El triple impacto es la respuesta al nuevo desafío de la agricultura
Argentina – El concepto de sustentabilidad, tradicionalmente vinculado a lo ambiental pero que hoy se resignifica en todos los planos, ocupa un lugar clave en la agenda agrícola. “El desafío actual de la agricultura es que la misma sea realizada por aquellas empresas a las que denominamos de triple impacto”, señaló Alejandro Meneses, Gerente General de ADBlick Granos una charla virtual, para inversores.
Tal como explicó Meneses, las empresas de triple impacto son aquellas que, sin dejar de perseguir el lucro como objetivo principal, incorporan finalidades ambientales y sociales al corazón de sus modelos de negocio y a sus actividades empresariales.
“¿Cómo estamos haciendo para acercarnos a este objetivo? Esos tres engranajes -el económico, el ambiental y el social- deben poder alinearse y trabajar unos con otros, generando fortaleza y acomodándose a lo que considero que es el desafío del que hablamos, que es generar ese triple impacto”, agregó.
En el plano económico, destacó que ADBlick Granos produce 130.000 toneladas al año, que van a 40 destinos de ventas. Lo hace en 40.000 hectáreas alquiladas, en base a seis cultivos y relacionándose con 395 empresas de servicios. “Este es nuestro motor, y es el principal engranaje dentro de los tres que mencionamos”, definió.
Respecto del segundo aspecto, el ambiental, detalló diferentes prácticas como la siembra y rotación de cultivos, la ambientación del 100% de los campos para poder planificar mejor, utilizar racionalmente los recursos e introducir siembra variable, fertilización variable y monitoreo de rendimiento.
El reemplazo de productos de síntesis química por los biológicos ya se está llevando a cabo en 5000 hectáreas y se ampliará para la próxima campaña, mientras que también se comienza a probar con cultivos de cobertura para utilizar menos agroquímicos. “Todo esto se capitaliza básicamente produciendo más alimentos y menos comodities”, resumió Meneses.
Por último, ADBlick genera el impacto social a través de dos vías. Una de ellas es la llegada directa a 1650 familias involucradas de manera directa en el engranaje productivo actual. La otra es la Fundación Bisblick, creada en 2013 con la finalidad de apoyar a estudiantes de bajos recursos y alto potencial. Hoy esta fundación financia a 89 becarios.
El reemplazo de productos de síntesis química por los biológicos ya se está llevando a cabo en 5000 hectáreas y se ampliará para la próxima campaña.
En cuanto a los nuevos modelos de negocios, afirmó que el primer paso debe ser “darse vuelta y empezar a mirar hacia afuera” para aprender de lo que están haciendo los demás. En ese sentido, valoró especialmente la relación con productores, proveedores e incluso competidores, y aseguró que esta estrategia de colaboración y de puertas abiertas permite agregar valor a la producción y obtener de ese modo una renta mayor.
Aprender y cambiar
Luego fue el turno de algunos partners de ADBlick. El primero en exponer fue Gerardo Porta, responsable de producción de semillas en la región sudeste de Gentos, empresa que produce semillas forrajeras en Argentina y Uruguay. “Si buscamos resultados distintos no hagamos siempre lo mismo”: con la frase de Albert Einstein como estandarte, la premisa de Gentos es salir constantemente de la zona de confort en busca de nuevas metas.
Una de las claves es generar vínculos con feedback positivo, manifestó Porta. “Saber por qué, para qué y con quién, entender cómo hace las cosas el otro, aprender de eso y acortar así el camino hacia los objetivos planteados”, añadió.
En ese sentido, recordó que la empresa generó vínculos con distintas universidades y con productores a nivel mundial. “Estar en línea con la comunidad científica nos permite capturar cada una de las modificaciones que logre hacer el mundo. Esa interacción nos genera mayor valor agregado”, puntualizó. Ese conocimiento lo comparten luego en capacitaciones a contratistas y a productores para que puedan explotar al máximo cada recurso dentro del campo.
También señaló que Gentos es la única empresa en Argentina que tiene un área de investigación de la producción. “Su objetivo principal es establecer mecanismos, cuestionando incluso nuestros protocolos, que nos permitan mejorar la producción de semillas, romper nuestro techo productivo”.
Por su parte, Pablo Díaz Colodrero, Director General de Argensun, una empresa agroindustrial nacional de 30 años especializada en girasol confitero, contó la experiencia que vivió su compañía. Según explicó, el error de no haber contemplado las diferentes maneras en que se consumía en el mundo ese cultivo les generó fuertes pérdidas.
El camino de la recuperación se abrió yendo a China a observar cómo se trabaja allí el girasol confitero. A partir de ello, Argensun investigó cómo desarrollar un producto de calidad similar al chino pero producible en forma masiva y extensiva. “Un desafío muy grande pero que nos permitía vender nuestro producto un 50% más caro. Trabajamos durante diez años a nivel genética para lograr un híbrido que resultó disruptivo en el mundo del girasol confitero, que es el Valia 73”, indicó Díaz Colodrero.
También armaron la cadena comercial para que el producto esté siempre disponible para los consumidores en el mundo. “Resuelta la genética y la comercialización, nos faltaba la producción. Allí surgió ADBlick como aliado, una organización que promueve esquemas de colaboración, que está especializada en girasol, tiene un potencial de crecimiento y escalabilidad, y muy alta aplicación de tecnología”, subrayó.
Por qué invertir en granos
En el cierre, Marcelo Hegel, CFO de ADBlick Granos, anunció el lanzamiento de la campaña 2021, la 12ª campaña de la compañía, que permitirá a inversores minoristas acceder a un proyecto de agricultura a escala, integrando su participación en pesos.
En cuanto a las razones para invertir en granos hoy, sostuvo que el grano argentino demostró que siempre pudo competir en el mundo pese a todas las restricciones que le impusieron. Entre otros motivos, señaló: “Los granos que producimos se comercializan en dollar linked, por lo cual están sustancialmente referenciados al dólar.
Por otra parte, el fuerte componente exportador posiciona a la producción de granos como principal motor de la economía. Además, es un negocio con una alta liquidez, en el que cada campaña tiene la posibilidad de comercializar el 100% de la producción sin que esto implique una merma de valor”