Optimismo por las berries mexicanas tras un duro 2023

El cambio climático ha tenido un gran impacto en los volúmenes, pero la introducción de nuevas variedades ofrece esperanza para el futuro de la industria.

Para los productores de frutos rojos de México, la temporada 2023/24 fue complicada en todos los aspectos. Los volúmenes y los ingresos cayeron aproximadamente un 15 por ciento interanual debido a que el cambio climático provocó condiciones de sequía en las principales regiones de producción de Michoacán y Jalisco.

“La temporada 2023/24 fue la más difícil que hemos vivido como industria en los últimos 12 años”, afirma Miguel Ángel Curiel, gerente general de Driscoll’s México. “En Driscoll’s, comenzamos bien la temporada con volúmenes de berries que cumplieron con nuestras expectativas en otoño de 2023. Sin embargo, el invierno fue cálido, lo que afectó los rendimientos de todos los productos y las plantas no florecieron como se esperaba, aunque sí vimos cierta recuperación en los volúmenes en la primavera”.

“Ha sido un período lleno de desafíos y bastante difícil en todos los aspectos”, coincide Carlos Madariaga, director comercial de Berries Paradise. “El cambio climático ha tenido un impacto en los volúmenes en forma de calor extremo y falta de lluvia”. Una evaluación similar ofrece Álvaro Preciado, director del colectivo de productores y exportadores de bayas Gold Fruit Farm, con sede en Jalisco, quien dice que el cambio climático es solo uno de varios factores que afectan la producción.

“El tema del clima nos ha impactado porque ha cambiado la producción, haciéndola más difícil”, señala. “También nos ha afectado el tipo de cambio [peso-dólar], que está más bajo que hace un año, y los altos costos de insumos y mano de obra”. Sin embargo, hay algunas señales de optimismo.

Según Curiel, Driscoll’s México ha convertido el 100 por ciento de su producción a nuevas variedades de frutos rojos en los últimos tres años, y tiene grandes esperanzas en las introducciones recientes, incluidas las frambuesas Mia y los arándanos Arana. Mia, con su alta productividad, ofreció una «solución» para Driscoll’s la temporada pasada, aunque Curiel dice que su susceptibilidad a los hongos hace que a veces sea un desafío producirla.

Madariaga también ve oportunidades de futuro para las empresas de berries que se centran en la optimización y la “genética excepcional”. A diferencia de muchas de sus contemporáneas, Berries Paradise ya realiza envíos a mercados no norteamericanos. Aunque el 75 por ciento de sus volúmenes se destina a Estados Unidos, Madariaga estima que el 25 por ciento llega a otros mercados globales.

Como ocurre en muchos sectores, las exportaciones a Estados Unidos son actualmente el foco de casi el 100 por ciento de los volúmenes producidos por los 125 pequeños y medianos productores de Gold Fruit Farm. Sin embargo, Preciado afirma que existe un fuerte interés en llegar al mercado europeo, algo que la empresa espera lograr en las próximas temporadas.

“No es algo que hayamos explorado todavía porque apenas satisfacemos la demanda norteamericana con nuestros volúmenes, pero creemos que con variedades como Daniela (frambuesa) y Sweet Caroline (mora), además de nuevos arándanos como Sekoya Pop, podremos competir”, afirma.

Esta entrevista fue extraída de Fresh Focus North America.

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