La reelección envía una señal de estabilidad al mercado: compradores, importadores y cadenas minoristas podrán proyectar con mayor certidumbre sus programas comerciales para las próximas temporadas. La gobernanza gremial consistente facilita la coordinación con autoridades y el sector privado en materias clave como habilitación sanitaria, logística y posicionamiento de origen.

Desde el gremio se subrayó que el nuevo período profundizará el objetivo de mantener a Chile como proveedor confiable, innovador y de excelencia en los mercados internacionales, línea que —según declaraciones recogidas por la prensa— combina desarrollo competitivo y sostenibilidad como ejes de trabajo.

Estabilidad para el mercado

La decisión unánime del directorio da continuidad a una agenda que el sector reconoce como necesaria para reducir incertidumbre y sostener márgenes en un ciclo de costos elevados. Para la demanda internacional, continuidad de liderazgo se traduce en previsibilidad para contratos, ventanas de suministro y compromisos de calidad.

En la práctica, esta estabilidad facilita la planificación de cosecha, poscosecha y distribución, disminuye riesgos operativos y respalda negociaciones de mediano plazo con el retail. El mensaje al exterior es claro: Chile mantiene su propuesta de valor basada en cumplimiento técnico, trazabilidad y servicio.

Sanidad y apertura como habilitadores

Acerca de los desafíos para el próximo período del gremio, se explicó que serán fortalecer el rol del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) como pilar de la sanidad y la apertura de mercados, afianzar la agenda internacional en materia diplomática y fitosanitaria, con especial foco en nuevos destinos como África.

En paralelo, la agenda contempla profundizar y diversificar destinos, lo que contribuye a repartir riesgos y a capturar ventanas de mejor precio. La continuidad directiva favorece la ejecución de expedientes en curso y la consolidación de relaciones con importadores estratégicos.

Promoción y posicionamiento internacional

La promoción público-privada seguirá orientada a defender atributos diferenciales de la fruta chilena —inocuidad, calidad, sostenibilidad y trazabilidad— en un entorno de competencia creciente. Campañas coordinadas con importadores y retail refuerzan la recordación de marca país, sostienen primas de precio y fidelizan a los compradores.

Para el mercado, esto se traduce en señales de continuidad de la oferta y de la propuesta de valor de Chile como origen, elemento clave para cerrar programas anuales y reforzar presencia en categorías de alto dinamismo. La reelección hasta octubre de 2028 entrega el horizonte temporal necesario para ejecutar estas prioridades.