Según Amine Bennani, presidente de la Asociación Marroquí de Productores de Frutos Rojos, la temporada marroquí de arándanos está arrancando gradualmente, y las primeras cosechas tempranas se enviaron hace un par de semanas.

«Se trata de las nuevas variedades tempranas plantadas en Dakhla, una nueva zona de producción, y en Agadir. La temporada comienza en realidad a finales de noviembre/principios de diciembre para la mayor parte del volumen, salvo incidentes climáticos graves».

La superficie cultivada ha pasado de 6.500 ha a 7.500-8.000 ha esta temporada, según Bennani, que prevé un crecimiento interanual de dos dígitos en los volúmenes. El representante del sector prosigue: «Los volúmenes de exportación de la temporada pasada alcanzaron las 86.606 toneladas, frente a las 67.662 toneladas de 2023/2025, lo que supone un aumento del 28%, y esperamos un crecimiento similar esta temporada.

El crecimiento de la superficie y de los volúmenes va acompañado, a nivel nacional, de una transición hacia variedades de mayor rendimiento y calibres más grandes (calibres jumbo y super jumbo de 18 y superiores), con un énfasis en el crujiente de la fruta y una mayor vida útil, con el fin de responder a la evolución del mercado y a la competencia».

Según Bennani, el crecimiento de los volúmenes no provocará un exceso de oferta en el mercado europeo. Incluso prevé un descenso de las exportaciones marroquíes de arándanos a Europa con respecto a la temporada anterior.

«La temporada pasada se produjo una diversificación importante de los mercados con el desarrollo de los mercados estadounidense y canadiense, que siguen siendo prometedores esta temporada y donde los exportadores marroquíes dominan la logística.

También esperamos que los destinos de Oriente Medio importen en conjunto más de 5.000 toneladas y Rusia más de 3.000 toneladas, como ya ocurrió la temporada pasada. Los primeros envíos de arándanos marroquíes a China, un mercado muy importante, tendrán lugar muy probablemente también esta temporada», concluye.