En las últimas décadas, Chile se ha transformado en exportador de una enorme variedad de alimentos que hoy llegan a más de 170 mercados, cumpliendo exigentes estándares productivos y de calidad mundial, gracias a una fuerte colaboración entre la institucionalidad pública y el sector privado. Chile es hoy un proveedor confiable, sustentable, lo que involucra un fuerte respeto por la tradición y el origen, con miles de personas dedicadas en las diferentes fases de producción en un vínculo especial de cuidado con su tierra y el territorio.

Chile es hoy el primer país exportador de frutas del hemisferio sur, con especial liderazgo en cerezas y ciruelas. Más allá de esto, el país también cuenta con una enorme gama de frutas en su portafolio exportador, entre los que se encuentran los arándanos, fruto cuyo cultivo comercial se inició en Chile a mediados de la década de los 80, alcanzando un mayor grado de expansión a partir de los 90, con un gran número de variedades adaptadas a las condiciones geográficas de la zona centro sur del país.

De hecho, con una longitud de más de 4.000 kilómetros, el país brinda una amplia gama de condiciones agrícolas que son favorables para este cultivo. De acuerdo con el análisis de expertos, la superficie plantada aumentó 4.000 hectáreas en diez años (+30%), mientras que las exportaciones de arándanos frescos aumentaron un 23%, alcanzando un máximo de 117.000 toneladas en la temporada 2020/21.

Esto ha llevado al país a posicionarse como uno de los principales exportadores de arándanos frescos del mundo, alcanzando un récord de envío durante la temporada 2020/2021, con un aumento de 6% en volumen respecto a la temporada anterior. Se estima que el recambio varietal y las nuevas tecnologías de precosecha y postcosecha implementadas han influido en dicho aumento.

El mercado global del arándano crece a alta velocidad. Los principales países productores hoy se esfuerzan en incrementar y mejorar su oferta, mientras que los destinos aumentan y sofistican su consumo. Así lo indica Rabobank en un informe sobre las tendencias planetarias para este fruto en el que anticipa aumentos en la producción de Perú y México.

“Según la unidad de análisis de la entidad financiera holandesa, el consumo per cápita en EE. UU. podría superar los 1,5 kg por persona al año, mientras que la UE-27 y China podrían mostrar un crecimiento acumulado de alrededor del 100% y 200% respectivamente el año 2027, en comparación con los niveles de 2021”.

En Chile la producción de arándanos se exporta entre noviembre e inicios de abril. De acuerdo a las proyecciones, para la presente temporada se espera un comportamiento muy similar a lo que fue la 2021/2022. En paralelo, los productores chilenos han ido mejorando las variedades con el fin de que el fruto exprese mejor su sabor y dulzor. Esto ha significado también la opción de dejar algunas de las anteriores variedades para producción fruta congelada y para otros usos industriales.

Importancia de los arándanos orgánicos

En el caso chileno, la producción de arándanos orgánicos ha sido un impulsor del alza de las exportaciones chilenas del producto, con envíos destinados principalmente a Estados Unidos y Europa. Hoy este tipo de cultivos en el país equivale a aproximadamente el 17% de la superficie total (14.000 ha).

Europa es el segundo mercado en importancia para los arándanos orgánicos chilenos, con un 20% de participación en la temporada 2020/21, lo que significó un crecimiento de 17% respecto de 2019/20 en los volúmenes. En total se enviaron 4.100 toneladas, cerca de 600 toneladas más que en la temporada 2019/20. Esto, también gracias al acuerdo de equivalencia entre Chile y la UE de equivalencia de normas para la certificación de productos orgánicos. Hoy los arándanos frescos llegan a mercados tales como Holanda, Alemania, España, Italia y Francia, entre otros.

En virtud del Acuerdo de Asociación entre Chile y la Unión Europea los arándanos chilenos entran al mercado libres de arancel y desde el punto de vista fitosanitario, solo requieren la debida inspección.