La industria del arándano cuenta con un reconocimiento social, a nivel mundial, que la identifica como una actividad rentable, moderna, pujante, productora de un fruto saludable y muy dinámica. Una industria eficiente y casi totalmente tecnologizada.

Este prestigio universal lo ha conseguido por la perseverancia de los líderes de la industria en su estado embrionario, los que le dieron esta fisonomía moderna y eficaz. Y luego, con el concurso de los nuevos elementos teóricos y prácticos que se integraron a las distintas áreas de la industria en su relación con los mercados y sobre todo, con los consumidores.

La del arándano es una industria que tempranamente se asoció a las nuevas tecnologías digitales, utilizándolas en prácticamente la totalidad del proceso productivo. Acogiendo desde sus comienzos el trabajo científico, el de la academia y el de los investigadores especializados, aplicando con convicción cada uno de estos resultados investigativos, tanto en el huerto como en la totalidad de las áreas o procesos estudiados. Es una industria que se maneja y desarrolla con la data.

El análisis

Los analistas explican las razones de los fracasos descansando en los datos como única fuente para diagnosticar la realidad, y se cruzan variables de producción, manejos en cosecha, tiempos de transporte, problemas logísticos, o cualquier factor medible que justifique o explique el problema. Curiosamente, es el mismo método y los mismos recursos que emplean los analistas para explicar los éxitos.

Según la experiencia de los variados encuentros que Blueberries Consulting realiza en los distintos países productores de arándanos, tanto en sus Seminarios Internacionales como en capacitaciones locales, giras técnicas en terreno y otras actividades ligadas al cultivo, es el factor humano el principal elemento que explica el éxito o fracaso de los proyectos productivos. Esto lo demuestra claramente la realidad de las industrias que más han crecido, las que se han caracterizado desde hace años por capacitar a sus trabajadores y técnicos de campo a nivel profesional, enviándolos en numerosas delegaciones a los distintos seminarios y encuentros que realiza la industria, con el fin de adquirir nuevos conocimientos relevantes y más información útil para su labor.

Factor fundamental

Como resultado, los trabajadores y técnicos de las industrias que lideran la región, son por lejos los mejor preparados del continente y cuentan con un gran espesor de conocimientos, en comparación a sus pares de países que son competencia.

En resumen, los análisis estratégicos se basan en fuentes medibles, y esto es muy correcto, pero el factor humano no está en la data y según la experiencia es un factor fundamental. Capacitar y profesionalizar el recurso humano es lo que hace la diferencia.