Aún no termina el año y los analistas más informados de la industria ya publicitan sus análisis y proyecciones del futuro de la industria del arándano en el corto y mediano plazo, estableciendo bases de las que se inicie cualquier planificación.

En la gran mayoría existe consenso en que la demanda de arándanos en esta década superará la oferta de fruta en el mercado, a pesar de que todo indica que se llegará a producir 3 millones de toneladas antes de 2030, un crecimiento extraordinario si consideramos que actualmente las cifras alcanzan a 1.8 millones. Pero, a pesar de este crecimiento, la demanda estará por encima de la oferta, lo que convierte a la actividad en sostenible en el tiempo.

Sin ventanas ni fronteras

Las ventanas comerciales que existieron y que favorecieron el ingreso y crecimiento de los países que produjeron en contraestación, ya no existen.

Lo que tampoco existe son las fronteras nacionales de la industria, ya que poco a poco las empresas agrícolas han ido cambiando sus banderas. Primero fueron técnicos y empresarios chilenos que se desplazaron a Perú, luego fue el arribo de las empresas españolas en Marruecos y hoy son los empresarios peruanos los que se están instalando en Sinaloa y distintas regiones mexicanas, entre otros muchos desplazamientos de empresarios del arándano que han roto con las fronteras nacionales de la industria, globalizándola aún más.

Si a esto agregamos los desplazamientos de capitales y de propiedad de grandes empresas, adquiridas por otras o compartiendo participación, tenemos un escenario absolutamente internacional o ausente de elementos nacionales en su fisonomía corporativa.

Mercados

Claramente lo que se busca es la proximidad a los mercados, en los casos enunciados, se trata de aproximarse al de EEUU y al de Europa, pero ya hay algunos empresarios que están arribando a China, y la India está considerada como objetivo en el corto plazo. Como vemos, la industria del arándano no se detiene, es dinámica, está en pleno crecimiento, tiene presencia permanente en el mercado y es esencialmente global, sin ventanas ni fronteras de ningún tipo.

Este fenómeno se ha acrecentado en el último año y ha estado presente, pudiéndose constatar en los encuentros de la industria que se han realizado en Lima, Guadalajara y Trujillo principalmente, pero probablemente se hará más evidente en el encuentro de la industria internacional del arándano que se hará en Agadir, Marruecos, en setiembre próximo.

El crecimiento de la demanda y los pronósticos de los analistas, en el sentido que estamos en el inicio de una segunda ola de consumo, motivan a los diferentes actores de la industria a avanzar en estas medidas tan sorprendentes para el medio, que en otro caso u otros momentos aparecerían como aventuradas e incomprensibles.