10 Tendencias para el futuro del arándano en el Perú

La producción de arándano crece a paso de gigante en Perú. A poco de convertirse en la nueva estrella de la agroexportación en el país, el fruto enfrenta aún varios retos técnicos y comerciales.

  •  Perú se consolidará como país abastecedor en el Hemisferio Sur

En 2016 se espera que unas 1.000 hectáreas se sumen a las 2.000 existentes del cultivo, según estima Carlos Gereda, gerente general del vivero Inka’s Berries, cuya producción de plantines cubre el 70% del área instalada. De las hectáreas nuevas, 800 ha se instalarán en la región de La Libertad, específicamente en el Proyecto Especial Chavimochic, los alrededores de Chiclayo y el resto en el Proyecto Especial Olmos Tinajones (están sembrando Agroindustrial Beta, Talsa y Agrovisión). En 2018, la superficie llegaría a 5.000 ha y en 2023, entre 8.000 y 9.000, añade. En volumen, la Asociación de Productores de Arándanos del Perú (Proarándanos) estima que en 2016 alcanzaría las 20.000 toneladas (considerando una productividad promedio de 10 ton/ha). Sergio del Castillo, gerente del gremio, informa que hasta noviembre pasado se exportaron 8.179 toneladas, que no descarta podrían convertirse en 12.000 al cierre de la temporada, entre fines de febrero y principios de marzo. En este contexto, Perú estaría a un paso de alcanzar en volumen a Argentina, cuya capacidad productiva oscila entre las 20.000 y 22.000 toneladas, algo difícil de predecir debido al impacto de lluvias y granizos en las condiciones argentinas. En efecto, la temporada pasada exportó 14.800 toneladas, según reportó el Comité de Arándanos de ese país. Así, Perú quedaría sólo detrás de Chile en el mapa de mercados productores en el Hemisferio Sur y podría alcanzarlo. “Si Perú va a tener 5.000 ha en dos años y en 5 o 6 años tiene 15.000 ha, podría estar produciendo lo mismo que Chile (96 mil toneladas) en ese plazo”, dice Sebastián Ochoa, gerente técnico y de producción de SB Berries, firma chilena que opera en Perú bajo un joint venture con Agrícola Cerro Prieto. La oferta peruana no competiría con la chilena, afirma Lucía Corbetto gerente general de SB Berries. Por el contrario, la complementaría, dice. Aun así, deberá medirse con su calidad (y menor acidez), especialmente durante los meses que entrarían juntas al mercado, de noviembre a febrero

  • Se diversificará la oferta varietal

Aunque hoy Biloxy (variedad libre) lidera las plantaciones (representa el 95% del área instalada y de los pedidos de plantines, según Gereda), en los próximos años nuevas variedades comenzarán a cultivarse en Perú. Ya se está plantando Ventura y Emerald, de Fall Creek Farm & Nursery, y Snow Chaser y Spring High, del vivero Sunny Ridge. De esta casa también se está probando Scintilla y Millenia. Además, los compradores y comercializadores internacionales Dricoll’s y Hortifrut, a través de empresas productoras socias, están instalando variedades de la empresa australiana Costa. “Va a haber una variación en el modelo de negocio, que va a centrarse en la exploración y la sustitución de los mismos campos con variedades nuevas”, pronostica Miguel Bentín, gerente general de Valle y Pampa, con 46 ha en operación, de las que 10 ha fueron sembradas con Emerald el año pasado. Federico Beltrán, gerente general de Terra Business, asegura que la mayor especialización en el negocio y el progresivo posicionamiento de Perú en la industria arandanera global ha propiciado la inversión en genética desarrollada para condiciones locales. Inka’s Berries está trabajando en esa línea. En los próximos dos años proyecta concluir un estudio que promete crear una variedad peruana y mejorar el sabor de la Biloxy. Lo están desarrollando a través de un programa de representación de 5 selecciones y 5 familias de la Universidad de Georgia.

  • Los precios van a reducirse, pero el negocio continuará siendo atractivo.

