos. Algunos han ido más lejos y están apostando por arándanos especializados o de nicho, capaces de destacar en el lineal y ofrecer una experiencia de sabor distinta. Ese es el caso de PeachyBlue ‘ZF08-029’, una variedad patentada de Fall Creek que ha logrado abrirse espacio en el mercado gracias a una estrategia cuidadosamente articulada desde el vivero hasta la tienda.
La colaboración entre el vivero Fall Creek, el productor y comercializador Twin River Berries y la cadena Sprouts Farmers Market muestra cómo una variedad diferenciada, respaldada por alianzas sólidas y una estrategia conjunta de comercialización, puede generar oportunidades de crecimiento para todos los eslabones de la cadena. Más que un “producto nuevo”, PeachyBlue se ha convertido en una prueba de que las bayas de nicho pueden revitalizar la categoría de arándanos cuando se combinan genética, marketing y ejecución en punto de venta.
De la visita al campo al debut del arándano PeachyBlue
Fall Creek desempeñó un rol clave al conectar a Sprouts con Twin River Berries, productor e integrador vertical reconocido por su calidad, sus prácticas sostenibles y sus relaciones de largo plazo. La historia comenzó en 2023, cuando un equipo de Sprouts visitó el campo de ensayo de Fall Creek en Oregón durante el evento anual Field & Forum. Allí, los representantes de la cadena pudieron degustar PeachyBlue y conocer de primera mano sus atributos diferenciales, especialmente su marcado sabor a durazno blanco.
A partir de esa visita, la relación entre Sprouts y Fall Creek se intensificó. Twin River Berries fue uno de los primeros en probar PeachyBlue a escala comercial y, como comercializador, suministró fruta tanto desde su empresa afiliada Oregon Berry Packing como desde un socio productor en Washington. Para abastecer las tiendas de la Costa Este, Sprouts incorporó a Consalo Family Farms con volúmenes introductorios. Según el director ejecutivo de Twin River, Ben Escoe, el programa pasó de un pequeño piloto a una promoción nacional, mientras se fortalecían vínculos y se empezaba a trabajar en soporte anual, mejor exhibición y planificación para futuras temporadas.
Lanzamiento del arándano PeachyBlue en el retail y reacción del mercado
Sprouts lanzó un piloto de PeachyBlue en el verano de 2024 en el norte de California, con el objetivo de medir su recepción en el mercado. El resultado fue suficientemente positivo como para escalar el programa en la campaña siguiente. En 2025, la cadena llevó PeachyBlue a más de 400 tiendas en todo el país, en bandejas tipo clamshell de 4,4 oz, acompañadas de una fuerte campaña de exhibición: ubicaciones en la entrada de las tiendas, señalética específica desarrollada junto a Twin River y semanas dedicadas a estaciones de muestreo, donde se invitaba a los consumidores a probar la nueva baya.
Los indicadores comerciales respaldaron la apuesta. Durante el período de promoción del verano de 2025, Sprouts registró un incremento promedio cercano al 6% en las ventas totales de la categoría de arándanos, lo que demuestra que PeachyBlue ayudó a hacer crecer la categoría en su conjunto y no solo a redistribuir participación. Además, la variedad destacó por su excelente vida útil, lo que se tradujo en menos mermas y mayor satisfacción del consumidor. PeachyBlue se ubicó dentro del 1% superior en ventas en dólares entre los productos innovadores y de nicho introducidos ese año, mientras Sprouts testearon distintos rangos de precios para entender mejor la elasticidad y orientar futuras promociones.
Claves de una colaboración “del semillero a la estantería” en arándanos
Los socios identifican varios factores detrás del éxito del programa. Para el equipo de Sprouts, fue fundamental mantener una comunicación fluida a lo largo de toda la cadena de suministro, con roles claramente definidos para cada participante. Esto permitió anticipar problemas, ajustar volúmenes, coordinar tiempos de cosecha y de promoción, y alinear expectativas comerciales con las capacidades reales de producción y empaque.
Otro elemento central fue poner el sabor en el centro de la propuesta de valor. PeachyBlue se diferencia por un perfil aromático y gustativo muy marcado, y la cadena de suministro trabajó en función de ese atributo: desde el manejo agronómico y la cosecha, hasta la presentación en tienda y la estrategia de degustaciones. Una cadena más cohesionada hizo posible que el consumidor recibiera exactamente lo que se le prometía: un arándano distinto, con una experiencia de sabor memorable. Para productores y compradores, ese ajuste fino se tradujo en una variedad capaz de satisfacer tanto a los equipos comerciales como a los encargados de frutas y verduras en tienda.
Lo que el caso PeachyBlue deja a los productores de arándanos
Para los productores que buscan diferenciarse en una categoría cada vez más competitiva, el caso PeachyBlue muestra que la innovación no empieza necesariamente en el laboratorio, sino muchas veces en las relaciones estratégicas. Asociarse tempranamente con criadores les permite acceder antes a genética prometedora, mientras que trabajar de cerca con el retail ayuda a asegurar que haya un mercado preparado para recibir esa nueva variedad. Es la combinación de ambos vínculos lo que convierte a una “nueva genética” en un proyecto viable y rentable.
Desde la perspectiva de Twin River, el éxito de PeachyBlue también ha servido para reabrir conversaciones con otros productores que eran reticentes a invertir en nuevas variedades. Como adoptores tempranos de la genética de Fall Creek y Sekoya, la empresa invirtió en sus propias plantaciones en Oregón y Washington para demostrar, con resultados concretos, que la variedad adecuada, respaldada por un socio minorista comprometido, puede generar retornos medibles. A partir de esta experiencia, la discusión sobre la “próxima generación” de genética de arándanos dejó de ser teórica: se convirtió en un tema ligado a oportunidades reales de negocio.

Twin River Berries PeachyBlue boxed clamshells © Val Shepler, Fall Creek
Próximos pasos: innovación en genética y modelo de colaboración
Mirando hacia adelante, Fall Creek está orientando sus esfuerzos de mejoramiento hacia características que equilibren la economía del cultivo con las expectativas del consumidor. Eso implica trabajar en genéticas compatibles con la cosecha mecánica y buenos rendimientos, sin sacrificar sabor, firmeza y calidad, atributos clave para conseguir compras repetidas y aumentar el consumo per cápita de arándanos.
Para la empresa, proyectos como PeachyBlue tienen un valor adicional: permiten acortar el ciclo de retroalimentación entre criador, productor y retail. Conectar a productores pioneros con cadenas como Sprouts genera un modelo en el que las pruebas de campo, la respuesta del mercado y los datos comerciales se integran más rápido, creando una ganancia compartida para todos los actores. Para los productores que quieren crecer en categorías consolidadas, la lección es clara: la innovación florece donde las alianzas se arraigan, desde los ensayos de mejoramiento hasta la góndola del supermercado.