Día Internacional de la Mujer: Los aportes de las mujeres en la fruticultura chilena
Hoy, 08 de marzo se conmemora el “Día Internacional de la Mujer”, una fecha instaurada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1975, y cuyos orígenes muchos historiadores coinciden en consignar en los tiempos de mediados del siglo XIX, en plena revolución industrial. El 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema “Pan y Rosas’” para protestar por mejoras en las condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario laboral y el fin del trabajo infantil. Luego se sucedieron diversas manifestaciones como la “huelga de las camiseras” de 1909. Pero un capítulo que marcaría esta conmemoración internacional ocurrió el 25 de marzo de 1911, cuando en un incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York, murieron 123 mujeres (y 23 hombres), ya que, los dueños habían dejado encerradas a las trabajadoras y trabajadores para impedir que se sumaran a la huelga.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su último informe “Nuevo Mapa del Poder y Género en Chile” (1995-2018), muestra la evolución que ha tenido la participación de las mujeres en cargos de poder en el último cuarto de siglo. Así, en el sector económico se observa un aumento de un 3% a un 8% de mujeres en directorios en grandes empresas, y de un 4% a un 10% en las gerencias. En este último caso, las mujeres alcanzan sólo un 3% en las gerencias generales y un 7% en finanzas, mientras en otras logran superar el 50% como en el área de comunicación y responsabilidad social empresarial (58%).
En el ámbito político, las mujeres logran superar el 30%; en el Poder Ejecutivo central (33%) e instituciones públicas autónomas (35%), así como en el poder judicial (33%) y los mayores cargos en los partidos políticos (32%). Los mayores rezagos se observan en los cargos de seguridad y defensa con un 1% de mujeres (sumando las fuerzas armadas, carabineros, aviación y navales), así como en el poder legislativo (23%), incluso con el aumento producto de la aplicación de la ley de cuotas.
En el poder simbólico, las mujeres han tenido altos y bajos. Han aumentado su presencia en empresas de comunicación estratégica hasta un 41% de los cargos, pero en los medios de comunicación descienden de un 24% el 2009 hasta un 19% el 2018. En el área de la educación, las mujeres aumentan su posición en los cargos de poder, pero en cargos centrales como las rectorías de universidades acreditadas por más de cinco años, no se visualizan mujeres en la fecha de medición.
En el poder social, las mujeres alcanzan hasta un 42% en las dirigencias de las organizaciones estudiantiles y un 20% en las organizaciones de trabajadores y un 28% en las organizaciones profesionales.
En total, dentro de los cuatro ámbitos revisados, sólo 8 de los 36 sectores superan el 33% de mujeres y sólo 2 superan el 50%. Es decir, la gran mayoría de los cargos de poder continúan en manos de los hombres. El informe propone que en cada organización y sector se revisen no sólo las medidas institucionales que promueven la incorporación de mujeres a las posiciones de poder, sino también una revisión de prácticas informales que afianzan a los hombres en los puestos de poder. Medidas institucionales, reflexibilidad y acciones concretas al interior de cada institución, cambio cultural y voluntad política son factores centrales para alcanzar una mayor equidad.
Mujeres en el Agro
Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), las mujeres representan en promedio el 43% de la fuerza laboral agrícola en países en desarrollo, mientras en Chile esa cifra llega a sólo al 20%, de acuerdo a la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA).
