Con un calendario comercial de octubre a junio, la OP Terre della Luce es uno de los actores italianos más conocidos en la producción y venta de frambuesas, moras y arándanos, capaz de garantizar a los mercados y supermercados un abastecimiento constante durante buena parte del año.

Carmela Suriano, presidenta de la organización, hace balance al término de la campaña 2023/24: «Ha sido una temporada que nos ha sorprendido, comenzando con un entusiasmo inesperado y sostenido, que se mantuvo durante todo el periodo de cosecha.

Carmela Suriano presidenta de la organización

Terminamos las ventas en la primera semana de junio, registrando precios de salida incrementados en al menos un 30%. En el caso de las frambuesas de la marca Happy Berry®, las ventas pasaron de 536.000 euros en 2023 a cerca de 1 millón de euros en la actualidad, aunque las superficies cultivadas se han mantenido más o menos invariables. Acabamos de superar dos temporadas difíciles, marcadas en los meses de invierno por las importaciones masivas de productos, sobre todo de países extracomunitarios, que restaron competitividad a la fruta italiana. Este año también nos ha ayudado el tiempo suave y sin heladas, que ha garantizado unos niveles de calidad y cantidad realmente elevados».

Entre las estrategias empresariales adoptadas por la organización de productores situada en Policoro (Matera) figura también la de planificar la producción en los meses de invierno y no producir en los de verano, aunque la demanda ha seguido siendo apreciable. «Las razones residen principalmente en el mercado, ya que la entrada en producción de los países del este de Europa y del norte de Italia no garantiza márgenes de beneficio satisfactorios, dados los elevados costes de producción que caracterizan a estos cultivos. No queremos que los factores externos vayan en detrimento de la calidad».

La empresa ya está planificando la próxima campaña. «En unos días reanudaremos con la plantación de nuevos plantones de forma escalonada. Los cultivos en superficie se gestionan con técnicas de producción sostenible. Lo más crítico para la producción de estas berries sigue siendo encontrar la mano de obra cualificada necesaria para la recolección: una carencia que reduce la posibilidad de poder ampliar las superficies plantadas con frutos pequeños».