World Resources Institute: “Para 2040, de seguir las cosas como están, Chile debería importar agua…”
Humedales, lagunas y otros ambientes ecológicos formados alrededor del agua se han secado o han bajado sus niveles en forma considerable…
Según los organismos internacionales de medición, Chile es uno de los diez países más afectados por el cambio climático a nivel mundial, y se encuentra con diagnóstico reservado en materia de agua, ya que tanto la carencia de este recurso como su mala distribución es una realidad que afecta a la totalidad del país.
El World Resources Institute (Instituto Mundial de Recursos Naturales), ha señalado a Chile como uno de los lugares más altos de estrés hídrico del planeta y vaticina que para el 2040, de seguir las cosas como están, Chile debería importar agua dulce para abastecer las necesidades de su población.
Esto puede parecer de ciencia ficción, porque siempre se ha vivido en el convencimiento que Chile tiene agua en abundancia y que cuenta con las mayores reservas de agua dulce del mundo, pero según el organismo internacional esto no es efectivo.
El informe plantea que si las empresas no hacen una previsión adecuada respecto al uso de este recurso, si no invierten en infraestructura o nuevas tecnologías, si no se renuevan las redes de distribución, si no hay una educación ambiental para la conservación del agua, y si además, para las faenas mas consultivas de agua como es la minería, no se opta por métodos como la desalinización masiva de agua de mar, el país tendrá muchos problemas para abastecerse de agua. Problemas más parecidos a los de algunos países desertificados de África, o del Medio Oriente, que a los de América Latina, que es donde se supone que Chile pertenece al mapa verde de la región, lo que al parecer no es así, según el World Resources Institute.
Felipe Martin, gerente de la empresa chilena MAS Recursos Naturales, plantea que ya se siente esta realidad, observándose un 20% menos de precipitaciones de aguas lluvia como promedio nacional en los últimos años, con algunos índices extremos como Valdivia, que es una ciudad de abundante lluvia y que sin embargo a esta fecha tiene un 60% menos de precipitaciones.
Humedales, lagunas y otros ambientes ecológicos formados alrededor del agua se han secado o han bajado sus niveles en forma considerable, para lo cual el ejecutivo de la consultora chilena plantea que hay que avanzar en sistemas de infiltración artificial, o de alimentación de agua para que estos distintos ambientes ecológicos se mantengan en el tiempo y no desaparezcan.
“Estamos atrasados en cincuenta años” plantea, y manifiesta que faltan políticas de adaptación, porque “lo que hay que hacer es adecuar la institucionalidad al cambio climático”, asegura, y al respecto informa que se está elaborando un plan para crear una Subsecretaría que centralice los esfuerzos e iniciativas y que coordine las acciones de los distintos ministerios, “sobre todo el de Medio Ambiente”, recalca.
Felipe Martin plantea que una de las medidas que se debe adoptar en el tema del agua es que cuando en invierno la agricultura no usa el recurso, se derive mediante canales a otros destinos en donde sea más necesaria.
“Nos damos el lujo de verter al mar el 84% de nuestros recursos hídricos” plantea y asegura que la cantidad de agua que se pierde en el sur, que es el lugar más abundante en este recurso, se podría trasladar al norte, en donde existe la mayor carencia, mediante canalizaciones o redes de traslado, porque “la agricultura ocupa el 70% de los recursos hídricos, por lo que hay que avanzar en infraestructura, trasladando el agua desde zonas en que ya no se ocupa a otras en que se necesita”, argumenta, y finaliza diciendo que esta iniciativa debe ir acompañada de un gran plan de mejoras estatales, ya que los agricultores no tienen capacidades de financiamiento para regar durante el verano y derivar sus recursos durante el invierno a otros sectores tan lejanos.
Fuente: Martín Carrillo O. – Blueberries Consulting
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