La apertura del encuentro convocó a líderes gremiales para delinear el escenario del sector: Iván Marambio (Frutas de Chile), Víctor Catán (Fedefruta) y Manuel José Alcaíno (Decofrut) abordaron competitividad, empleo, agua y energía, junto con las perspectivas de cerezas, uvas y manzanas para el próximo ciclo. El panel subrayó el valor económico y territorial de la fruticultura y la necesidad de infraestructura hídrica y energía renovable para un crecimiento sostenible.

En esa línea, se proyectó que 2025-2026 podría cerrar con aumentos de 6% a 10% en volúmenes exportados, favorecidos por un calendario más holgado —Año Nuevo Chino el 17 de febrero de 2026— y por una mayor coordinación de calidad y logística. La recomendación transversal fue diversificar mercados, regular cargas tempranas y robustecer la gestión de postcosecha para sostener márgenes en destinos exigentes.

Postcosecha y agroclima: calidad medible en destino

El bloque técnico reunió a especialistas como Carlos Tapia (AVIUM) y el Dr. Juan Pablo Zoffoli (PUC), quienes coincidieron en que la sustentabilidad del negocio depende de entender la calidad desde el consumidor: firmeza, materia seca, azúcares y consistencia de la fruta en destino. Se insistió en cosechar en el punto óptimo, en la rigurosidad del manejo térmico y en la capacitación de la mano de obra para reducir pérdidas “invisibles”.

Zoffoli enfatizó la segregación por apariencia (color, pedicelo, calibre) y el uso de tecnologías de monitoreo no destructivo para medir azúcar y firmeza en tiempo real. “Cada punto de calidad ganado en origen agrega valor en destino”, resumió, reforzando que la ciencia aplicada y la formación son palancas para mantener liderazgo.

El componente agroclimático, a cargo de Leonel Fernández (FDF), advirtió una temporada con alta variabilidad térmica y pluviométrica, adelantos fenológicos de 7 a 12 días y transición hacia condiciones de La Niña (71% de probabilidad en octubre–diciembre de 2025). Se recomendó monitoreo permanente, gestión hídrica por cuenca y modelos predictivos para planificar cosecha y postcosecha.

Competitividad global: disciplina operativa e innovación

En la sesión de la tarde, Óscar “Coco” Salgado planteó que, ante la incertidumbre económica y geopolítica, la industria tiene dos caminos: salir del negocio o invertir con estrategia para permanecer. Subrayó el corrimiento de oferta de uva de mesa hacia el hemisferio norte (India, China) y el rol estructural de Perú, llamando a Chile a un modelo más “industrial”, con foco en calidad, eficiencia y trazabilidad.

Por su parte, Claudio Moreno (AgroFresh) abordó tendencias de innovación de postcosecha: la demanda mundial de fruta fresca alcanzaría 629 millones de toneladas en 2025 y el mercado de tratamientos de postcosecha (US$ 1.500 millones en 2022) crecería sobre 7% anual hacia 2027. Soluciones como SmartFresh™, Harvista™ y NatuWrap™ se posicionan para extender vida útil, reducir pérdidas y mejorar rentabilidad.

La conclusión táctica fue clara: conectar ciencia y sostenibilidad para transformar la eficiencia operativa en valor comercial, con disciplina en planificación de cosecha, control de temperatura, manipulación y aseguramiento de calidad como base para competir en Estados Unidos y Europa.

Voz del panel: calidad, normativas y datos

El panel de cierre —con representantes de Frutas de Chile, Subsole, Dole, Frusan, consultores y Hortifrut— abordó la presión regulatoria por residuos en Europa, la pérdida de competitividad frente a Perú y Sudáfrica, y la necesidad de recambio varietal e innovación en cerezas, manzanas y arándanos. Coincidieron en que la digitalización y los sistemas de datos son claves para anticipar riesgos logísticos y asegurar calidad en destino.

También se subrayó el equilibrio entre volumen y calidad: la rentabilidad de largo plazo depende de consistencia y diferenciación. La ruta propuesta combina colaboración intersectorial, adopción tecnológica y sostenibilidad como principio transversal, con foco en trazabilidad e inocuidad como “licencias de operación” en los principales destinos.

Con esta edición, AgroFresh Xperience Chile 2025 reafirmó su compromiso con un desarrollo sustentable de la fruticultura, impulsando soluciones científicas y tecnológicas conectadas a las necesidades reales del campo y a la construcción de una industria más eficiente, colaborativa y preparada para el futuro.