Los arándanos, una superfruta rica en fibra y vitamina C, generalmente se recogen de los arbustos que crecen en el suelo.

Ahora, un grupo de productores de los Altos del Golán comercializa un tipo de arándano australiano que crece bien en el aire fresco del norte, pero en contenedores sobre plataformas, dentro de un invernadero.

Estos arbustos de arándanos fueron plantados en 2018 por Carmel Berry, una asociación del Grupo Ampa, Kibbutz Ein Zivan y Moshav Natur, en contenedores que son monitoreados en busca de insectos, agua, fertilizantes y oxígeno. Este año produjeron 100 toneladas de arándanos y los productores agregarán frambuesas, moras y fresas a la mezcla.

Los arbustos de arándanos de Carmel Berry se cultivan en contenedores en los Altos del Golán (Cortesía de Carmel Berry)

Las bayas de Carmel no son orgánicas, pero se cuidan con un control biológico de insectos y se colocan colmenas cerca para fomentar la etapa de floración.

¿El precio de estas gemas? 175 NIS (alrededor de 50 dólares) por seis cajas de 125 gramos (4,4 onzas) cada una (están disponibles para entrega a domicilio y se exportan a Dubái y Europa).

Eso es aproximadamente el doble del precio de 15 NIS (alrededor de $ 4,2) en una caja del mismo tamaño de arándanos chilenos importados.

Permitir más importaciones de productos a Israel ha reducido el precio de algunos cultivos, dijo Orna Sandal, del departamento de frutas de la Junta de Comercialización de Plantas.

Siempre hay un acto de equilibrio entre las importaciones y las exportaciones agrícolas, dijo Sandal.

«Podemos cultivar prácticamente cualquier cosa aquí», dijo Sandal. “Simplemente cuesta más, principalmente debido a la mano de obra. Así que siempre tenemos que sopesar lo que se puede cultivar aquí o lo que se puede importar más fácilmente ”.

Arándanos Carmel Berry, que ahora se exportan a Europa y Dubai (Cortesía de Carmel Berry)

Los arándanos son claramente un cultivo caro en Israel, dijo Sandal, «en comparación con algo como los tomates, que solo cuestan un shekel o dos cada uno».

Y los israelíes han aprendido a amar las bayas, agregó. Algunos han «incluso cambiado el nombre», dijo Sandal. “Antes se llamaba uchmaniot, que es un nombre feo para una fruta preciosa. Ahora simplemente lo llaman arándanos, con acento israelí“.