Postcosecha, uno de los platos fuertes que se abordará en el Mes Internacional del Arándano

Si bien se mantiene que la vida óptima de la fruta en postcosecha es garantizada por los adecuados manejos en la etapa de precosecha, las variables para que esto ocurra se han multiplicado, por lo que hay que elegir muy bien las alternativas adecuadas para cada realidad de cultivo, incluso para cada huerto o granja en específico.

“La postcosecha comienza en la precosecha”, es la frase que por años ha repetido el investigador Bruno Defilippi y cada año esta frase hace más sentido, no porque no se haya escuchado y se deba repetir majaderamente, sino porque el arándano ha cambiado radicalmente su realidad de manejo al extenderse su cultivo a las distintas regiones del mundo.

Hace unas décadas hablábamos de un cultivo con manejos agrícolas y técnicos clásicos, en suelo, con regadío convencional y tratamientos fertilizantes o nutricionales con productos que ya no existen o están prohibidos. Además de su comercialización en mercados más cercanos y con una demanda menos exigente, lo que ha cambiado radicalmente.

Múltiples variables

Actualmente el arándano se cultiva también en otros sistemas tecnológicos, como el hidropónico, con nuevos productos fertilizantes y nutricionales, menos agresivos con el medio ambiente o sencillamente inocuos, y en climas y geografías que hace años eran impensadas, como plantaciones en pleno desierto, en climas tropicales, o carentes de recursos hídricos, por lo que, si bien se mantiene que la vida óptima de la fruta en postcosecha es garantizada por los adecuados manejos en la etapa de precosecha, las variables para que esto ocurra se han multiplicado, por lo que hay que elegir muy bien las alternativas adecuadas para cada realidad de cultivo, incluso para cada huerto o granja en específico.

Pérdidas

En América Latina se desperdician más de 400 mil toneladas de alimentos y casi el 80% de estas pérdidas se produce en las etapas directamente ligadas al proceso de producción y comercialización, vale decir, en la etapa de poscosecha. La causa de este desperdicio se debe a factores biológicos y físicos, y está ligada a causas directamente relacionadas con los manejos y logística, ya sea por la falta de una infraestructura adecuada para garantizar las condiciones ideales del producto, o debido a las largas distancias de los centros de distribución y consumo final, como es el caso de la fruta, y específicamente del arándano.

Alternativas

Permanentemente se están desarrollando nuevas tecnologías que permiten la reducción de estas pérdidas y éstas son muy diversas, que van desde el mejoramiento genético de las plantas para conseguir una vida más larga y productiva después de cosecha, hasta el desarrollo de nuevos manejos productivos, como el uso de sistemas de protección o cobertura de los cultivos para mitigar los efectos climáticos agresivos producto del cambio climático. Existen otros avances importantes, como el uso de sustratos y sistemas de hidroponía y el control de enfermedades fungosas o patógenos, en la perspectiva de una producción de productos más sanos e inocuos y, sobre todo, amigables con el medio ambiente, como la actual demanda internacional lo exige.

Mayor demanda

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las pérdidas se producen en las etapas previas a que la fruta llegue a los consumidores y corresponden a un 50% del total, por otro lado, la demanda por el consumo de arándanos y otras frutas latinoamericanas de exportación se mantiene de manera creciente y en aumento, por lo que la industria no sólo enfrenta el desafío de aminorar estas pérdidas, sino que debe ser más productiva y sobre todo, producir fruta de mejor calidad para una demanda internacional cada vez más exigente e informada, lo que obliga a enfrentar este desafío con múltiples herramientas y procesos, en una estrategia interdisciplinaria que cada vez se complejiza más.

Mes Internacional del Arándano

Por este motivo, y porque la industria en sus distintas facetas y realidades lo necesita, en el Mes Internacional del Arándano, que se realiza anualmente en agosto, se abordará de manera integral la etapa de postcosecha en el proceso de producción del arándano por parte de los más variados y reconocidos expertos y expertas de distintas disciplinas relacionadas, como Claudia Moggia, Jéssica Rodríguez, Paula del Valle, Reinaldo Campos y el profesor Bruno Defilippi, que analizarán el potencial de postcosecha, la frecuencia de cosecha, pérdidas de peso, firmeza, deshidratación, parámetros de calidad, tecnologías innovadoras para preservar calidad y condición de la fruta, firmeza en variedades, y un completo análisis de las tecnologías de poscosecha usadas en la actualidad, entre otros aspectos.

Además, en el evento internacional de agosto, una veintena de expertos internacionales abordarán en profundidad los más diversos e importantes aspectos relacionados a la industria global del arándano en sus manejos y cultivo, y lo relacionado a la demanda en los mercados mundiales.

 

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Fuente
Martín Carrillo O. – Blueberries Consulting

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