Arándanos ucranianos: inversión, rentabilidad y carrera exportadora en Europa
Ucrania consolida su posición como actor relevante en el mercado europeo de berries y frutas, con nuevas plantaciones de arándanos, manzanos y nogales que combinan proyectos verdes y ampliaciones de huertos existentes. En un contexto de precios al alza y fuerte orientación a la exportación, los arándanos se perfilan como uno de los cultivos estratégicos por rentabilidad y potencial de crecimiento.
Según Taras Bashtannik, presidente de la Asociación Ucraniana de Frutas y Hortalizas (UPOA), cerca del 40 % de las plantaciones perennes corresponden a proyectos completamente nuevos, mientras que el 60 % son explotaciones que amplían superficie, modifican bloques o incorporan nuevas parcelas. Entre los cultivos establecidos después de 2022 destacan los nogales (1.300 hectáreas), los manzanos (1.020 hectáreas) y los arándanos (740 hectáreas), distribuidos en distintas regiones del país.
Arándanos y berries: precios y rentabilidad
Los buenos precios de 2025 marcan una diferencia clara frente a la temporada pasada, con ingresos por exportaciones que se proyectan entre un 30 y un 40 % superiores. En el caso de los arándanos, los envíos al exterior promediaron entre 3,5 y 4 dólares por kilo, mientras que el mercado interno se movió en una banda de 2,5 a 3,5 dólares por kilo.
En berries procesadas, las frambuesas congeladas se vendieron a 120–140 UAH por kilo de materia prima, mientras que la fruta con calidad de exportación alcanzó hasta 4,2 dólares por kilo. Las manzanas también muestran un escenario favorable: al inicio de la temporada, los precios de exportación superaron 1,5 euros por kilo, suficientes para cubrir costos y mantener márgenes positivos para los productores.
Inversión mínima y escala exportadora
Las necesidades de inversión varían según el cultivo, con los arándanos como uno de los frutales más intensivos en capital: se requieren en torno a 30.000 dólares por hectárea, mientras que en fresas y frambuesas la inversión arranca desde los 12.000 dólares por hectárea. Para que un proyecto orientado a exportación sea competitivo, se considera que debe cubrir al menos 50 hectáreas e incorporar infraestructura de frío, manejo postcosecha, mecanización y suficiente mano de obra estacional.
En este contexto, la planificación a largo plazo —entre 5 y 7 años— se vuelve esencial. La rentabilidad puede variar de un año a otro y el mercado interno es inestable, por lo que la orientación a las exportaciones aparece como condición clave para asegurar retornos sostenibles y justificar las inversiones iniciales, especialmente en arándanos y otros berries.
Ucrania, proveedor clave de berries para Europa
Ucrania se ha consolidado como un proveedor relevante en el mercado europeo de bayas: aproximadamente el 98 % de la producción se dirige a la exportación, principalmente a Alemania y los Países Bajos. Se estima que las exportaciones de frambuesa congelada podrían alcanzar entre 70.000 y 80.000 toneladas este año, lo que mantiene al país como uno de los principales abastecedores de este producto.
En cambio, las manzanas y las hortalizas frescas encuentran menos espacio en Europa, por lo que los exportadores miran hacia mercados del Este, el norte de África, el sudeste asiático y, de forma gradual, Estados Unidos y Canadá. Los productos procesados —como mermeladas, frutas deshidratadas o liofilizadas— tienen por ahora una demanda limitada, y las berries congeladas siguen siendo el principal producto de exportación, en un contexto donde la competencia de empresas europeas más consolidadas dificulta el despegue de la oferta procesada ucraniana.
Producción orgánica y rol de la UPOA
A diferencia de otros momentos, la producción orgánica ha perdido dinamismo. El interés y la oferta por parte de los productores disminuyen, lo que confirma que, al menos en el corto plazo, los productos orgánicos no se perciben como un área estratégica de crecimiento para el sector de frutas y berries en Ucrania.
En este escenario, la UPOA juega un rol articulador. La asociación agrupa activamente a 37 empresas —en su mayoría productores de bayas y manzanas— y coordina el acceso a subvenciones, el intercambio de información y la participación en procesos de política pública. Desde la organización advierten que la cooperación entre inversores independientes suele ser poco eficaz si no se estructura bajo una misma empresa con participaciones claras; el éxito de los proyectos depende de una planificación rigurosa, una estrategia exportadora definida, logística adecuada (incluyendo frío y postcosecha) y disponibilidad de mano de obra estacional para sostener el crecimiento del negocio de arándanos y otras berries a largo plazo.
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