Genética: Impacto y utilidad en la producción de arándanos
El arribo de una nueva temporada en la industria del arándano supone una serie de desafíos que los productores deben sortear de la mejor manera posible. Temas relacionados a la elección de la variedad, condiciones climáticas así como también mercados nacionales e internacionales son aspectos determinantes para el éxito de uno de los negocios con mayor crecimiento de la última década.
Frente a este escenario, la genética se ha convertido en la rama científica en la que la industria agroalimentaria mundial ha encontrado mayor apoyo, pues de ella se han podido aprovechar un sinfín de técnicas y procesos innovadores que han permitido subsanar algunos de los obstáculos más comunes en la producción de alimentos.
Y si hablamos de arándanos ¿cómo ha sido el mejoramiento genético en la producción de los berries de arbusto alto en el mundo? Este es precisamente uno de los planteamientos que el Dr. Chad Finn expondrá en esta nueva edición de seminarios internacionales que ofrecerá Blueberries Consulting en la ciudad de Madrid, España el próximo 30 de octubre.
El prestigioso Investigador genetista del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) desarrollará su ponencia entorno a los temas de mejoramiento genético en arándano de arbusto alto, quién lo está haciendo y cuáles son los desafíos y propósitos de un programa público de mejoramiento de la fruta.
Finn ha estado al frente de importantes estudios realizados por el USDA. Uno de los más recientes tiene relación con el desarrollo de nuevas variedades de berries para la industria comercial a nivel mundial. Dentro de los objetivos de esta investigación, publicada en el mes de junio de este año, destaca la expansión del germoplasma disponible para los cultivos de plantas mediante la recolección de especies silvestres de Rubus, Vaccinium y Fragaria. Este material es luego evaluado e incorporado en el material de reproducción avanzada.
El XIII Seminario Internacional de Blueberries Consulting también contará con la participación del Dr. James Hancock, profesor emérito del Departamento de Horticultura de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, quien profundizará sobre el mejoramiento genético de arándanos en el mundo.
El especialista hará un análisis pormenorizado de los avances, dificultades y oportunidades en esta materia, basándose en estudios e investigaciones recientes elaboradas por la institución que representa. La intención es generar debate con los asistentes y aclarar sus inquietudes sobre el tema.
La experiencia del experto lo ha llevado a trabajar en proyectos que tienen relación con la genética en los berries, así como la selección asistida de marcadores de reproducción y Bioseguridad ambiental de cultivos transgénicos.
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Cada vez son más las compañías productoras de arándanos que invierten importantes sumas de dinero en programas de genética para la producción de nuevas y mejores variedades de esta fruta.
La demanda de un producto fresco, que cumpla con las estrictas normas de calidad, ha hecho que el negocio gire más hacia ese camino, tomando en consideración que los cambios de clima y los largos viajes de exportación son parte de los nuevos desafíos.
Estos últimos dos años a nivel mundial se han presentado nuevas variedades de arándanos, muchas de las cuales habían sido estudiadas por más de una década. Nuevos tipos de la fruta, bautizados como Titanium y MegasBlue tienen mayor resistencia a climas secos, además de que pueden soportar traslados más prolongados. Eureka es otra variedad estudiada, destacando por su enorme calibre, sabor y vida útil.
Chile no se está quedando atrás en este tema, es por ello que científicos e investigadores en esta materia se han mantenido a la vanguardia para hacer aportes relacionados con el desarrollo de nuevas variedades, las cuales aún están en etapa de estudio.
Sobre esto, investigadores como la doctora Marina Gambardella, especialista en Biotecnología de la Facultad de Agronomía y Ciencias Forestales de la Universidad Católica, confirman que crear nuevas variedades de alguna fruta puede tomar entre 10 y 14 años.
En definitiva, la mejora genética se ha convertido en la fórmula necesaria para mantener un alto nivel de calidad y hacerle frente a la competencia, la cual ha ido en aumento junto con las exigencias de los consumidores.
Incorporar nuevas variedades de arándanos en el mercado supondría, de acuerdo a la visión de los expertos, un incremento en la rentabilidad de los cultivos. Asimismo, se estaría hablando de la reducción de costos de cosechas, el aumento de los rendimientos, postcosechas más productivas y una experiencia de consumo mucho más óptima.