¿En qué estado se encuentra la fruticultura chilena?
En la serie Estudios para la innovación, de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), en 2015 se realizó el trabajo investigativo: “La fruticultura chilena al 2030. Principales desafíos tecnológicos para mejorar su competitividad”. Ya en 2024, pasado más de la mitad del período para conseguir los objetivos trazados, es bueno revisar algunos de sus tópicos y evaluar cuál ha sido su desarrollo.
La investigación se realizó en el marco del trabajo prospectivo de FIA dirigido a la anticipación y preparación del sector frente a las actuales y futuras dificultades climáticas, productivas y económicas. El objetivo fue generar los insumos para la construcción de una estrategia en materia tecnológica, dirigida al desarrollo competitivo y sustentable de la fruticultura chilena con el horizonte del año 2030.
Presente de desafíos
En el actual escenario, descrito por los propios dirigentes de la industria, como altamente afectado por la crisis hídrica, las nuevas exigencias del mercado, los desafíos que se desprenden de la protección fitosanitaria, el systems approach y las dificultades de inversión y financiamiento, aparentemente los objetivos están lejos de alcanzarse a la fecha fijada.
El tema hídrico se ha convertido en medular para todo lo relacionado a la producción y los rendimientos. El aspecto climático también se ha convertido en gravitante, por su comportamiento cambiante y cada vez más intenso, lo que lo ha convertido en un factor de alto impacto para la sostenibilidad de la industria.
El clima, determinante
En este marco, el presidente de la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), Jorge Valenzuela, ha declarado a los medios de comunicación nacional que luego de los intensos temporales del último invierno “aún hay infraestructura de riego que no se ha recuperado y está complicando la producción”.
Por ejemplo, por estas razones climáticas se ha producido una merma importante en la exportación de cerezas, debido al invierno con temporales, pero con pocas horas de frío, además de las lluvias de primavera. Esto hizo bajar la estimación a 100 a 80 millones de cajas y finalmente la industria proyecta que el volumen final de envíos será cercano a los 60 millones de cajas.
Esta merma, producto de la afección climática, también se extenderá a los arándanos de exportación yotros cultivos.
Valenzuela explica que la producción de fruta como las cerezas y los arándanos presionados por las lluvias, es cara. “Hemos tenido que ocupar una mayor cantidad de insumos para evitar pudrición de la fruta que estaba colgando, tuvimos que aplicar medidas para el secado de fruta y huertos en floración, tuvimos que ver el tema de procesamiento en packing”, enumera.
Nuevos mercados
Respecto a los mercados declara que la India es un objetivo prioritario, aunque sostiene que el foco principal de la industria frutícola chilena debe estar en Brasil, basándose en su población de más de 200 millones y porque “este país ya está familiarizado con nuestros productos y los consume regularmente”, sostiene.
Las exportaciones de fruta chilena a Brasil en la temporada 2021-2022 mostraron un crecimiento de un 70% y en la actual temporada se espera que esta cifra vuelva a subir sobre un 30%.
“Brasil se ha convertido en el cuarto destino más importante para nuestras exportaciones de frutas chilenas, por eso será el invitado de honor para la versión 2024 de nuestra Fruittrade, donde traeremos a importadores y empresas brasileñas para que se acerquen al productor chileno”, asegura el dirigente gremial de la industria y esboza otros factores que hacen prever que la industria está pasando por grandes desafíos.
Factores por superar
“El factor climático será la principal incertidumbre, como lo ha sido a lo largo de todos estos meses con el Fenómeno de El Niño”
“Estamos atentos a la presión de plagas y enfermedades”
“Por el tema hídrico y por la falta de liquidez debido a temporadas complicadas por la pandemia, también consideramos importante sacar un programa especial de financiamiento que involucre no solo a BancoEstado con la venia del Gobierno, sino también con los demás bancos en el país.”
“Las ventanas que teníamos en el pasado ya no son las ventajas que nos suponían antes, por lo que ahora debemos asegurar calidad que se venda frente a cualquier presión de la competencia, y conocer con mayor profundidad la proyección de nuestra fruta en los mercados”.
Claramente la industria frutícola chilena ha debido enfrentar grandes desafíos derivados de múltiples razones y factores, por lo que revisar los planes estratégicos trazados será un buen ejercicio para enmendar planificaciones y recuperar competitividad en los diversos ámbitos.
En la próxima edición publicaremos un extenso reportaje sobre este tema, abordando los planes, los logros y los aspectos que han quedado al debe, además de las nuevas proyecciones y objetivos para la industria en este siglo.
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