Los productores onubenses de arándanos conocen la experiencia de Argentina en este cultivo en la Jornada de COITAND
Una de las ponencias de la III Jornada Técnica sobre el Arándano, organizada por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental (COITAND) y que se ha desarrollado este Martes en el Campus Universitario de La Rábida, que ha despertado gran interés ha sido la intervención de Pablo Rubio, asesor en cultivos de arándanos en Argentina, que ha hablado precisamente de la situación de este cultivo en el país andino.
Rubio ha compartido con los asistentes la experiencia de los productores de arándanos en su país y ha manifestado su sorpresa cuando ha conocido de primera mano la situación del sector de los frutos rojos en Huelva, y en especial las explotaciones de arándanos “porque la situación es muy similar a la de la Argentina”.
En este país del cono sur latinoamericano se cultivan actualmente 2.750 hectáreas de arándanos, con una producción de 21.000 toneladas, de las que en torno a 17.000 se dedican a la exportación, “somos también, como ustedes, netamente exportadores”, subraya el experto. Los principales mercados de destino, fundamentalmente por vía aérea aunque también marítima, son los EE.UU, con casi el 65% en 2015, seguidos de Reino Unido y Europa continental, con un 15% de la exportación, y en menor medida Canadá y Asia, exceptuando China.
Argentina tiene tres zonas de producción, que van del norte al centro del país, con diferentes características climatológicas, y constituye un importante proveedor de arándanos en contra-estación para el Hemisferio Norte. El grueso de la producción se concentra en unos 100 o 110 días, que van de agosto a noviembre, “aunque ya casi ni es negocio producir en noviembre”, apostilla Rubio.
“Desde que empezamos con la producción en 1998 ha sido una montaña rusa y nos hemos tenido que adaptar a muchas cosas”, ha recalcado el experto argentino, y precisamente uno de los aspectos que el sector ha tenido que afrontar es la renovación varietal, “nosotros no vamos a incrementar las hectáreas de producción pero sí estamos inmersos en un proceso de renovación de las variedades, arrancamos con variedades erróneas y eso nos ha hecho sufrir mucho”, subraya Rubio, que indica que actualmente el mapa varietal de arándanos en Argentina se está cambiando hacia variedades ultra tempranas como puede ser la ‘Snowchaser’, que comienza su producción a mitad de agosto.
El adelantamiento de la producción, la calidad postcosecha, la alta productividad y el sabor y las características organolépticas son los criterios que los productores argentinos tienen en mente a la hora de afrontar este recambio varietal.
Sin embargo Rubio ha alertado que la situación puede cambiar en los próximos años con el aumento en el mercado de la producción de arándanos de Perú, que en 2017 dedicará a la exportación unas 34.000 toneladas, pero que está previsto que esta cifra se incremente en 2018 hasta las 56.000 toneladas, aunque todavía muy lejos de las 110.000 ton que exporta Chile.
En la III Jornada Técnica sobre el Arándano de COITAND se ha hablado también de otros temas de interés para los productores onubenses como el que han abordado Pablo Alvarado, director del laboratorio de Sanidad Vegetal de Huelva, y Salud Orta, también del laboratorio de Sanidad Vegetal de Huelva, sobre las posibles amenazas patológicas en el cultivo del arándano, que han hecho una completa descripción de patógenos que podrían afectar a este cultivo.
La jefa del Departamento de Sanidad Vegetal en Huelva, Elisa Dominguez, ha hablado en su intervención de la Xylella Fastidiosa, y ha hecho hincapié en que la principal medida de control fitosanitario de esta bacteria, con un enorme potencial patógeno sobre un gran número de plantas, es extremar las precauciones en cuanto al comercio del material vegetal sensible para evitar la llegada de plantas infectadas, material que debe proceder siempre de productores autorizados y con pasaporte fitosanitario, en su caso.
Domínguez ha explicado que por su condiciones climáticas las zonas con un mayor riesgo potencial para la expansión de esta bacteria, cuya principal vía de dispersión es el transporte de material vegetal contaminado que luego se transmite a otras plantas a través de insectos vectores, es el área mediterránea de clima cálido-templado, como son la Peninsula Ibérica, Italia y Grecia.
Domínguez ha recordado también que en Europa las primeras detecciones de Xylella Fastidiosa fueron en octubre de 2013 afectando seriamente al olivar, y posteriormente en julio de 2015 en Francia, en abril de 2016 en Alemania y en noviembre de 2016 en las Islas Baleares.
Fuente: Agrodiariohuelva.es
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