La creciente demanda de frutas congeladas en Corea del Sur: una combinación de tendencias económicas y dietéticas

En 2023, Corea del Sur importó una cifra récord de 64.000 toneladas de fruta congelada, impulsada por el aumento de los costos de los productos frescos y las tendencias dietéticas cambiantes. Los arándanos y los mangos congelados son las mejores opciones para los consumidores que buscan alternativas nutritivas y rentables. Las nuevas políticas de importación de Australia reflejan un compromiso más amplio con la inocuidad, la calidad y la bioseguridad de los alimentos en el mercado global.

En una era marcada por cambios en las preferencias culinarias y ajustes económicos, el apetito de Corea del Sur por la fruta congelada ha aumentado a niveles sin precedentes. En 2023, las importaciones nacionales de estas delicias frías aumentaron a un récord de 64.000 toneladas, un aumento del 6% respecto al año anterior. Este repunte es una consecuencia directa del aumento de los costos asociados con las frutas producidas en el país, lo que obliga a los consumidores a gravitar hacia alternativas congeladas más económicas. Entre las selecciones heladas, los arándanos congelados se han convertido en la primera opción para el 30 por ciento de los consumidores, seguidos de cerca por los mangos con un 22 por ciento. Este fenómeno subraya una narrativa más amplia de adaptación y cambio dentro del mercado mundial de alimentos.

Adaptar los gustos en medio del aumento de los costos

Detrás de este aumento de la demanda se esconde una compleja interacción de factores. El aumento de los precios de los productos frescos, una preocupación para muchos hogares coreanos no sólo ha alterado los comportamientos de compra sino que también ha puesto de relieve las presiones económicas que agobian los presupuestos. Dado que los consumidores se inclinan cada vez más hacia sustitutos rentables, la fruta congelada se han convertido en la opción preferida para muchos, combinando conveniencia con asequibilidad. Este cambio, si bien refleja las condiciones económicas, también indica la evolución de las tendencias dietéticas, a medida que los hogares continúan dando prioridad a la salud y la nutrición sin comprometer los costos.

El giro político de Australia: garantizar la seguridad y la calidad

A medida que el panorama mundial de las importaciones y exportaciones de alimentos sufre revisiones significativas, Australia ha tomado medidas decisivas para salvaguardar sus normas de bioseguridad e inocuidad de los alimentos. En 2023, el Departamento de Agricultura, Pesca y Silvicultura introdujo requisitos rigurosos de importación para fruta y verdura congeladas, lo que marcó un cambio fundamental en la política. Estos nuevos estándares enfatizan no solo los métodos de congelación, sino también la necesidad de una documentación exhaustiva y un estricto cumplimiento de los protocolos de embalaje y limpieza. Esta revisión de la política tiene como objetivo fortalecer la seguridad, la calidad y la bioseguridad de los productos alimenticios importados, lo que refleja un compromiso creciente con la salud y la seguridad públicas en todos los ámbitos.

El efecto dominó global

Las repercusiones de estos acontecimientos se sienten mucho más allá de las costas de Australia y Corea del Sur. A medida que las naciones de todo el mundo enfrentan los desafíos que plantean el cambio climático, las fluctuaciones económicas y la evolución de las preferencias de los consumidores, el panorama del comercio internacional de productos alimenticios está cambiando. La creciente preferencia por la fruta congelada en Corea del Sur, junto con las nuevas y estrictas políticas de importación de Australia, subraya una tendencia más amplia hacia la sostenibilidad, la seguridad y la asequibilidad en el mercado mundial de alimentos. Estos cambios no sólo reflejan la naturaleza dinámica de los patrones de consumo mundial de alimentos, sino que también ponen de relieve la interconexión de las políticas internacionales y los comportamientos de los consumidores.

En conclusión, las importaciones récord de frutas congeladas en Corea del Sur en 2023, impulsadas por los crecientes costos de los productos frescos, significan un cambio notable en las preferencias de los consumidores hacia opciones dietéticas más asequibles. Al mismo tiempo, las revisiones integrales de Australia a sus políticas de importación y exportación de alimentos subrayan un movimiento global hacia mejores estándares de seguridad, calidad y bioprotección en la industria alimentaria. En conjunto, estos acontecimientos pintan un cuadro vívido de un mundo en transición, donde las presiones económicas, los cambios de políticas y las tendencias dietéticas convergen para dar forma al futuro del consumo mundial de alimentos.

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