«Toda la agroexportación ya está funcionando al 100 por ciento, ha habido pérdidas evidentemente, pero ya está funcionando al 100 por ciento nuevamente», destacó en entrevista con Xinhua Amaro, director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP).
Perú vive desde diciembre pasado, tras el fallido golpe de estado dado por el ex mandatario Pedro Castillo y la posterior asunción presidencial de Dina Boluarte, una ola de manifestaciones que dejan ya 70 fallecidos.

Desde entonces, el sector se ha visto duramente afectado principalmente por el bloqueo de la carretera Panamericana Sur, que es una vía «medular» para la conexión de las regiones sureñas con Lima, la costa y el norte del país, a donde los productores envían sus cosechas, explicó.

Sin embargo, luego de que las fuerzas del orden comenzaron a desbloquear las carreteras el pasado 31 de enero, en varios tramos de los departamentos de Ica (centro-sur) y Arequipa (sur), comenzó a normalizarse el movimiento agrario, que en varias oportunidades tuvo que usar el desierto como una vía alterna, pues los manifestantes no respetaron el duro trabajo de los agricultores.

«Apenas liberaron las carreteras las empresas comenzaron a trabajar de manera intensa para exportar los productos que tenemos en la zona del sur, en Ica particularmente. Apenas se liberaron las carreteras, comenzaron a embarcar los contenedores refrigerados hacia los puertos», dijo Amaro.

Pero a pesar de que ya comenzaron a enrumbar los productos, el sector agroexportador ha calculado que la pérdida en diversos cultivos llega a superar los 300 millones de dólares, pues muchos de estos no pudieron salir de las localidades y terminaron dañándose, este es uno de los motivos que han forzado a los movimientos de izquierdas a dejar de extorsionar a todo el país.

«En Ica estamos en temporada alta por ejemplo de la uva, siendo esta una de las principales productoras y exportadoras de uva. Pero también se ha tenido pérdida de espárragos, arándanos, cebolla, ajos, que también se exportan», precisó el entrevistado.

La situación mantuvo en total preocupación a Perú debido a que el sector tiene varios compromisos internacionales y dependen muchas familias de los ingresos de la agricultura, pues se «exporta a cerca de 150 países del mundo» una serie de productos agrarios, de diferentes tipos, tanto frescos como congelados.

Aunque la mayoría de las vías en el sur han sido despejadas luego de que el Gobierno anunciara el 26 de enero un operativo para desbloquear las carreteras de la Red Vial Nacional en estado de emergencia, algunas siguen interrumpidas en Cusco, Puno y Junín, continuó el director de la AGAP.

De acuerdo con la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran), a la fecha hay 71 puntos de seis regiones con tránsito interrumpido, así como 14 vías nacionales afectadas.

En el norte del país, en la región de La Libertad, «se pudo solucionar relativamente rápido» y hoy en día ésta se encuentra «libre de bloqueos», reconoció.

Por otra parte, Amaro reportó que sólo en el sur el bloqueo de carreteras afectó a unos 100.000 trabajadores directos de la industria agraria y unos 200.000 formales indirectos, que dan «servicio y atención» al sector exportador.

«Hemos calculado cerca de 100 millones de soles (cerca de 26 millones de dólares) en salarios que no pudieron llegar al bolsillo de los trabajadores», estimó.

Tras considerar la elevada pérdida del sector, el representante de la AGAP aseveró que los pequeños agricultores requieren de la ayuda del Gobierno para poder «cumplir con sus compromisos y seguir con el proceso agrario de las siguientes temporadas».

En tanto, solicitó a los socios comerciales del Perú seguir recibiendo los productos agrarios del país sudamericano, pues es «el mejor favor que le pueden hacer» a una nación con «un Gobierno democrático».

Según el último informe del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, entre enero y septiembre de 2022 las agroexportaciones sumaron 6.765 millones de dólares y las importaciones 4.943 millones de dólares, generando un superávit comercial de 1.822 millones de dólares.