Arándanos peruanos promueven la sustentabilidad en sus cultivos
Para el gremio Proarándanos y los productores de arándanos peruanos, la sustentabilidad se ha convertido en uno de sus principales objetivos, incluyendo este tópico en las distintas estrategias de competitividad y crecimiento de la industria.
Boom del arándano peruano
No fue hasta la segunda mitad de los 2000’ que los arándanos comenzaron como un experimento en Perú. La Libertad fue la región elegida para probar las primeras variedades low chill llegadas al país.
Perú contaba con una geografía y clima completamente distinta a la que tradicionalmente necesitaba el cultivo originario de norteamérica: suelo nutritivo, clima húmedo y con requerimiento de horas de frío. En Perú, el desarrollo genético junto a la inversión en proyectos de riego, permitió que los arándanos crecieran entre la arena de sus dunas costeras.
Tras años de desarrollo, la firma de tratados de libre comercio y la organización del gremio, Perú se convirtió en el más grande exportador de arándanos del mundo luego de casi una década tras su inicio en el sector. Según estimaciones de Proarándanos, durante la campaña 2022/2023 se alcanzarán las 285.000 toneladas de arándanos exportados, lo que significa un incremento del 28% respecto a la anterior temporada.
Los principales destinos de los arándanos peruanos son Estados Unidos, Países Bajos y China. En este último mercado, se ve un gran potencial, con un rápido incremento en la participación de su producto en los últimos tres años. En este sentido, destaca el trabajo que realiza Proarándanos para seguir impulsando el arándano en los actuales mercados, mientras busca nuevos en donde expandir las exportaciones del berry apodado como “el oro azul” de Perú.
Uso de los recursos
El boom de la industria del arándano en Perú ha llevado a sus líderes a preguntarse por sus consecuencias, con especial foco en el uso del agua y productos químicos.
El precio de los fertilizantes más los requerimientos fitosanitarios de algunos mercados han empujado a los productores peruanos a comenzar cultivos orgánicos. Comparado a algunos de sus competidores, el cultivo orgánico de arándanos en Perú sigue teniendo una baja participación en la industria, convirtiéndose en un nicho con crecientes números de interesados. Según las últimas cifras, el 11% de los arándanos peruanos son orgánicos.
Para minimizar la aplicación de pesticidas y mejorar su eficiencia, se ha estudiado el uso de drones dado la precisión con que pueden rociar las plantas.
Otras estrategias se enfocan en disminuir las aplicaciones de pesticidas utilizando diferentes softwares o aplicaciones. Estas tecnologías han sido desarrolladas por empresas como Farming Monitor, una plataforma digital que permite el monitoreo de plagas en cultivos de arándanos. La aplicación georreferencia e identifica plagas, informa si existen controladores biológicos en la zona afectada, si son suficientes para controlar brotes, y recomienda la liberación de agentes biológicos o químicos para eliminarla.
Farming Monitor fue creada en Chile, país que cuenta con una industria de larga trayectoria en producción de arándanos orgánicos, por experimentados especialistas que encontraron en esta tecnología una oportunidad para impulsar la sustentabilidad ecológica y económica. El uso de la aplicación facilita el registro de datos de monitoreo de plagas mediante una aplicación móvil, lo que permite un ahorro de tiempo y contar con la información relevante de manera oportuna para la toma de decisiones en tiempo real, disminuyendo los costos operacionales y de producción. Dentro de la información que entrega permite, por ejemplo, ver todas las plagas juntas o por separado y ver dos monitoreos simultáneos consecutivos, lo que permite evaluar con facilidad la efectividad de alguna medida tomada en el control de cada plaga.
Uno de sus fundadores Eduardo López Laport, nos comenta respecto a una alianza que recientemente generó con Blueberries Consulting, la más importante plataforma web especializada en la industria del arándano, “vimos un compromiso concreto por fomentar la innovación y contribuir desde nuestra especialidad, así que estemos muy contentos con este nuevo paso”
El clima en las diferentes zonas productoras de Perú normalmente origina una mayor presencia de plagas, por lo que el desarrollo de este tipo de tecnologías es clave para mejorar la competitividad y para alcanzar los requisitos exigidos por los mercados internacionales.
Otras investigaciones indican que el fertirriego puede ser una forma de convertir los cultivos en más sustentables. Sin embargo, los suelos arenosos de Perú, en donde la materia orgánica no es abundante, hace más difícil el avance de esta opción para promover el cultivo orgánico.
Perú además enfrenta un desafío cada vez más común en las distintas industrias del mundo, el uso del agua.
La mayoría de las plantaciones de arándanos de Perú se encuentran en las pampas costeras del país, donde gracias a la estructura hídrica del país, el agua llega desde las montañas y la zona pre-amazónica. Sin embargo, productores están preocupados por la eficiencia en el traslado del agua, por lo que incentivan la inversión en tecnologías innovadoras, como las plantas desalinizadoras, o tradicionales, como la construcción de más embalses.
Por ahora, prácticas como el cultivo de arándano sin suelo se extienden para minimizar el uso del agua y hacerlo más eficiente; los arándanos en maceta consumen la mitad del agua que una plantación regular. Otras zonas utilizan tecnologías como sondas para medir el uso y racionalizar.
Las empresas que demuestran esfuerzos continuos en la conservación del agua obtienen el “certificado azul” de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), un reconocimiento al uso responsable del agua para su marca.
Se tratan de respuestas a una nueva tendencia que marcará el futuro en el corto plazo, para la cuál el gremio peruano ya se está preparando.