Industria mexicana de arándanos acelera recambio varietal y busca consolidarse en EE. UU.
En el marco de su ciclo de diálogos por cultivo, Aneberries presentó las perspectivas para la campaña 2025–2026 de la industria del arándano en México. El webinar contó con la participación de representantes de empresas como Agronacer, Berries Paradise, Driscoll’s, Sun Belle, Hortifrut, Prize, Fall Creek y Planasa. La mesa de diálogo fue moderada por Juan José Flores, director general de Aneberries.
Según las cifras del USDA compartidas por la asociación, la industria mexicana de arándanos tiene como principal destino el mercado de Estados Unidos. Desde la temporada 2013–2014 hasta la 2022–2023, las exportaciones mostraron un crecimiento sostenido, alcanzando un peak de 79.305 toneladas. Sin embargo, en la temporada 2023–2024 se registró un retroceso de 19,68 %, con 63.701 toneladas comercializadas. En la última campaña 2024–2025, la tendencia se mantuvo con un ligero descenso de 0,07 %, llegando a 63.658 toneladas.
Superficie en expansión y nuevos polos productivos
En cuanto a la superficie destinada a arándanos, desde la temporada 2014–2015 —cuando se utilizaban 1.843 hectáreas— la curva ha sido ascendente. Para 2024–2025 la superficie alcanzó las 11.000 hectáreas y, en lo que va de la campaña 2025–2026, ya se han contabilizado 7.648 hectáreas.
Los principales estados productores de arándano son Jalisco, con 3.663 hectáreas (48 %); Michoacán, con 1.374 hectáreas (18 %); Sinaloa, con 759 hectáreas (10 %); y Baja California, con 712 hectáreas (6 %).
Para la presente temporada se estima una producción nacional de 91.700 toneladas. De ese volumen, se proyecta que el 14 % se destine al mercado interno, un 1 % a exportación de producto congelado y alrededor del 75 % a exportación de fruta fresca.
Durante el diálogo, Ricardo Márquez, de Fall Creek, indicó que de acuerdo con las estadísticas de la empresa, las hectáreas sembradas en la campaña actual se acercan a las 10.000, con estados como Puebla y Sonora mostrando una tendencia creciente. Señaló que los productores están apostando con fuerza por la nueva genética, con un recambio varietal que busca sustituir materiales más antiguos como Biloxi, Ventura o Victoria.
Por su parte, Rubén Guerrero, de Planasa, destacó el avance de proyectos relevantes para la nueva temporada. De acuerdo con las cifras que maneja la compañía, la superficie sembrada para 2025–2026 se ubicaría ligeramente por encima de las 11.000 hectáreas.
Un dato clave aportado por Cristina Meza, de Driscoll’s, fue que el aumento de superficie está estrechamente ligado a sustituciones y recambios hacia nuevas variedades. De unas 350 hectáreas “nuevas”, el 75 % corresponde en realidad a reemplazo de materiales que dejaron de cumplir con los requerimientos del mercado.
Retos de la industria mexicana de arándanos
Actualmente, la industria mexicana de arándanos enfrenta una serie de desafíos en su objetivo de dominar la oferta hacia Estados Unidos. En un contexto de recambio varietal, los esfuerzos se concentran en aumentar la productividad de la cosecha, incorporar nuevas genéticas y dejar atrás a las variedades pioneras que ya no responden a las exigencias de calidad y condición.
El sector también se prepara para la irrupción de Perú en el mercado estadounidense. A favor de México juega el hecho de que sus envíos de arándanos hacia EE. UU. no están gravados con aranceles. Además, la estrategia apunta a posicionar la fruta en la ventana de primavera (febrero–marzo), por delante de la oferta de Perú y Chile.
Otro foco de desarrollo es la apertura de nuevos mercados en Asia y Europa, donde la obtención de fruta de alta calidad será determinante. En este escenario, la industria mexicana encara desafíos adicionales, como la falta de mano de obra calificada y las condiciones climáticas adversas, factores que pueden incidir directamente en la competitividad de la campaña 2025–2026 y las que vienen.
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