Temporada de arándanos 2019-2020: Salto en la producción y mayor foco en la calidad

El Comité de Arándanos estima que las exportaciones tendrán un alza de 4% en la temporada 2019-2020, con lo cual llegarán a las 115 mil toneladas, impulsadas por la entrada en producción de nuevas variedades y huertos.

A la espera del system approach para EE.UU.

Una de las dudas que siguen abiertas para esta temporada es si se alcanzará a concretar el acceso de los arándanos de las regiones de Ñuble y Biobío bajo system approach a Estados Unidos, ya que hasta ahora se les exige la fumigación con bromuro de metilo —al igual que a la producción proveniente de las regiones de Maule, O’Higgins, Metropolitana y de Valparaíso— para controlar la plaga de la Lobesia botrana, algo que es esperado por los productores y que permitiría incrementar la oferta de arándanos orgánicos.

“Teníamos la expectativa de que se moviera más rápido de lo que ha pasado, y estamos a la espera de que se publique para comentarios en Estados Unidos, porque está en esa etapa administrativa. Podemos esperar hasta el próximo mes, porque si no, para efectos de esas dos regiones, ya va a haber pasado la temporada”, comenta Andrés Armstrong.

Desde hace cuatro años, los socios de la exportadora Alfaberries —formada por cinco productores de la Región del Ñuble, que en conjunto suman unas 100 hectáreas plantadas— comenzaron con fuerza a renovar sus huertos de arándanos por variedades más productivas y que les permitan llegar en mejores condiciones a los mercados internacionales.

En 2018, además, pusieron en marcha una nueva planta de procesos que les permitirá comercializar hasta tres millones de kilos de fruta, con lo cual esperan crecer 54% respecto del año pasado y llegar a dos millones de kilos de arándanos, en una clara apuesta por seguir desarrollando este negocio.

“El panorama de precios más ajustados llegó para quedarse, pero si se logra producir 15 toneladas por hectárea con variedades nuevas, cuidando la calidad de la fruta, los arándanos siguen siendo un negocio más interesante que cualquier otra especie, fuera de las cerezas”, comenta el gerente de Alfaberries, Sebastián Domínguez.

Los cambios que han impulsado los socios de Alfaberries siguen la tendencia iniciada por las principales exportadoras de arándanos chilenas, que se han centrado en priorizar la calidad de la fruta y aumentar la productividad de los huertos para enfrentar la creciente competencia de países como Perú y México.

De hecho, las ventas de plantas del blueberry en los últimos cuatro años reflejan el dinamismo de la renovación, con un incremento de 71% entre 2014 y 2017, y un fuerte componente de nuevas variedades protegidas, que pasan a ser las líderes, donde se destacan TopShelf y BlueRibbon.

El recambio no solo se refleja en las plantaciones ya existentes. Según los datos de los últimos catastros del Ministerio de Agricultura, entre 2016 y 2019 se sumaron 2.500 nuevas hectáreas para esta especie, principalmente en la Región del Maule (ver infografía), mostrando que sigue al alza en el país.

Frente a ese escenario, si se mantienen las condiciones climáticas actuales, el Comité de Arándanos proyecta que las exportaciones de arándanos frescos en la temporada 2019-2020 marcarán un nuevo récord de 115 mil toneladas, equivalentes a 4% más que en la campaña anterior.

“Se espera que la producción se sitúe en 160 mil toneladas, de las cuales 115 mil se destinarán a la exportación en fresco, 41 mil se irían a congelado y cuatro mil se movilizarán localmente… Esto considerando que el comportamiento del clima reducirá el potencial productivo, por la menor acumulación de horas frío en el invierno y la seguidilla de heladas que se han presentado desde fines de agosto”, indican.

Hora de renovarse

Frente a la creciente oferta de arándanos de nuevos países productores, donde resalta Perú —que esta temporada prevé cosechar entre 110 mil y 125 mil toneladas, con lo que podría convertirse en el principal exportador mundial—, el esquema de negocios del berry ha cambiado a nivel global, ajustándose los precios y, al mismo tiempo, elevando las exigencias de calidad por parte de los importadores.

Por eso, uno de los puntos clave para que los productores chilenos puedan seguir siendo competitivos es aumentar la productividad por hectárea y tender a igualarla con los resultados que se obtienen en otros países productores.

“El nivel de producción promedio por hectárea en Chile está en torno a los nueve mil kilos, con lo que se hace muy difícil competir con otros países, pero si alguien produce 15 mil kilos por hectárea, está en plenas condiciones para hacerlo. Nosotros tenemos huertos en distintos países y cuando están en ese nivel de rendimiento son equiparables”, afirma Sebastián Carmona, gerente general de Carsol, que cuenta con más de mil hectáreas plantadas en Chile, Perú y Portugal.

Otro tema clave es la elección correcta de nuevas variedades para hacer el recambio que se necesita, ya que no solo deben ser más productivas, sino que también cumplir con los requisitos de calidad y sabor que buscan los mercados.

“El desafío que hoy tiene Chile es alinearse con las exigencias del mercado a través de la nueva genética. Es fundamental para mantener la competitividad y si no se da, va a ser muy difícil que la industria se mantenga en el largo plazo… Ahora, si logramos dar el salto, tenemos un futuro promisorio como complemento a la industria peruana, que está creciendo en forma importante”, plantea el gerente general de Hortifrut, Ramiro Soffia.

Calidad, el eje central

Al hablar sobre proyecciones de la industria de los arándanos, la palabra que más se repite es “calidad”, ya que a diferencia de la nueva oferta de otros países, Chile cuenta con una parte de la producción que corresponde a variedades más antiguas, que producen fruta que llega blanda a los mercados.