Históricamente, se ha considerado al agro como un sector donde la fuerza física y el enfrentamiento a condiciones extremas se asocian a capacidades masculinas. Sin embargo, pese a esto, la mujer ha podido aumentar significativamente su participación en este sector, trazándose un camino en forma admirable, con los primeros pasos en los trabajos de temporada, para luego pasar a ocupar cargos de jefatura, los cuales han visto un incremento en las explotaciones agrícolas según mediciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
Uno de estos ejemplos, es la Ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, quien es la segunda mujer en la historia de este ministerio en liderarlo. La ministra, en entrevista con SimFRUIT, relevó el compromiso que le une a esta cartera. “Ser Ministra de Agricultura ha sido un tremendo regalo para mí. Le tengo mucho cariño a esta institución porque mis inicios en el Minagri se remontan al año 2010, cuando comencé a trabajar en Indap para apoyar a la agricultura familiar campesina. También, fui la primera directora de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) elegida por Alta Dirección Pública, cargo donde pude trabajar por el desarrollo del mundo rural. Precisamente ese será el principal motor de mi gestión y es lo que más me apasiona: relevar el rol de los territorios rurales, la actividad agrícola y forestal, así como la producción de alimentos para todos los chilenos, con el fin de construir un país más justo, sustentable e inclusivo”.
Agregó: “Soy feliz de poder visibilizar el rol de la mujer en altos cargos públicos y así también lo hemos conversado con las otras ministras y autoridades mujeres que cada vez son más. La buena noticia es que ahora, en comparación a unos años atrás, hay muchas más mujeres en la dirigencia del agro, pero aún nos falta mucho por avanzar. Y no sólo en ese aspecto, también tenemos que potenciar la participación laboral de la mujer rural. Hoy está cercana al 20% está ligada al sector y cuando me ha tocado visitar a las familias rurales, te das cuenta de la relevancia que tiene la mujer en el campo. Mujeres esforzadas, trabajadoras, emprendedoras que manejan sus cultivos y tienen una gran iniciativa, así podemos ver que en el Indap casi un 50% de sus usuarios son mujeres, que sacan adelante a su familia y aportan cada día a la Agricultura Familiar Campesina”.
En cuanto al sello personal que desea dejar en esta cartera, María Emilia Undurraga indicó: “Es un año de consolidar, de dejar algunos sellos particulares y tenemos todas las ganas de hacerlo. Tenemos un proyecto que representa muy bien este principal desafío: Santiago no es Chile. Quiero ser un aporte para visibilizar las brechas existentes en el mundo rural para seguir impulsando acciones que releven el sector agrícola, pecuario y forestal. En Chile tenemos 263 de las 345 comunas que son rurales, donde la agricultura es un motor de desarrollo, pero nos falta mucho por trabajar para mejorar la conectividad, acceso al agua, educación, salud, el rol de las mujeres rurales y la relación con los pueblos indígenas”.
“Este es un trabajo en equipo y la Política Nacional de Desarrollo Rural que se promulgó en 2020 va en esta dirección e integra a 14 ministerios para que juntos vayamos trabajando en estos desafíos para mejorar la calidad de vida de todas estas personas. Al final, el desafío es disminuir la pobreza, la gran desigualdad territorial, e igualar las oportunidades”, añadió.
Finalmente, la Ministra envío un mensaje a las mujeres del agro chileno. “Quiero reconocer la labor de cada una de ustedes y también decirles que son parte fundamental de la agricultura chilena. Desde el ministerio seguiremos trabajando para disminuir las diferencias existentes porque queremos integrar a la mujer dentro de lo productivo agrícola y forestal a un rol integral en la sociedad que va mucho más allá de la producción. Creo que tomar en cuenta la mirada femenina, como lo hemos ido haciendo como país en los últimos años, nos permite enriquecer la perspectiva de trabajo en todas partes. Cuando me toca recorrer el país uno se topa con las historias de mujeres muy potentes que nos motivan a seguir trabajando por una sociedad cada vez más equilibrada y justa”, cerró.
Participación de la mujer en la fruticultura chilena
Conversamos con dos profesionales chilenas, quienes desde sus trabajados contribuyen al crecimiento del sector de la fruta chilena, y quienes relevaron el avance de las mujeres dentro de esta industria.
