Este inusual fenómeno meteorológico no tiene precedentes en los siete años que llevo dedicado al cultivo de arándanos. Las lecturas de temperatura de nuestras siete estaciones meteorológicas estratégicamente situadas han mostrado una notable variabilidad cada 15 minutos.

Las evaluaciones iniciales indicaban una pérdida del 30% de nuestra cosecha prevista. Ahora prevemos que esta cifra se acerque al 50%. La Cámara de Comercio proporcionará evaluaciones más precisas cuando declare condiciones de fuerza mayor. Las variedades tempranas y de media estación parecen haber sufrido una pérdida total. Hay un rayo de esperanza para algunas de las variedades de maduración más tardía, aunque las perspectivas siguen siendo poco halagüeñas.

¿En qué etapa de desarrollo se encontraban los arándanos en ese momento?
La fase de floración ha concluido y las bayas son incipientes. Las variedades tardías, aún en prefloración, todavía pueden dar fruto. Sin embargo, para los arbustos con yemas formadas, las posibilidades de producción de bayas son nulas.

¿Qué aplicaron para mitigar el daño de las heladas?
Probamos con generadores de humo caliente, llamados coloquialmente «pistolas de glicerina», y quemamos todo el material disponible. Desgraciadamente, estas medidas, junto con agentes especializados de protección contra las heladas, resultaron ineficaces contra las severas temperaturas.

¿También se vieron afectados los productores vecinos?
Los datos de las estaciones meteorológicas y los sensores sugieren una afectación generalizada. Mientras nosotros mantenemos una postura prudente ante la situación, nuestros vecinos tienen una visión más optimista. Esta discrepancia podría deberse a la falta de información exhaustiva o al retraso en la realización de una evaluación agronómica completa.

Frutas de hueso

A principios de mayo, una repentina bajada de las temperaturas nocturnas en la región ucraniana de Dnipropetrovsk provocó importantes daños en los árboles frutales. Petro Lyakhovich, propietario de una plantación en la aldea de Vladimirovka, informó de que la bajada del mercurio hasta -1 °C provocó daños por heladas en sus albaricoqueros y ciruelos, según SEEDS.

«A pesar de una primavera generalmente cálida, la helada de la noche del 5 de mayo, aunque aparentemente menor, tuvo un impacto sustancial. Aunque sobrevivieron unos pocos albaricoques, las cosechas de ciruelas quedaron totalmente diezmadas.

Este fenómeno no es infrecuente todos los años, pero la magnitud de los daños este año no tenía precedentes, ya que afectó a unas 2,5 hectáreas», transmite Lyakhovich.

Lyakhovich señala que los albaricoqueros son especialmente vulnerables a las heladas debido a su precocidad en la floración y el cuajado de los frutos. Este año ha sido el primero en que los cultivos de ciruelas han sucumbido al frío. Lo atribuye a la llegada prematura del calor, que provocó un desarrollo del fruto más temprano de lo habitual.

«Los frutos estaban en un estado delicado, empezando a tomar forma. Si hubieran estado más desarrollados o aún no se hubieran formado, los daños podrían haber sido menos graves. Esta primavera, sin embargo, se produjo un avance prematuro del periodo vegetativo», declara Lyakhovich.

Los agricultores de otras regiones se han enfrentado a problemas similares. «Colegas de las regiones de Vinnytsia y Chernivtsi informan de daños de diversa consideración en los árboles. En el distrito de Novomoskovsk, las heladas se cobraron incluso campos enteros», añade Lyakhovich.