Berries: México deberá diversificar con urgencia sus mercados
La industria mexicana de los berries ha logrado colocarse en los lugares de liderazgo a nivel mundial, pero con una producción muy concentrada en los mercados de Norteamérica, principal destino de los berries mexicanos, con un 97% de los envíos.
En 2019 se exportaron más de 400.000 toneladas de berries mexicanos, según Aldo Mares, expresidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Berries (Aneberries).
Debido a los desafíos que se aproximan con la entrada en vigor del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) o Nafta 2.0, los productores de arándanos, fresas, frambuesas y zarzamoras deben buscar urgentemente diversificar sus exportaciones a nuevos mercados.
Estos retos provenientes del T-MEC se sitúan principalmente en los acuerdos y regulaciones de los temas de comercio exterior, política laboral e investigaciones antidumping, que son parte del tratado internacional tripartito.
Excesiva concentración de mercados
Aldo Mares, ya lo advertía en años anteriores, e hizo muchos llamados a la búsqueda temprana de una diversificación de mercados. Llamó también en su momento a explorar en la fruta procesada y en la implantación de más y mejor tecnología en la etapa de poscosecha, para competir en destinos lejanos.
Mares, actual CEO de Green Gold Farms, en el webinar “Estado Actual de las Berries, Retos y Oportunidades” ratificó su postura, explicando que “el 90% de los volúmenes de berries van hacia Estados Unidos, un 7% a Canadá y sólo el 3% restante de las exportaciones se diversifica en 38 países”.
Amenazas del T-MEC
Respecto a las amenazas que se desprenden del tratado, comentó que los berries ya se encuentran en la mira de EEUU y recientemente se abrió una investigación a las frambuesas congeladas a instancias de los productores de Washington. Inicialmente la investigación no incluía a México, sin embargo, Mares afirma que sí lo están incluyendo, “por lo que hay que prepararse para cualquier litigio”.
“También está el conflicto del arándano, que, en conjunto con la frambuesa congelada, son de los grandes retos que tenemos en el tema de comercialización. El tema del arándano es más preocupante porque sí está en riesgo por temas de estacionalidad”, afirma Aldo Mares.
El caso del arándano es impulsado por los productores de Florida y Georgia, que en los últimos meses han estado presionando para empujar la propuesta de estacionalidad, con la que buscan protegerse de la competencia de los productores mexicanos. Esto permitiría a los productores estadounidenses impulsar investigaciones antidumping de manera rápida.
Diversificación urgente
“El arándano, fresa y frambuesa, además son susceptibles porque están dentro de una lista que incluye 10 productos acusados de trabajo infantil. Sin embargo, la parte de mayor riesgo es la parte de trabajo forzoso que están trabajando de la mano del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, y si ellos señalan a alguna empresa de trabajo forzoso pueden llegar a parar las importaciones”, advierte Mares.
En este escenario, una diversificación de mercados para los berries mexicanos comienza a tomar cuerpo como una necesidad urgente para la gran mayoría de los productores. Esto implicaría acelerar el ingreso de nuevas variedades, buscando una fruta que permita llegar en buena condición a mercados lejanos y avanzar fuertemente en tecnología y nuevos manejos en poscosecha, para el mismo objetivo.
Otros desafíos
Por otro lado, la etapa post Covid-19 implicará certificaciones de inocuidad y sanitarias que muchos productores no tendrán, por los costos que conlleva y el clima de inseguridad, que se agrava en lo económico por la crisis sanitaria global.
“El panorama va a continuar complejo. Los precios bajaron alrededor de un 35% y continúan siendo retadores. Seguirán más bajos de lo normal debido a que el consumidor no va a tener el mismo nivel adquisitivo que antes (…) por lo mismo creemos que tenemos que apostarle fuerte a la productividad con más tecnología para poder producir más kilos”, finaliza Mares.
Los berries se producen en 23 estados de México, aunque las zonas principales se encuentran en Michoacán, Jalisco, Baja California, Guanajuato y Sinaloa. En los últimos siete años la producción creció al doble, tanto en hectáreas como en empleos. Sólo en 2019, México exportó más de USD 15.000 millones a EEUU.