“El aumento de la producción mundial ha hecho más competitivo al mercado, dejando fuera a las variedades que no tienen los mejores comportamientos de poscosecha en cuanto a parámetros como la firmeza, que es uno de los principales problemas de las variedades antiguas más plantadas en Chile”, explica Jorge Andrés Varela, socio de la exportadora Agroberries, que también tiene operaciones en Perú y México.

El Comité de Arándanos dio a conocer hace algunos meses el nuevo Sistema de Calidad que impulsan, enfocado en reforzar los manejos en los huertos y la cosecha para favorecer la firmeza de los arándanos, mejorar las tecnologías de poscosecha, desincentivar las plantaciones de las variedades que no tienen buenos resultados y ajustar las normas de calidad.

“Se llegó a consenso que al menos 37 variedades serán eliminadas de la exportación en fresco, limitando el universo solo a aquellas que han presentado mejores resultados de calidad en términos de arribo de la fruta a los mercados”, informan en el Comité de Arándanos, que reúne a 50 exportadoras, las que representan el 78% de la producción nacional.

Además, esta temporada realizarán visitas a terreno con los productores durante la cosecha, para optimizar las prácticas de trabajo en los huertos y verificar que se estén cumpliendo las recomendaciones que buscan mejorar en calidad.

“El crecimiento de las producciones que hay en Perú, México y Marruecos es con variedades mucho más actualizadas, por lo que cambió el estándar de calidad. Para seguir en el mercado tenemos que adaptarnos y el aumento de las plantaciones y la renovación que se observa en Chile habla de que, para los que están haciendo los cambios, este sigue siendo un buen negocio y que siguen apostando por Chile como proveedor”, afirma el director ejecutivo del Comité de Arándanos, Andrés Armstrong.

Precios estables

Aunque nadie quiere aventurarse a proyectar precios exactos para los arándanos, las exportadoras coinciden en que se espera, en términos generales, una temporada similar a la anterior, donde la calidad y condición de llegada de la fruta van a ser cruciales para obtener mejores resultados.

“Es difícil proyectar precios, pero estamos esperanzados en que va a ser una temporada mejor que la anterior. Como empresa estamos haciendo grandes esfuerzos para mejorar nuestra calidad a nivel de huertos y en las cosechas, y por ahí pasan las expectativas de precios que podamos tener”, advierte Ramiro Soffia.

Otro de los cambios que ha traído la mayor oferta peruana es que los altos precios de las primeras semanas de cosecha han tendido a aplanarse.

“Esos peaks de precios en la etapa temprana y tardía de la temporada estaban relacionados con el desabastecimiento del mercado, pero hoy ya no se da y los precios altos se obtienen a través de la fruta de calidad. Como empresa, estamos enfocados en vender casi todo nuestro programa en supermercados, durante los 12 meses del año, y nosotros elegimos las transiciones entre países, lo que nos da un escenario de mayor estabilidad”, explica Sebastián Carmona.

En términos generales, Sebastián Domínguez, de Alfaberries, sostiene que esta temporada debería ser parecida a la anterior en Asia y Europa, con precios iguales o levemente más bajos, mientras que el desempeño de Estados Unidos estará marcado por los volúmenes disponibles en el mercado.

“Tener buenos arribos es muy importante hoy en el negocio del arándano. Si llegas a Estados Unidos cuando el precio está malo, con la fruta con problemas, incluso puedes tener pérdidas”, advierte.

Mercados interesantes

Al igual que en otras frutas, China se perfila como un mercado atractivo para los arándanos. Actualmente representa en torno al 10% de las exportaciones chilenas del berry y podría seguir creciendo.

“China, donde tenemos plantaciones, es un mercado donde queda mucho por explorar y desarrollar, sin descuidar al resto de nuestros clientes a nivel global”, asegura Ramiro Soffia, gerente de Hortifrut.

Además, se trata de un destino que valora el buen sabor de la fruta, donde Chile está bien posicionado como proveedor.

“Nuestros clientes nos preguntan cuándo vamos a partir para comprarnos a nosotros y dejar de comprar fruta peruana, lo que es bueno, porque significa que tenemos una ventaja”, afirma Sebastián Domínguez, gerente de Alfaberries.

Una novedad esta temporada es el sorpresivo cambio que se consiguió en las condiciones de acceso a India, luego de una década de negociaciones bilaterales, lo que permitirá el ingreso de arándanos chilenos sin fumigarlos con bromuro de metilo.

“No teníamos previsto hacer actividades de promoción en ese mercado, pero tiene un potencial muy grande, aun cuando está atrasado en términos de canales de comercialización”, proyecta Andrés Armstrong.

El atractivo orgánico

Al cierre de la temporada pasada, las exportaciones chilenas de arándanos orgánicos sumaron cerca de 13.500 toneladas, lo que representa en torno al 12% de los envíos totales de esta fruta, y un aumento de 34% respecto de la temporada 2018-2019.

El crecimiento responde al mayor consumo de los blueberries orgánicos en EE.UU. principalmente, donde hubo crecimientos de 25% en las ventas en los últimos tres años, y que solo el año pasado registraron un alza de 48%, según los datos del Comité de Arándanos.

De hecho, en el caso de Hortifrut, el 85% de las 750 hectáreas plantadas en el país son orgánicas, aun cuando una parte de esa producción no se puede enviar con esa certificación por las limitaciones asociadas al control de la plaga Lobesia botrana.

“Para nosotros, el crecimiento en estos últimos años se debió un poco al vacío que se generó por de este bloqueo, por lo que el crecimiento en la IX y X Región fue bastante fuerte… Eso nos ha traído algunas complicaciones comerciales, porque se nos ha concentrado más de la cuenta el volumen de orgánicos en ciertas semanas, ya que el 90% va a EE.UU.”, comenta Ramiro Soffia.

Fuente
El Mercurio Campo

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