El futuro del mejoramiento genético del arándano se acelera*
El futuro del arándano está marcado por una competencia que ya no se libra solo en los campos, sino en los laboratorios de genómica y biotecnología. El mejoramiento genético es la llave para asegurar un suministro estable, de calidad y competitivo, y quienes se adelanten en esta carrera estarán mejor posicionados para los mercados de 2030 y 2050.
Tecnologías, objetivos y proyecciones
El mejoramiento genético del arándano está entrando en una nueva etapa acelerada por la convergencia de genómica, fenotipado de alta precisión, biotecnología y técnicas de reproducción acelerada. En el corto plazo (5 años) veremos una adopción creciente de esquemas de Genomic Selection y marcadores moleculares para acelerar la selección de progenies con mayor firmeza, calidad de fruto y resistencia a patógenos.
En el mediano plazo (10 -20 años) la combinación de edición genética dirigida (CRISPR/Cas) – para rasgos complejos cuando la regulación y aceptación lo permitan -, junto a estrategias de mejoramiento asistido por fenotipado “high–throughput” y desarrollo de variedades completamente adaptadas al estrés hídrico y térmico, podrá transformar aún más la productividad y la adaptación del cultivo a climas cambiantes o zonas geográficas desafiantes.
Genómica y selección genómica (Genomic Selection)
La selección genómica (GS) permite predecir el valor genético de individuos jóvenes usando marcadores en todo el genoma, reduciendo ciclos de evaluación tradicionales. En arándanos, que es un cultivo perenne con largos ciclos juveniles, la GS es especialmente valiosa, porque permite descartar progenies no prometedoras tempranamente y concentrar recursos en líneas superiores. En el corto plazo, los programas privados y públicos que ya cuentan con colecciones fenotipadas verán retornos rápidos por mejoras en firmeza, calibre y tiempo de cosecha.
Fenotipado de alta precisión (High-throughput phenotyping)
El uso de sensores (imágenes hiperespectrales, cámaras multisensoriales, drones, plataformas de campo) y medidas automatizadas de firmeza y color permitirá relacionar rasgos fenotípicos complejos con marcadores genómicos. Esto acelera la curva de aprendizaje de los modelos GS y mejora su precisión.
Edición genética y biotecnología
La edición dirigida (CRISPR/Cas) ofrece la posibilidad de modificar genes con efectos grandes sobre rasgos como resistencia a determinadas enfermedades, tolerancia al estrés térmico o producción de compuestos volátiles responsables de aroma. Su despliegue comercial dependerá de marcos regulatorios y aceptación del mercado. En regiones con regulación amigable, podríamos ver cultivares editados en ensayos y registros hacia la segunda década (10 a 15 años).
Mecanización
La selección por caracteres que favorezcan la cosecha mecanizada (tallos más rectos, frutos más firmes, desprendimiento homogéneo) se volverá prioritaria para reducir costos laborales. Programas de cruce dirigidos a estas características ya están en marcha en varios mejoradores privados.
¿Qué se buscará mejorar con el mejoramiento?
- Más firmeza y vida postcosecha de la fruta para enfrentar largas cadenas logísticas y mercados lejanos.
- Mayor calibre y homogeneidad de fruto debido a las exigencias de retail.
- Resistencia o inmunidad a patógenos claves, como botrytis, phytophthora, nematodos y plagas emergentes como Drosophila suzukii.
- Tolerancia térmica y a la sequía/salinidad. Adaptación al cambio climático y estrés hídrico.
- Rasgos aptos para cosecha mecánica: arquitectura de planta y características de desprendimiento.
- Mejor perfil organoléptico: aroma, azúcar/ácido, compuestos bioactivos (antocianinas) para valor nutricional y premiumización.
- Facilidad de propagación y menor juvenilidad, para acortar el ciclo comercial.
El arándano ha dejado de ser un cultivo de nicho para convertirse en el berry con mayor dinamismo global. Su demanda crece a doble dígito en mercados emergentes y consolidados, y la competencia entre países productores ha llevado a la industria a una nueva fase: no basta con producir más, hay que producir mejor. En ese escenario, el mejoramiento genético emerge como una de las claves para sostener competitividad, reducir costos y adaptarse a los desafíos climáticos y logísticos.
* Este artículo es un extracto de un extenso reportaje que será publicado en la próxima edición de la Revista Blue Magazine.