Chile: Ventajas para convertirse en potencia agroalimentaria
Chile es el principal exportador de cobre en el mundo, el que es catalogado como “el sueldo de Chile”. Son centenares las industrias ligadas a la minería, tanto nacionales como extranjeras, que mueven la economía nacional, no sin un alto costo de daño medioambiental.
Debido a esta realidad, y porque el recurso mineral está entrando en fase de agotamiento tanto en su calidad como en su cantidad, es necesario virar el rumbo de la economía y la producción nacional a la industria agroalimentaria.
El ex rector de la Universidad de Talca, Álvaro Rojas, junto a Villalobos y Leporati, fueron los primeros en titular “Chile: potencia alimentaria” como sueño país, como estrategia nacional para la economía, y en 2006 escribían: “La estrategia de desarrollo que implica materializar este nuevo paradigma, de acceder a un lugar de vanguardia entre las más importantes naciones exportadoras de productos agropecuarios del mundo, implica desplazar el eje central del desarrollo agroexportador, desde una posición de aprovechamiento de ventajas comparativas (estáticas y acotadas), basada en productos de poco valor agregado (commodities agropecuarios), a un estadio de desarrollo de ventajas competitivas (dinámica e ilimitada), basado en productos de alto valor (alimentos diferenciados por calidad)”.
Desde el 2006 hasta la fecha, en el campo de la fruticultura ha cambiado mucho la producción, no sólo en cantidad y calidad, sino que principalmente en variedad de oferta. Hoy ya no podemos seguir hablando de commodities, en el caso de la fruticultura, sino que hoy debemos de hablar con toda propiedad de industria frutícola.
La industria frutícola ha sabido aprovechar con mayor rapidez la apertura de los mercados internacionales, la demanda de diferenciación, la aplicación de ciencia y tecnología a sus productos, y las ventajas de la globalización en todo aspecto.
Según los datos del Banco Central y de la Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa, hasta el 2011 la exportación de alimentos había crecido en velocidad a un orden de US$1000 millones por año, duplicando sus exportaciones en los últimos diez años, convirtiéndose en una importante fuerza exportadora y actualmente la segunda fuente de divisas para el país. En la actualidad, con la baja internacional en el precio del cobre y el mayor costo de operación que cuesta producirlo, el rubro alimentario tiene un segundo lugar mucho más importante para los ingresos nacionales.
Dentro del avance exportador del rubro alimentario, la industria frutícola, junto a las hortalizas, abarcan más de la mitad del total de las exportaciones nacionales.
Los mercados principales para las exportaciones frutícolas son casi cuatro cuartos exactos, con un primer destino a América Latina, otro porcentaje igual para Europa y un tercero a EEUU, el cuarto porcentaje se reparte en todos los demás destinos, incluyendo Asia.
Ventajas
Actualmente, Chile aparece dentro de los primeros quince países en valor exportado de alimentos, de un universo de más de doscientos países, por lo que se encuentra en una inmejorable posición para dar el gran salto que se necesita para transformarse en potencia mundial. A inicios de los años ochenta el país exportaba US$50 millones, hoy es más de sesenta veces ese volumen.
Chile es un país con clima mediterráneo, lo que es el ambiente ideal para las plantas y la germinación de las flores y frutos. Este clima permite que se adapten las distintas variedades de plantas y cultivos nuevos, o genéticamente modificados, con mayor facilidad. Además Chile al tener una geografía tan variada tiene la ventaja de poder producir distintos cultivos, con distintos tiempos de maduración y cosecha, por tanto, puede ofrecer durante prácticamente todo el año sus productos frutícolas a los diversos mercados.
En el mundo, sólo el 0.5% de los territorios pueden gozar del clima mediterráneo, entre los que está el sur y las costas de España, Italia y las de los países que colindan con el Mar Mediterráneo en su orilla norte, y también en algunas franjas del sur de África y Australia.
Esta cualidad climática es una oportunidad y ventaja comparativa de Chile en la perspectiva del desarrollo de la industria agrofrutícola.
Por otro lado, Chile se encuentra entre los primeros países en que la producción alimentaria tiene una importancia relevante en el PIB, en una lista encabezada por Nueva Zelandia.
Finalmente, en el aspecto de la confiabilidad, Chile se encuentra en el lugar número quince en el ranking sobre ambiente de negocios elaborado por Economist Intelligence Unit, EIU, por lo que el país está en una posición ventajosa que le puede permitir dar el salto necesario para convertirse en potencia mundial agroalimentaria en esta década.
Fuente: FAO, Odepa, Sofofa, Banco Central
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