María del Carmen Salas: Experta en hidroponía que estará en Seminario de Lima
María del Carmen Salas es Doctora por la Universidad de Almería y Profesora Titular del Departamento de Agronomía de la mencionada casa universitaria. Su actividad académica y de investigación se ha centrado en las técnicas de hidroponía y cultivo sin suelo, con especial énfasis en el manejo del agua y fertirriego. En la actualidad es coordinadora del Máster en Horticultura Mediterránea bajo invernadero y dirige también el Curso de Especialista en Hidroponía y Cultivo Sin Suelo organizado por la Universidad de Almería.
En el XI Seminario Internacional de Blueberries, que se realizará en el JW Marriott de Lima, Perú, el próximo 17 de mayo, la experta expondrá el tema: “Producción hidropónica en arándanos: Aspectos claves de manejos, criterios a considerar, seguimiento y control”.
En la gran mayoría de sus más de 70 artículos e investigaciones realizadas y publicadas, su interés va dirigido a conocer de los distintos aspectos de este tipo de manejo, tanto en los aspectos de nutrición, riego o fertirriego, análisis de cualidades de sustratos en sus diferentes variantes, y todo lo relacionado al cultivo sin suelo y sus múltiples herramientas y paquetes tecnológicos. En uno de sus tantos trabajos de investigación publicados y relacionados con el cultivo sin suelo, María del Carmen Salas Sanjuán fundamenta:
“Se espera que en las próximas décadas, el mundo de la población se incremente en más de un 40%, acercándose a los 10 mil millones de personas para 2050. En estas circunstancias, será necesario aumentar los rendimientos de los cultivos y la eficiencia de la producción para satisfacer la demanda de alimentos para una población en constante crecimiento. Por lo tanto, existe la necesidad de desarrollar cultivos que utilicen nutrientes de manera más eficiente”.
Ventajas para el arándano
El concepto de agricultura sin suelo es la combinación de un conjunto de técnicas y elementos tecnológicos que sustituyen al suelo y que permiten diseñar estructuras con el objetivo de aprovechar y favorecer condiciones ambientales idóneas para producir los cultivos.
Esta técnica de manejo de todas formas necesita un anclaje para la planta, un medio en que se sostenga, un sustrato. Con el desarrollo tecnológico se han creado fórmulas de las más variadas formas y contenidos para usarlas de acuerdo a las necesidades de tamaño, variedad, o estado fenológico de las plantas y satisfacer de mejor manera las necesidades de nutrientes, temperatura, respiración y humedad.
En el caso de los arándanos, que tienen raíces superficiales y que requieren riego frecuente, pero también tienen la cualidad de crecer poco si el suelo está saturado o excesivamente húmedo, los sustratos sin tierra les permiten recibir los niveles óptimos de humedad y un drenaje adecuado, y por sus necesidades de suelo ligeramente ácido, las técnicas hidropónicas le resultan especialmente apropiadas.
Una ventaja de cultivar el arándano en un sistema hidropónico es que el contenedor permite reducir el marco de plantación, ya que la planta se desarrolla de forma independiente con un sustrato adecuado, sin depender de la fertilidad del suelo. Con este sistema se puede llegar a duplicar la producción por unidad de superficie.
Mayor y mejor control
La hidroponía aumenta la producción y permite cultivar en áreas donde las condiciones de suelo no lo hacen posible. Las enfermedades o agentes biológicos patógenos son recurrentes en los cultivos en suelo, amenaza que no existe en la fruticultura que sustituye el suelo. El control de la maleza en los cultivos en suelo es muy dificultoso, en cambio, en la modalidad sin suelo, es casi inexistente.
Por otro lado, el espaciamiento de las plantaciones en suelo limita la fertilidad y la densidad de la plantación es menor, sin embargo fuera de suelo se logra una alta densidad y un mayor aprovechamiento del espacio y de la luz.
En el caso de la nutrición de la planta, en suelo es más difícil de controlar, debido a la variabilidad del medio ambiente, sin embargo en sustrato tiene estabilidad y permite monitorearla y corregirla.
Respecto al agua, en la fruticultura en suelo se tiende generalmente al estrés por carencia o mala distribución del recurso hídrico, lo que no sucede en el manejo frutícola sin suelo, debido a que la tecnología hidropónica se basa en la disposición permanente de agua aplicada de manera racional y equilibrada para un aprovechamiento eficaz del recurso.
Finalmente, los sustratos utilizados en la fruticultura fuera de suelo proporcionan mayor oxigenación a las plantas, en comparación a la obtenida por los cultivos en suelos naturales.
Fuente: Martín Carrillo O. – Blueberries Consulting
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