Monitoreo y sanitización de huertos de berries para contrarrestar propagación de plaga Drosophila suzukii
Un llamado a estar alertas y a monitorear permanentemente los huertos para mitigar el impacto de la plaga Drosophila suzukii, realizaron expositores en seminario técnico organizado por INIA y SAG en Chillán para conocer y controlar el avance de este insecto en los huertos de berries. Ello, debido a que el insecto ya está presente, pero en cantidades tan bajas que aún no genera daño económico en las regiones de Ñuble y Biobío, por lo que resaltaron la necesidad de tomar medidas preventivas que eviten que esta plaga logre reproducirse explosivamente y perjudique la producción de fruta.
El investigador de INIA Quilamapu, Luis Devotto, explicó que usualmente la primera reacción de los agricultores es aplicar insecticidas para proteger la fruta, pero esta estrategia funciona sólo uno o dos años y que en el mediano y largo plazo se debe implementar otro tipo de medidas. Indicó que la situación se complica con los productores orgánicos, ya que es en Ñuble donde está concentrada la producción orgánica de berries del país. “Un productor convencional dispone de alrededor de 20 diferentes productos para aplicar, pero los orgánicos solo dos, por lo que es imperativo combinar estrategias”, resaltó el entomólogo.
Devotto fue uno de los cinco charlistas del seminario “Opciones de manejo de mosca de alas manchadas Drosophila suzukii en frutales de importancia para la región de Ñuble”, en el que también expusieron el investigador de la Universidad de Oregon (Estados Unidos) Marco Rossi, la ingeniero agrónomo del SAG, Ruth Castro; y los investigadores de INIA Quilamapu Cristián Balbontín y Juan Hirzel.
Acciones preventivas
El investigador de INIA Quilamapu sostuvo que para evitar que este insecto (también conocido como mosca de alas manchadas) llegue a un huerto deben adoptarse medidas estrictas: capacitar a los trabajadores para que no ingresen fruta a los campos, mantener canales y caminos libres de zarzamora y otros frutos silvestres, no dejar fruta abandonada en las plantas cuando termina la cosecha, entre otras. Lo anterior debe realizarse especialmente si el huerto está cerca de zonas turísticas, ya que los veraneantes son el principal medio de dispersión de esta diminuta mosca de 3 milímetros de largo.
En tanto, la ingeniero agrónomo del SAG, Ruth Castro, recalcó que el manejo y control de Drosophila suzukii deben hacerla los propios productores. “Cada uno debe preocuparse de su huerto, lo que implica realizar un manejo integrado de la plaga, monitorearla y adoptar acciones culturales de sanitización” detalló la profesional, agregando que estas medidas deben realizarse desde el momento en que la fruta empieza a pintar, hasta después de la cosecha.
Malas decisiones que ayudan a la plaga
Los bajos precios de la frambuesa en la actual temporada pueden transformarse en una buena noticia para la plaga, ya que el bajo valor de la fruta lleva a algunos productores a no cosechar para no trabajar a pérdida.
Devotto abundó que “antes de la llegada de esta mosca a Chile, no cosechar no revestía mayor problema, ya que la fruta sobremadura se cae y se descompone en el suelo. En cambio ahora, la fruta sin cosechar se transforma en el lugar ideal para que Drosophila suzukii se reproduzca, agudizando el problema para la siguiente temporada”.
Finalmente, el entomólogo de INIA Quilamapu explicó que los productores de berries están acostumbrados a que las plagas más importantes estén bajo el suelo, pudiendo controlarlas a lo largo del año. “Drosophila suzukii viene a cambiar este hábito, porque está presente en la parte aérea de la planta y además coincide con la cosecha, lo que marca una diferencia importante en el manejo del huerto”, concluyó.
¿Dónde está presente la plaga?
La profesional del SAG, Ruth Castro, expresó que el área de mayor riesgo y donde actualmente está presente el insecto son seis, desde la Región del Maule hasta la región de Los Lagos. “En este largo tramo, todos los productores tienen que estar muy atentos, monitoreando y evaluando sus huertos. Por razones climáticas, la plaga debería causar menos problemas hacia el norte (Metropolitana, Valparaíso y O’Higgins) y hacia el sur (Aysén), regiones donde no se ha detectado la plaga aún, pero es probable que llegue pronto, por lo que también esos productores tienen que estar atentos”.
Drosophila suzukii se adaptará a las condiciones de Chile
El investigador de la Universidad de Oregon, Marco Rossi, es una opinión respetada en la materia, ya que ha trabajado con este insecto tanto en su país natal, Italia, como en EE.UU., donde vive actualmente. “Chile tiene muchos climas y el daño que pueda generar Drosophila suzukii dependerá de su adaptación a ellos. Por eso nos cuesta saber qué tan grandes serán esos impactos”.
Rossi agregó que no es posible indicar en cuánto tiempo más los efectos de la plaga se harán más visibles, ya que la experiencia extranjera es diferente al caso chileno. “En Europa y Estados Unidos (donde la plaga apareció en 2010) primero los agricultores perdieron entre un tercio y la mitad de la cosecha y después nos pusimos a buscar las causas. Sólo en ese momento supimos que teníamos Drosophila suzukii. Gracias a que el SAG de ustedes implementó un sistema de vigilancia preventivo, acá en Chile descubrieron el insecto antes de que haya invadido los huertos comerciales, lo que les da algunos años de ventaja para combatirlo antes de que las poblaciones sean inmanejables. Si se preparan adecuadamente, los daños podrían ser no tan malos como los que normalmente se vieron en Italia y Oregon”.
El especialista valoró el trabajo conjunto de SAG, INIA, INDAP y los productores para contrarrestar la acción de la plaga. “Me di cuenta que los productores están trabajando de manera conjunta con los organismos de investigación y transferencia, que proporcionan los lineamientos para enfrentar Drosophila suzukii. Es la mejor forma para proceder”.
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