Garces Fruit se convierte en primera frutícola exportadora en obtener certificación de seguridad de la DGAC 6 Diciembre, 2024
Las cerezas de Garces Fruit que viajan por avión llegarán más rápido y seguras a sus destinos, luego que la compañía recibiera oficialmente la acreditación de expedidor reconocido por la aprobación de cadena de suministros que entrega la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Con esto se convierte en la primera empresa exportadora frutícola de Chile en obtener esta certificación, que hasta ahora sólo estaba implementada en el país para la industria del salmón.
Lo tratado como parte del alcance del Programa Nacional de Seguridad de la Carga Aérea (PNSCA) del organismo. Lo anterior reconoce que la cadena de suministro ligada a la exportación de un producto -en este caso las cerezas- es segura en todas sus partes y que, por lo mismo, la carga llega libre de riesgo desde la planta de procesamiento al terminal aéreo, lista para ser embarcada.
Ricardo Machuca, jefe de Oficina de Seguridad de la Carga, Correo y Mercancías Peligrosas de la DGAC, explicó que la certificación “reconoce que los modelos de seguridad que se desarrollan desde la planta y hasta que la fruta llega al aeropuerto, cumplen con el estándar internacional en materias de seguridad de aviación, y garantizan que la fruta no tenga elementos que puedan poner en riesgo el vuelo, mediante objetos o sustancias que puedan causar un acto de interferencia ilícita”.
Para obtener esta aprobación, la empresa debió alinear sus procesos con el fin de asegurar la inocuidad del producto según los requerimientos aeronáuticos. De esta manera, Garces Fruit implementó los estándares solicitados en materia de aviación civil, lo que significa que las cerezas van limpias de elementos extraños que puedan poner en riesgo el vuelo.
“Esta acreditación dura dos años, pero como DGAC tenemos mecanismos de vigilancia permanente, que permiten evidenciar que las medidas de seguridad implementadas y el compromiso de la empresa se mantienen bajo los estándares que conlleva este importante reconocimiento”, explicó Ricardo Machuca, quien además enfatizó la importancia de que más industrias y empresas se sumen a esta certificación, puesto que “es un modelo de seguridad reconocido tanto por Estados Unidos como por la comunidad europea”.
“Esta importante certificación implicó, entre otras acciones, capacitaciones para más de 200 trabajadores, identificación de cargas críticas y la instalación de un detector de metales para la fruta. Fue un proyecto que veíamos difícil, pero que logramos sacar adelante gracias al compromiso de personas de distintas áreas, tanto del sector público como privado. Es un ejemplo de trabajo en equipo”, destacó Francisco Eyzaguirre, Gerente de Logística Comercial de la División Exportadora de Garces Fruit.
El proceso normal de transporte aéreo de las cerezas, sin la certificación, implica que el 100% de la carga que llega al aeropuerto debe pasar por dos tipos de inspecciones: rayos X y trazas explosivas, lo que significa una inversión de tiempo y costos.
Gracias la certificación que entrega la DGAC, desde ahora solo un pequeño porcentaje de las cerezas provenientes de la planta de Mostazal de Garces Fruit pasarán por dicha inspección, “lo que representa una importante eficiencia en tiempo, pero también en costos, puesto que el proceso de inspección tiene un valor por kilo inspeccionado”, destacó Fernanda Soto, Encargada de Sustentabilidad de la División Industrial de Garces Fruit, quien estuvo a cargo de coordinar los trabajos de certificación.
En total, el trabajo para poder lograr la acreditación de seguridad que entrega la DGAC duró poco menos de un año y surgió de un requerimiento del área Comercial. Hasta ahora, esta certificación la tenían sólo empresas del mundo de la salmonicultura.
“En un momento vinieron desde la DGAC a ver las instalaciones de nuestra planta en Mostazal y después de conocer de cerca nuestra realidad y los procesos de la industria frutícola, en conjunto con nuestra agencia de carga pudimos determinar las brechas existentes y elaborar los programas de Seguridad, Instrucción e Inspección para las exportaciones de fruta, en particular de la cereza”, explicó Fernanda Soto.
Entre otras cosas, esta acreditación exigió capacitar a trabajadores, identificar cargas críticas y un detector de metales especial para la fruta. “Este último no existía en el país, así que compramos uno en Italia que cumple con los requisitos que exige esta acreditación”, detalló la encargada de Sostenibilidad de la División Industrial de Garces Fruit.
En cuanto a los beneficios de contar con esta certificación, destacan el ahorro de tiempo y la reducción de los costos. “Es mucho más eficiente, porque podemos descargar más rápido y reducir los tiempos de almacenamiento, con todo el ahorro de energía que eso implica”, afirma. “Esta acreditación garantiza poder cargar más rápido y que la fruta tenga menos espera”, agregó.
“La acreditación es por dos años, pero nosotros queremos ir mejorando de manera continua, generando programas más robustos e incluir otras frutas en el futuro, porque por ahora es solo cereza. Como dice nuestro propósito, queremos seguir desafiando y transformando a la industria frutícola”, concluyó Francisco Eyzaguirre, Gerente de Logística Comercial de la División Exportadora de Garces Fruit.