En China se construye el reinado del arándano

Decimos reinado, porque China no solo es el principal productor, sino que también el más importante mercado en el mundo, y, sobre todo, porque en la demanda china se han resignificado las razones originales del consumo humano por esta fruta inigualable, que son sus propiedades saludables y beneficiosas para la vida humana.

En la próxima edición de la Revista Blue Magazine publicaremos un extenso reportaje sobre el crecimiento del arándano en China, abordando su crecimiento, desafíos y perspectivas como industria y mercado. En esta nota publicamos un avance para ilustrar el gran momento que vive el arándano en ese país y visualizar las grandes oportunidades que se abren para productores, empresarios, profesionales, inversionistas e investigadores en este verdadero reinado del arándano que ha comenzado a surgir en el gigante asiático.

Decimos reinado, porque China no solo es el principal productor, sino que también el más importante mercado en el mundo, y, sobre todo, porque en la demanda china se han resignificado las razones originales del consumo humano por esta fruta inigualable, que son sus propiedades saludables y beneficiosas para la vida humana.

En las últimas dos décadas, China ha emergido como un actor relevante en la industria global del arándano. Si bien tradicionalmente el cultivo de este berry ha estado dominado por países como Estados Unidos, Canadá, Chile y actualmente Perú, el dinamismo de la agricultura china, unido a una fuerte inversión pública y privada, ha permitido una rápida expansión del arándano en este país asiático.

El reportaje de la Revista Blue Magazine analiza en profundidad la evolución de la producción de arándanos en China, mapeando sus principales regiones productoras, detallando las características técnicas del cultivo, graficando las tendencias del consumo interno y las proyecciones futuras para este sector.

Según datos de la International Blueberry Organization (IBO) y el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China, el país contaba en 2024 con más de 80.000 hectáreas plantadas de arándanos, lo que lo convierte en el mayor productor de Asia y uno de los cinco principales a nivel mundial y la producción superó las 500.000 toneladas en la última temporada, cifra que se ha multiplicado por diez en solo una década.

Zonas productoras

Las principales zonas productoras se distribuyen a lo largo de tres grandes regiones agroecológicas:

Noreste (provincia de Liaoning, Jilin y Heilongjiang): donde predominan variedades de arándano de arbusto alto (highbush) cultivadas al aire libre. Estas zonas tienen condiciones climáticas similares a las del norte de Estados Unidos y Canadá.

Centro-sur (Sichuan, Guizhou, Yunnan): donde se han desarrollado cultivos protegidos, de variedades mejoradas y fuera de temporada, aprovechando las altitudes y climas templados.

Este (Zhejiang, Shandong y Jiangsu): donde el cultivo de arándanos se ha integrado con desarrollos tecnológicos, especialmente en invernaderos de alta tecnología.

Respecto a este último dato, una característica distintiva de la producción china es el rápido crecimiento de los sistemas protegidos y sin suelo. Aproximadamente el 40% de la producción se realiza hoy en día bajo invernaderos o túneles, lo que permite extender la temporada y mejorar la calidad del fruto, además los nuevos sistemas de hidroponía, o cultivos en macetas y sustratos, se imponen rápidamente en los campos chinos.

Apoyo desde lo público

Desde el aparato público, el gobierno chino ha identificado al arándano como un cultivo estratégico dentro del desarrollo de la “agricultura moderna”, brindando apoyo a través de subsidios, investigación y transferencia tecnológica. Existen múltiples centros de investigación dedicados exclusivamente a berries, como el Blueberry Research Center en Dalian.

Además, el uso de tecnologías como inteligencia artificial (IA), sensores de humedad, sistemas hidropónicos y drones se ha vuelto cada vez más común, especialmente entre los grandes productores del este del país.

Consumo Interno

A diferencia de países tradicionalmente exportadores, como los latinoamericanos y africanos, el grueso de la producción de arándanos en China se destina al mercado interno. Como dato, el consumo per cápita de arándanos ha crecido de manera sostenida desde 2012, que era inferior a 100 gramos por persona al año, y ya en 2024 superó los 700 gramos. Actualmente está superando los 800gramos por persona.

Este crecimiento ha sido impulsado por varios factores, entre otros:

  • La percepción del arándano como “superalimento” rico en antioxidantes.
  • La expansión de la clase media urbana.
  • El auge del e-commerce alimentario y las ventas en plataformas como JD.com y Alibaba.

En este contexto, los precios del arándano fresco se han mantenido relativamente altos en el mercado interno, incentivando aún más la producción, que si bien la producción ha aumentado de forma considerable, China aún no es un gran exportador de arándanos. Las exportaciones en 2024 apenas superaron las 12.000 toneladas, dirigidas principalmente a países vecinos como Tailandia, Vietnam, Singapur y Japón.

Uno de los principales desafíos para que China se convierta en un exportador competitivo es la homogeneidad en la calidad del fruto, los estándares de inocuidad, y la logística postcosecha. No obstante, se prevé que en los próximos cinco años China aumente significativamente su presencia en mercados regionales y comience a explorar nichos premium en Europa y Medio Oriente.

Proyecciones a 2030

Las proyecciones para la industria del arándano en China son optimistas y se espera que la superficie plantada supere las 100.000 hectáreas en 2030. En tanto, la producción podría alcanzar las 900.000 toneladas, consolidando a China como un importante productor mundial.

En otro plano de la producción del arándano en China, se anticipa un crecimiento sostenido del consumo interno, con una fuerte diversificación hacia productos procesados, como jugos, snacks, polvos liofilizados y cosméticos naturales. Se prevé una profesionalización del sector, con consolidación de grandes productores, aumento de exportaciones y desarrollo de marcas nacionales con valor agregado.

En definitiva, la industria del arándano en China ha recorrido un camino vertiginoso desde sus modestos comienzos, hasta convertirse en un actor de peso en el escenario mundial. Aunque enfrenta retos estructurales, como la estandarización de la calidad, el desarrollo de la logística y la apertura de mercados externos, el potencial es enorme, debido a que cuenta con una población altamente interesada en la salud, un gobierno comprometido con la innovación agrícola y una infraestructura tecnológica en expansión.

China no solo está posicionada para ser una potencia arandanera en esta década y epicentro del mercado del arándano mundial, sino que cuna del largo reinado del arándano en la dieta humana que ya ha comenzado.

Fuente
Blueberries Consulting

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