“La participación de la mujer en el sector frutícola ha avanzado mucho. De hecho, antes el trabajo de las mujeres se concentraba, principalmente, en los programas de control de calidad de las empresas exportadoras, en la actualidad es mucho más amplia su participación en distintos ámbitos del quehacer frutícola, en el ámbito técnico, universitario, en el campo, en el ámbito regulatorio, en investigación, entre otros. Creo que parte de ese avance se debe al trabajo realizado por las mujeres de mi generación, que nos atrevimos y fuimos abriendo camino a las nuevas generaciones”,precisó Paulina Escudero, ingeniera comercial y profesional de ASOEX, quien además fue destacada con el Premio Guacolda.
Asimismo relevó la necesidad de seguir avanzando. “Siempre faltará por avanzar, ya que la incorporación de las mujeres al campo laborar es bastante reciente, y más en la agricultura. De hecho, en la generación de mi mamá era poco común que las mujeres estudiaran en la universidad y menos en carreras que normalmente se asociaban a los hombres, incluso en mi generación más de alguna vez escuché decir que las mujeres iban a buscar marido a la Universidad, y todavía escuchas decir que las mujeres hicieron un muy mal negocio al dejar sus casas para integrarse al trabajo, por las distintas responsabilidades que normalmente debemos asumir”, comentó .
En ese mismo sentido, Elizabeth Köhler, ingeniera agrónoma, Gerenta Técnica del Comité del Kiwi y mujer destacada con el Premio Guacolda, puntualizó: “La participación de la mujer dentro de este sector si bien ha ido incrementándose en el último tiempo, aún sigue siendo un espacio con baja participación, donde históricamente el rol masculino sigue siendo más importante. Como mujer de la industria en un cargo gerencial, me gustaría hacer un llamado a dar mejores oportunidades de igualdad laboral. Oportunidades para nuestro desarrollo profesional y visibilizar a nuestro género como un igual en cuanto a capacidades y desarrollo. Me gustaría poder observar en una mesa de reuniones a más mujeres”.
En cuanto a los aportes que ambas profesionales creen que pueden entregar las mujeres al sector, Köhler destacó: “Creo fielmente que no existen diferencia de genero ni en cuanto a calidad profesional, ni laboral, todos somos importantes. Sin embargo, las mujeres tenemos cualidades que nos caracterizan, somos aplicadas, meticulosas, nos comprometemos a largo plazo, precavidas con los riesgos y por sobre todo con una gran capacidad para empatizar y trabajar en equipo. Características que en equipos conformados, equitativamente, representan un gran aporte para el cumplimiento de los objetivos”.
Por su parte, Paulina Escudero indicó: “Las mujeres enfrentamos nuestro trabajo de una manera integral, con mayores habilidades blandas y más metódicas al realizar nuestro trabajo, muchas veces proponemos soluciones distintas a los problemas”.
Cabe destacar que ambas ingenieras agrónomas enviaron un afectuoso saludo a las mujeres de la industria en este Día Internacional de la Mujer. “Mis felicitaciones, admiración y un gran saludo para todas las mujeres de Chile y en especial a las del sector frutícola, partiendo por aquellas que parten cosechando a las que terminan comercializando la fruta, y que con su trabajo aportan para que esta industria sea lo actualmente es, y que además, se esfuerzan día a día por el bienestar de sus familias”, dijo Elizabeth Köhler.
“Me gustaría decirles a todas, que las mujeres pueden hacer lo que se propongan, que no abandonen sus sueños, que la perseverancia logra derribar barreras”, precisó Paulina Escudero.
Cabe destacar que en reconocimiento a la labor que realizan las mujeres en los diversos ámbitos del quehacer frutícola, ASOEX, entrega cada año el “Premio Guacolda”. Se trata de mujeres que son postuladas por las instituciones del sector en que laboran, en áreas como: trabajadora de campo o de centro de embalajes, asociaciones gremiales, universidades o centros de investigación, servicios públicos, empresas proveedores de servicios o insumos, entre otras.
Finalmente como SimFRUIT nos sumamos a los saludos a todas las mujeres que desde diversas áreas del quehacer nacional permiten el desarrollo y crecimiento de Chile.
¡Feliz día a todas las mujeres del mundo, de Chile y por supuesto del agro y la fruticultura de Chile”
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