«El mercado marroquí, por otro lado, ofrece muchas nuevas oportunidades y variedades. Como nueva empresa, nos gustaría vincularnos con esas nuevas variedades; estamos muy enfocados en Marruecos. Los productores nos preguntan si podemos comercializar su producto de forma correcta y a un precio justo. Ahí es donde se asienta nuestro trabajo y, por ahora, ha funcionado muy bien».

La empresa está importando cantidades cada vez mayores de berries de Marruecos. «Tienen una calidad excelente. Son bonitas, dulces, crujientes y jugosas. En ocasiones uno compra una caja de berries que no son jugosas o firmes, pero, desde luego, con estas no pasa», asegura Robbert.

El mercado sigue buscando

Robbert espera que la temporada continúe hasta la semana 22 este año. «No obstante, eso depende de varios factores. Uno de ellos son las condiciones meteorológicas, que tienen que ser excelentes para continuar hasta la semana 22. Esta temporada, una vez más, el mal tiempo ha sido un obstáculo, por ejemplo para las frambuesas. Eso ha provocado el desplome de las ventas y el aumento brusco de los precios». La COVID-19 es otra incógnita. «El mercado sigue buscando y se muestra reacio a comprometerse a programas. Hay mucha incertidumbre, así que todo el mundo se centra en lo que es mejor para ellos y para los productores, semana a semana».

«El virus también ha cambiado un poco el enfoque interno de la empresa. Ahora prestamos mucha atención a los transportistas, por ejemplo. Mantener un buen contacto con ellos es un trabajo a tiempo completo. ¿Los envíos están llegando pronto o tarde? Estas son algunas de las cuestiones que tratamos continuamente con ellos para así poder darles siempre a nuestros clientes la información correcta», explica Robbert

Empresa progresista

Esta joven empresa progresista está prosperando. «El mercado marroquí está creciendo y nosotros vamos a la par, naturalmente. Para ello, debemos ajustar nuestras ventas de varias maneras. Ahora estamos dándole vueltas al consumo. ¿Podríamos conseguir que se comiesen más arándanos, por ejemplo?».

Leisink no tiene ninguna respuesta concreta a esta pregunta todavía, pero sí muchas ideas. «Los supermercados aún tienen a la venta muchas bandejas de 125 gramos, pero los establecimientos escandinavos cada vez ofrecen más bandejas de 200 gramos como envase de mínimo. Siempre y cuando la calidad se mantenga alta, debería ser posible aquí también, pero los consumidores deben estar dispuestos a pagar más».

Tomar juntos la iniciativa

Esta estrategia retail también ofrece otras oportunidades. «Los supermercados aún utilizan demasiados embalajes de plástico, que se pueden sustituir por unos envases sostenibles de cartón, pero los retailers todavía dicen con frencuencia que son demasiado caros. Nosotros creemos que es posible eliminar más envases de plástico de la venta al detalle. Si tomamos juntos la iniciativa, se puede hacer. Espero que se llegue a un punto de inflexión y que, en el futuro, los retailers estén dispuestos a pagar un poco más por los envases sostenibles. Cuando uno dé el salto, el resto irá detrás», concluye Robbert.