Carlos Gereda Cornejo, presidente ejecutivo de Inka’s Berries conversó con Blue Magazine para su próxima edición 2021 que se distribuirá a partir de mayo. Es una larga entrevista que abarcó los distintos temas relacionados a la industria. Un avance de ella lo compartimos en esta nota.

La empresa

La empresa Inka’s Berries ha colocado en el mercado más de 20 millones de plantines en la última década y cuenta con una capacidad de producción de 5 millones anuales, abarcando más de 35 selecciones avanzadas. A través del programa de breeding, Inka’s Berries dirige genéticamente selecciones avanzadas de arándanos y lanza nuevas variedades premium de arándanos con patentes propias y únicas en el mundo.

– ¿Cómo llegan a este negocio?

– Sí, mira nosotros comenzamos la empresa formalmente el 2009. Previamente, en el 2006 traje unas variedades de arándanos de Chile. Trajimos 14 de las que se sembraban en 2006 para validar su adecuación del cultivo en Perú. Se descubrió en ese momento que el principal problema que existía era que las plantas eran muy costosas, 4 o 5 dólares cada planta en ese entonces, y las entregaban en 2 años. Adicional a eso, nadie en el mundo pensaba que podríamos producir arándanos, porque las horas frío necesarias para el cultivo no existían en la costa peruana, (no hay ninguna hora que esté bajo 11 grados), y una hora frío es una hora que está bajo 7,2°C, entonces no había mucha convicción en la industria que Perú pudiera ser un jugador. Lo que decido en el 2006 fue hablar con amigos chilenos y pudieron enviarnos estas 14 variedades, de las que sobresalieron Biloxi, Duke, Sharpblue y Legacy, que se adaptaron de mejor manera. Con esas iniciamos la propagación, porque las otras variedades no tenían mucha fruta, por lo cual se descartaron.

Alianza con la Academia

Respecto a los programas de mejoramiento, comenta que en 2012 acordaron una alianza con la Universidad de Georgia, siendo representantes exclusivos a nivel mundial. “Luego de 5 años obtuvimos el primer resultado, la variedad Salvador, que es nuestra primera variedad”, relata Gereda y comenta que el programa tiene tres generaciones:

“Las selecciones avanzadas de Georgia que fueron validadas en Perú, de las cuales partieron Salvador y Matías, que son las dos variedades de la primera generación de Georgia, en esta etapa solo se paga royalties por la planta. La segunda generación corresponde a plantas nacidas en Perú y validadas por 5 años, en esa etapa se paga un royalty por la planta y por la fruta producida, y la tercera generación, que también se desprende de genética que ha nacido acá en Perú, seleccionada y validada por nosotros, donde se pagará royalty por la planta, la fruta producida y se debe manejar en nuestros canales comerciales”, explica.

Buen calibre y buen sabor

– ¿Cuáles son las cualidades de Salvador o Matías?

– Salvador es una variedad muy interesante, alta producción y concentración, muy firme, con buen calibre y sabor, llega en un momento en el que la fruta peruana ya está muy cansada, la cosecha es en octubre, noviembre y diciembre, y Matías, que es muy temprana, entrega fruta en julio, agosto y septiembre, por lo que nuestra ecuación es que Matías y Salvador en conjunto entregan fruta durante 6 meses, de alta calidad, muy firme, con buen sabor, con un diámetro de 16 mm hacia arriba y puede alcanzar calibres de 24mm. Así empujamos para que Perú llegue a tener 6 meses de fruta de calidad, porque nuestro principal problema con Biloxi, o con las otras variedades, es que la fruta va bien hasta octubre, pero ya en noviembre-diciembre los campos están cansados, con fruta pequeña, ácida, no es lo que busca el mercado. Entonces las variedades que ofrecemos se cosechan en los meses señalados. Podemos cubrir 6 meses de fruta de calidad sin forzar nada.

Esto es parte de la entrevista con Carlos Gereda que saldrá publicada en la edición 2021 de la revista Blue Magazine y en la que el empresario peruano se refiera a los diferentes temas que afectan a la industria y analiza las proyecciones del mercado del arándano en el nuevo escenario mundial que se abre pospandemia.