España: identifican insecto para control biológico de plagas agrícolas
Una empresa de biotecnología, nacida en la Universidad de Alicante (UA), cría un insecto autóctono del Mediterráneo que sirve para el control biológico de pulgones. Esta empresa exporta su producto a agricultores, particulares y municipios de toda Europa.
El nombre científico del insecto es Sphaerophoria rueppellii y se cría en San Vicente del Raspeig. Esta especie se alimenta de pulgones y está ayudando a controlar esta plaga, eliminando también la melaza que dejan en el suelo árboles como los jacarandas cuando son atacados por pulgones.
Todo nació a raíz de los estudios e investigaciones que se desarrollaron en el departamento de zoología de la UA. María Ángeles Marco, catedrática y promotora de esta empresa biotecnológica, luego de varias tesis e investigaciones vio el potencial del insecto para resolver el grave problema que se da en los invernaderos. Eduardo Galante, presidente de la empresa Bionostrum, que está desarrollando la reproducción de este insecto, señala que: “Las plagas de pulgones son de las más difíciles de controlar en cultivos y jardinería y María Ángeles descubrió que este insecto es capaz de atacarlas y que, además, resiste las altas temperaturas del invernadero”.
A la vez, el director de producción de Bionostrum, Javier Cabañas, destaca la importancia del uso de los insectos, ya que son un producto natural que se orienta a sustituir los plaguicidas químicos.
Esta iniciativa empresarial, promovida por miembros de la comunidad universitaria, es una empresa originaria que perteneció al Parque Científico y ahora ocupa un área de 700 metros cuadrados en el polígono industrial de Canastell, en Alicante, España, donde se produce la cría de miles de estos insectos, que ya empiezan a combatir a más plagas, como la del tomate y otros cultivos.
Bionostrum puede producir hasta 200.000 insectos a la semana. La cría para la obtención de los huevos se realiza en zonas aisladas denominada sala de reproducción. Allí se les alimenta con un compuesto artificial que también fue ideado por la empresa y que es único en el mundo, lo que les permite reducir costos. El insecto se comercializa de dos maneras, en pupa como método preventivo o para luchar contra una inminente plaga o se venden los huevos, si la plaga ya se ha extendido. Galante señala que 100 pupas cubren alrededor de una hectárea y las dosis deben repetirse varias veces.
Comentario
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) lidera actualmente varios programas nacionales de control de plagas, como el Programa Nacional de Lobesia botrana. En agosto de 2017, el SAG lanzó la estrategia 2017-2018 para seguir combatiendo a la polilla del racimo de la vid que afecta a uvas, arándanos y ciruelos.
El Ministro de Agricultura, Carlos Furche, quien encabezó la ceremonia de lanzamiento, explicó que a partir de 2014-2015 se implementó un plan común con el sector privado y que ha demostrado ser eficaz, permitiendo disminuir significativamente esta polilla, a través del uso de los confusores sexuales.
Para esta temporada, el SAG aumentó la cobertura de confusión sexual, disponiendo de Emisores de Confusión Sexual (ECS) Isonet L, para cubrir una superficie productiva de 45.000 hectáreas, priorizando la vid.
En forma paralela, Chile está siendo pionero en la investigación referente a la Lobesia botrana, dando inicio a la primera prueba de liberación experimental de polillas estériles para el control de la plaga a nivel urbano, durante septiembre de 2016. Esta fue una iniciativa conjunta entre el SAG, la Fundación para el Desarrollo Frutícola (FDF), la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex) y la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), con el financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). El objetivo fue utilizar la Técnica del Insecto Estéril (TIE), conocida por su gran eficacia para combatir la mosca de la fruta, usándola en esta oportunidad con esta polilla.
Fuente: Diario Información – SAG – Agrimundo