Agricultura 4.0: las soluciones agrícolas inteligentes

La cuarta revolución que se caracteriza por la aplicación de la inteligencia artificial, pilar fundamental en la actual agricultura de precisión.

Innovación y calidad

Desde la llegada del coronavirus se ha percibido una mayor demanda de productos orgánicos y saludables. Esta es una de las tendencias que se han demostrado por parte de los consumidores a la hora de adquirir alimentos. Los usuarios piden ahora una gama más amplia de productos saludables y sostenibles.

Desde hace casi 20 años que el área de la innovación se ha incrementado con gran fuerza y cada vez surgen más herramientas para permitir que el trabajo sea más eficiente, menos costoso y que tenga una menor huella de carbono. Frente a esto, la agricultura 4.0 se basa en el uso de inteligencia artificial para la recopilación y análisis de datos sobre el campo con el objetivo de mejorar la calidad de los cultivos y reducir los impactos en el medioambiente.

Tecnología moderna

Los drones, sensores, software, y otros inventos que han ido apareciendo, permiten realizar tareas agrícolas en menos tiempo y con mejor resultado. Sus múltiples funciones permiten el ahorro de suministros, recursos y tiempo en un trabajo realmente exigente.

Esta nueva tendencia promueve una forma de cultivar novedosa, basada en el uso de información. Esta información sirve para producir de manera más eficiente, con menores costos y logrando una mayor cantidad de alimento.

Lo que se busca es producir el suficiente alimento para poder alimentar a todo el planeta. Todos los productores tienen al alcance posibilidades de mejora en su campo, con mayor o menor inversión.

Sostenibilidad

Hoy son múltiples las empresas que se han empezado a adecuar a esta nueva forma de cultivar. La empresa Ortomad por ejemplo, afirman que: “respetamos la normativa de manejo integrado de plagas , con un límite de residuos químicos del 70% menor a los valores permitidos por la ley. Aplicamos estrictas normas de producción para un producto de absoluta calidad”.

Gracias a los nuevos métodos usados, la cantidad de productos químicos aplicados innecesariamente disminuyen. No solo pesticidas, sino también fertilizantes. Teniendo información clara de dónde no se necesita una gran cantidad de estos, se puede evitar arrojar cantidades altas que luego se perderán.

Fuente
María Jesús Frascaroli - Blueberries Consulting

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