Chile: Boom del arándano dispara hectáreas plantadas en el sur
El cambio climático ha abierto otras opciones productivas principalmente en la región del Biobío.
La superficie dedicada a cultivos frutales en la región del Biobío no deja de crecer. Desde el catastro realizado el año 2006, que registró 6.382 hectáreas, la superficie fue más que duplicada, alcanzando actualmente las 14.947 hectáreas.
Este incremento se debe principalmente a la expansión de avellanos, nogales, arándanos, castaños, cerezos, moras y frambuesas, entre otros. A juicio de la autoridad, esto tiene que ver también con el cambio climático, pues algunas zonas que no eran aptas para este tipo de cultivos hoy sí lo son.
Destacan las plantaciones de arándanos, que convirtieron a la región del Biobío en la principal zona productora de esta fruta. Con una superficie de 5.174 hectáreas de arándano americano, localizadas la mayoría en la provincia del Ñuble, esta especie presentó un aumento de 894 hectáreas desde el 2012, lo que en términos de porcentaje equivale a 20,9%. Esto, según cifras reveladas por el último catástro frutícola de la región, realizado por Ciren y Odepa.
“El cambio climático ha modificado el clima a uno más templado, abriendo otras opciones productivas en la zona sur del país. Así, la frontera frutícola se ha ido expandiendo, principalmente hacia la región del Biobío y la Araucanía”, explica el ministro de Agricultura, Carlos Furche.
Tendencia que ha significado una sustitución en los cultivos, reforzando la actividad frutícola por sobre los cereales, como el trigo y maíz.
“Aumentar casi un 33% en tres años significa que se están plantando mil hectáreas de fruta al año, lo que implica por lo menos una inversión de US$15 mil por hectárea y mucho más demanda de trabajo. Por ejemplo, una hectárea de fruticultura demanda 10 veces más trabajo que una hectárea de cultivo de cereales”, enfatiza el ministro.
Este crecimiento frutícola se extiende también a otras zonas del país, revirtiendo las dificultades que tuvieron algunos productores en los primeros meses del año, específicamente los de uva de mesa y nogales.
“A pesar de eso vamos a tener un crecimiento muy significativo en el sector frutícola y agrícola en general. Hasta ahora las cifras muestran que en términos de volumen la producción ha aumentado en prácticamente todas las especies frutícolas, excepto en uva de mesas y nogales”, agrega Furche, quien añade que “el sector agrícola es un sector heterogéneo que tiene actividad productiva desde Arica hasta la Patagonia y en el balance global del país el saldo sigue siendo claramente dinámico y positivo”.
Así, proyecta un crecimiento positivo para este año, significativamente mayor que el promedio de la economía nacional, y respondiendo a la tendencia del año pasado cuando el sector agrícola creció 5,7%.
Pero el cambio climático también tiene efectos adversos sobre la fruticultura, principalmente debido a la sequía.
“Sería torpe no reconocer que la sequía provoca dificultades y por eso hay que hacer un enorme esfuerzo de inversión en acumulación de recursos hídricos, distribución y usarla más eficientemente”, complementa Furche. Hoy los avances se reflejan en la nueva asignación para la construcción del embalse La Punilla en la provincia del Ñuble, región del Biobío, con una inversión de US$500 millones que permitiría regar entre 60 mil y 70 mil hectáreas.
Fuente: pulso.cl
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