Fieldstone disfruta de un floreciente negocio de frutos rojos
El grupo polaco de frutos rojos Fieldstone mira al año que viene con optimismo. La empresa familiar cultiva frambuesas, arándanos, moras y grosellas rojas, pero quizás sea más conocida por su oferta de arándanos rojos, siendo el mayor productor de esta fruta en Europa.
En 2025, Fieldstone seguirá desarrollando sus métodos de cultivo y conservación de frutas, mejorará el desarrollo de los empleados y aumentará la producción, según Robert Bełdowski y Ewa Kowalska.
“Planeamos cultivar nuestras frambuesas en otras 7 hectáreas, principalmente de la variedad Malling Bella, pero probaremos nuevas variedades como Malaika y Serena, que son comercialmente atractivas”, explican Bełdowski y Kowalska a Fruitnet.
“En estos momentos estamos muy ocupados organizando nuestra nueva plantación en el centro de Polonia, donde nos centraremos en arándanos y grosellas rojas, pero también en fruta ecológica a gran escala, lo que nos aportará 35 ha de producción adicional.
“Además, estamos entusiasmados de ser el mayor productor de arándanos de Europa y continuaremos nuestros esfuerzos para dominar su proceso de producción”, continúan.
“Nuestros clientes recibieron con gran entusiasmo la noticia de que nuestros agrónomos desarrollaron una técnica para los arándanos biofortificados con yodo y selenio, tan escasos en nuestra dieta diaria”.
La producción de Fieldstone ha aumentado de forma constante en los últimos años, confirman Bełdowski y Kowalska, a medida que crece la demanda de productos frescos y saludables por parte de los consumidores.
Esto ha sido particularmente evidente en el negocio de exportación de la empresa, y el año pasado el 76 por ciento de sus productos se enviaron a mercados clave de la UE.
El año pasado, Fieldstone cosechó y manipuló más de 1.000 toneladas de frambuesas, más de 600 toneladas de arándanos rojos y más de 200 toneladas de arándanos azules, además de mover más de 100 toneladas de grosellas rojas.
“El negocio de las bayas está en un momento positivo y sólido en estos momentos”, explican. “En los últimos años hemos visto un crecimiento constante de la demanda de bayas frescas y, especialmente desde la pandemia de Covid-19, hemos observado cambios rápidos en la actitud de los consumidores, que se vuelven más conscientes de la salud y buscan snacks naturales y nutritivos”.
Los clientes no solo buscan un gran sabor, sino también abastecerse de productores que agreguen valor extra, es decir, conciencia ambiental, altos estándares laborales y conservación que haga que la fruta sea segura.
“Nos apasiona cultivar nuestras bayas mediante métodos biológicos que hacen que nuestros productos sean seguros, y esto es por lo que somos reconocidos”, añaden Bełdowski y Kowalska.
“En nuestra opinión, esos valores impulsarán el crecimiento del negocio de las bayas, especialmente para aquellas granjas que se inclinan por la idea de los productos biológicos”.
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