Bioceres, en la ruta argentina de liderar la agricultura mundial
Los resultados casi inmediatos de este fenómeno de repatriación e inserción, sumado a la inversión y el fomento a la investigación científica en la agricultura, ha significado casi triplicar el crecimiento de la producción agrícola argentina en los últimos años.
En el marco actual del mundo, en que el desarrollo de la tecnología y la investigación científica son las herramientas fundamentales con las cuales los países, las organizaciones, y las personas pueden lograr los objetivos de verdadero desarrollo en cualquier actividad, las autoridades argentinas se han fijado el objetivo de avanzar en esta perspectiva en el campo de la producción agrícola y alcanzar niveles de real liderazgo internacional en el rubro agrícola.
El país en los últimos años ha crecido en más de un 15% su planta de investigadores científicos, con lo que encabeza el número de investigadores por habitante en el continente, aunque aún por debajo de los índices de los países desarrollados.
A raíz de la crisis económica mundial, desde 2009 se repatriaron e incorporaron al sistema productivo argentino alrededor de 150 investigadores por año, volviendo a las empresas, universidades y al propio Estado a compartir sus conocimientos.
Esta reinserción ha provocado un movimiento importante y el surgimiento de múltiples proyectos y estudios en diferentes áreas de la producción, principalmente en lo que respecta al desarrollo agrícola.
La preocupación por la genética de las plantas ha sido el foco principal y se ha avanzado en el desarrollo de variedades vegetales resistentes a plagas y enfermedades, o con propiedades especiales para enfrentar las sequías y los cambios en el clima, o bien desarrollando estudios e investigaciones que permitan una producción más abundante y de mejor calidad. Los resultados casi inmediatos de este fenómeno de repatriación e inserción, sumado a la inversión y el fomento a la investigación científica en la agricultura, ha significado casi triplicar el crecimiento de la producción agrícola argentina en los últimos años.
La inversión de Argentina en Investigación y Desarrollo, I+D, es de un 0,65 % del PIB y sólo Brasil se encuentra por encima de estos índices, con un 1% de su PIB destinado a I+D.
Bioceres
Un ejemplo de este panorama es la empresa biotecnológica Bioceres, en Rosario, que tiene patentados medio centenar de inventos y ha desarrollado tecnología para crear semillas resistentes a la sequía y la salinidad, constituyéndose en la primera compañía de su especialidad en Latinoamérica que cotizará en Wall Street y la tercera de Argentina, luego de Mercado Libre (2007) y Globant (2014).
La empresa es parte de esta apuesta de inversión en I +D para liderar la agricultura que se ha propuesto Argentina y demuestra que la inversión rinde frutos. Bioceres nació en la crisis de 2001 y sus dueños escogieron como sede a Rosario, que ofrecía especialistas en agronomía, biotecnología, biología y finanzas, pero además se encontraba en el corazón agrícola de Argentina. Se instalaron en terrenos que el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas les entregó en forma gratuita por 20 años y pusieron en marcha una inversión de más de 40 millones de euros anuales, en parte subvencionada por el Ministerio de Ciencia de Argentina y con financiamiento de la Unión Europea y España.
La empresa desarrolla tres grandes campos de acción:
Biotecnología de Semillas, desarrollando productos integrados que combinan eventos biotecnológicos, germoplasma y tratamientos biológicos de semillas con el fin de generar mejoras en la productividad de los cultivos. Biotecnología Agroindustrial, centrándose en la producción de enzimas con aplicación industrial y/o soluciones de fermentación microbiana para una variedad de industrias, y Servicios de Investigación y Desarrollo, enfocándose fundamentalmente en proporcionar capacidades biotecnológicas de vanguardia y know-how especializado, para facilitar colaboraciones orientadas a la obtención y el desarrollo de tecnologías en áreas de interés y en menor medida, proveer servicios de I+D a terceros.
El sostén teórico de Bioceres es la responsabilidad social y la sustentabilidad, lo que es resumido por ellos en tres máximas:
- Producir más con menos: La agricultura global debe suplir una demanda sin precedentes de alimentos y combustibles, con recursos naturales más escasos y menor dependencia de combustibles fósiles.
- Utilizando recursos renovables, la biotecnología industrial ofrece una alternativa sustentable a la petroquímica, ahorrándole al planeta entre 1.000 y 2.500 millones de toneladas de dióxido de carbono por año para el 2030.
- La agricultura “baja en carbono” integra tecnologías tales como eventos biotecnológicos, fitomejoramiento vegetal, y protección y nutrición de cultivos de base biológica para incrementar su rendimiento y reducir el impacto ambiental causado por la agricultura tradicional.
Durante cuatro años Bioceres prueba sus semillas en campos piloto. Después requiere la aprobación de diversos organismos públicos dentro de Argentina y en los países a los que pretende exportar la semilla, o los granos que serán producidos a partir de ella. Bioceres ya ha recibido aprobación regulatoria, por parte de las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la República Argentina, para su producto de soja HB4 con tolerancia a la sequía. Esta aprobación constituye la primera de su tipo a nivel mundial para un producto de tolerancia a la sequía en el cultivo de soja.
En seis temporadas de ensayos en campo, en múltiples localidades de Argentina y Estados Unidos, al igual que en tres años de ensayos regulatorios en campo, el evento HB4 de soja ha demostrado aumentos de productividad de hasta un 14% bajo distintas condiciones de stress normalmente observadas en zonas de producción, incluyendo distintos niveles de déficit hídricos.
Fuente: Blueberrieschile.cl – Blueberriesconsulting.com
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