Cuna de Platero, imparable
Cuna de Platero es una cooperativa siempre a la vanguardia. ¿Cuáles son las últimas novedades en las que se encuentran inmersos?
Hace años que Cuna de Platero lleva a cabo un proyecto propio de investigación varietal con el que hemos conseguido importantes logros en arándanos. Ahora con el objeto de aglutinar y centralizar en una sola finca todos los ensayos contamos con unos terrenos cercanos al almacén, que además están cerca de nuestro laboratorio. Hasta ahora estaban descentralizados en los campos de los cooperativistas. De esta manera vamos a ganar en eficiencia. La investigación en nuevas variedades es un asunto prioritario y una cuestión clave para el futuro. Somos licenciatarios de las que consideramos líderes en el sector, pero también estamos inmersos en nuestra propia investigación.
Cupla es producto de esta investigación y les ha dado muchas alegrías.
Efectivamente. La variedad Cupla es el resultado de estos ensayos. Para nosotros el futuro pasa por una mejora sustancial de variedades y seguimos trabajando en ello, no solo en arándano sino también en frambuesa.
¿Y dentro de la central hay novedades?
Sí, también hemos realizado una gran apuesta tecnológica por valor de unos 3,5 millones de euros para una nueva máquina de selección y calibración de arándanos. Por otro lado, las obras no cesan, estamos en plena remodelación de nuestras oficinas, que también pasarán a estar más centralizadas y dotadas de energía fotovoltaica, que las hará prácticamente autosuficientes.
¿Cómo ve la temporada actual?
Hemos pasado de unos momentos en los que la oferta era mayor que la demanda, (noviembre y diciembre), debido a la precocidad producida por un otoño de calor, a una etapa de mayor estabilización en el mes de enero, donde oferta y demanda se acompañan.
Es decir, hasta mediados de enero tuvimos más volumen de producción y menos precio que el año pasado, pero ahora la situación se ha equilibrado, con una situación propia del mes de enero.
¿Me puede dar las cifras de esta campaña?
Mantendremos prácticamente estable la superficie plantada, con unas 1.000 hectáreas de producción entre todos los berries. Los volúmenes son difíciles de prever porque la campaña es larga y la climatología incierta, pero podríamos rondar los 50 millones de kilos.
Con las producciones abulenses, ustedes se han convertido en unos proveedores de ‘largo recorrido’ ¿Cómo transcurrió la campaña estival?
Ávila nos permite cubrir satisfactoriamente nuestro objetivo, que es dar servicio a nuestros clientes durante los 12 meses al año. Contamos con unos volúmenes suficientes desde junio a diciembre para cubrir los requerimientos de los clientes en un momento que no hay muchos operadores en el mercado.
¿Cree que volverán a tener problemas de mano de obra?
Sin duda. En Huelva hay varios puntos que no se acaban de resolver. Uno de ellos es la mano de obra y el otro es el agua, que posiblemente tenga una solución más cercana que el primero. Respecto a la mano de obra, contamos con unos contingentes de diversos países que, en teoría, se corresponde con un número determinado de personas, pero luego siempre llegan menos. A este problema se suma otro, ya que hay gente que se va de este mercado laboral, como la comunidad rumana. También existen otros sectores que reclaman mano de obra y siempre dejan a la agricultura de lado. Por lo tanto, contamos con trabajadores que vienen, pero también hay otros que abandonan.