Cambio climático: Inviernos más cálidos comprometerían la producción hortofrutícola en zonas de Chile
Investigadores del Centro de Genómica y Biotecnología de la Universidad Mayor (Chile) dieron a conocer un reciente estudio en el que sugieren que el aumento en las temperaturas durante los recientes ciclos invernales podría tener un impacto negativo en el desarrollo de árboles de carozo en la zona central del país.
Los resultados del estudio fueron presentados las primeras semanas del mes de septiembre durante el debate sobre tolerancia y aclimatación del frío de las plantas organizado por la Universidad de Wisconsin, que tuvo sede en esa ciudad norteamericana.
Uno de los puntos del estudio en el que más se hizo énfasis tiene que ver con el hecho de que se han disminuido considerablemente las horas de frío que necesitan los frutales para su óptimo desarrollo en las cosechas.
“El frío de invierno lleva a alternaciones epigenéticas en regiones específicas de su genoma que están directamente relacionadas con el proceso de floración. La falta de frío altera la cinética de estas modificaciones moleculares, resultando en una floración heterogénea en primavera”, destaca el trabajo.
Andrea Miyasaka, quien lideró la investigación, comentó que para que la producción de frutas sea buena, su floración tiene que serlo también. “Las yemas florales, que contienen las flores, son producidas en verano y abren en primavera”, añade la científica.
Agrega que para que estas flores finalmente puedan abrir, necesitan acumular determinadas horas de frío, pero si las condiciones climáticas no están dadas, sostuvo, evidentemente no se formará de manera idónea.
“Una hora de frío corresponde precisamente a una hora bajo temperaturas que oscilen entre los 4 y los 7 grados Celsius. Este es el indicador que le señala al árbol que pasó el inverno”, mencionó Miyasaka.
También hizo referencia a que, en el caso de los carozos de la zona central de Chile, para la inducción de la floración, el factor frio es aún más importante que el acceso al agua e incluso que la cantidad de luz a la que están expuestos.
Análisis
Para la investigación del Centro de Genómica y Biotecnología de la Universidad Mayor se analizaron yemas florales de la época invernal, cuya floración fue posteriormente inducida dentro de invernaderos que simulaban un clima de primavera.
Las muestras luego fueron remitidas a un laboratorio, desde donde se hicieron diferentes análisis genómicos, para así establecer la cantidad de frío que requería cada variedad que estaba siendo estudiada.
De acuerdo a Andrea Miyasaka, los datos que han recolectado de la investigación serían claves para el desarrollo de nuevas variedades de frutas, las cuales tendrían una mejor adaptación a fenómenos relacionados con el cambio climático.
“La comunidad científica chilena está de acuerdo en una cosa, y es que eventualmente tendremos inviernos mucho más calurosos y con poca presencia de lluvia. Estas condiciones desde luego podrían afectar a la industria hortofrutícola del país”, contestó Miyasaka.
Para la investigadora Andrea Miyasaka el tema del cambio climático no es nuevo. De hecho, se dedicó buena parte de la última década a indagar en los procesos de floración de los cerezos en la región de O´Higgins y cómo se han modificado ciertos patrones desde entonces.
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