El hecho de que Perú logre producir y colocar más del doble de toneladas que en 2015, repercutirá en los precios, analiza Gereda, para quien el volumen llegaría a 25.000 toneladas. “Este año no ha habido una disminución respecto a 2014 porque todavía tenemos pocos kilos”, dice y apunta que el promedio fue US$9,4 FOB/kilo. En 2014, fue US$9,5 FOB/kilo. “Este año tenemos que ver cuál es el impacto de la industria arandanera peruana en el mercado mundial”, dice. Al respecto, Beltrán estima que en el mediano plazo (4 o 5 años) los precios serán “mucho más conservadores” (US$6 u 8 FOB/kilo) que los actuales (esta temporada llegó a topes a US$20/kilo FOB). En SB Berries también reconocen que tarde o temprano el precio disminuirá, aseguran, teniendo en cuenta la experiencia chilena. “Las ventanas se van cayendo. El sur de Chile llegó a tener precios de entre US$12 y 15/kilo de retorno neto a productor hace unos 15 años atrás. Ahora retorna a US$5/kilo, pero la parte baja de la curva retorna a US$3/kilo, y sigue siendo interesante. Quizá en Perú no van a ser los US$12 y US$15/kilo que son ahora en agosto, septiembre y octubre, pero pueden ser US$4 o US$5/kilo de retorno neto a productor”, dicen. Dos variables paliarán el efecto a la baja y seguirán alentando la inversión: el crecimiento constante de la demanda global y el desarrollo de la calidad. “Este es un negocio con mercados nuevos por explorar y con mercados maduros pero con un crecimiento de la demanda que no los hace parecer maduros”, afirma Bentín. En ese sentido, Beltrán advierte que la clave es aprovechar los precios altos para desarrollar know how propio para Perú, esmerándose en elevar la calidad de la fruta.

  • Aún se desconoce la durabilidad de la planta.

Si bien en Perú las plantas entran en producción al año (lo usual en otras zonas es que demoren 3 años), no se sabe cuándo dejarán de ser productivas. En Chile, cuentan en SB Berries, hay plantas que fueron plantadas en los noventas que todavía producen más de 20 Ton/ha. “Eso no sabemos si va a pasar en Perú de manera consistente. Es una incógnita”, afirman. En efecto, según contó a Redagrícola un especialista que pidió no ser identificado, en Perú se ven plantas “reventadas” como consecuencia de una cosecha que se prolonga de julio a diciembre. Además, un alto porcentaje no está llegando a niveles productivos que permitan mantenerse competitivos en el mediano y largo plazo, afirmó la fuente. Al respecto, estimó el rendimiento exportable de los predios se distingue en tres segmentos: un tercio oscila entre 4 y 5 Ton/ha; otro, 10 Ton/ha; y el último rodea las 15 Ton/ha. Para la fuente, éste último tercio supone un “buen nivel comercial”.

  • La temporada peruana se posicionaría de Agosto a Febrero.

Si bien la época de mejores precios para el arándano peruano en el Hemisferio Norte es de agosto a fines de noviembre, Perú seguiría exportando hasta febrero. “El período de cosecha es bastante extenso (5 a 6 meses) a diferencia del comportamiento de las variedades en el hemisferio norte (1 a 2 meses). Por esta razón, tendremos presencia en gran parte de la temporada del hemisferio sur, con mayores retornos entre septiembre y diciembre”, dice Beltrán. Esta posición enfrentará la producción peruana a la chilena, sobre todo la de grandes productores, apunta Gereda, señalando que los chicos buscarán concentrar sus cosechas. En esa dirección mira Bentín, que dice que le gustaría reducir la campaña de 150 días a 120. En tanto, la temporada chica de marzo seguirá ligada a compromisos comerciales específicos. Este mes la producción de México ingresa a EE.UU., favoreciendo a los exportadores aztecas por su cercanía a destino.

  • Tres modelos de negocio se están desarrollando en torno al arándano

Por un lado, están los independientes, dueños de tierras, productores y exportadores, como Valle y Pampa, cuya inversión en el Berry asciende a US$2 millones, de los que 50% financian a través de un fondo suizo de sostenibilidad (poseen la certificación Rainforest Alliance). El resto, lo costean con recursos propios. También existen los joint-ventures entre productores locales y firmas comercializadoras extranjeras, como SB Andina, integrada por SB Berries y Cerro Pietro. La primera, de origen chileno, brinda asesoría técnica desde el campo hasta el embarque en puerto y la comercialización. Este es el caso también de Inka’s Berries, que se lanzó a la producción el año pasado y se asoció con la chilena Carsol Fruit S.A en la gestión comercial de la fruta. Si bien hasta ahora las comercializadoras se han asociado para impulsar proyectos grandes, de más de 100 ha, han comenzado a pensar en entablar alianzas con productores medianos, dueños de entre 30 y 50 ha. En este segmento podrían ingresar varios supermercados estadounidenses, que según supo RA están buscando socios locales. El tercer modelo de negocio parte de una relación de confianza con el productor al que un comercializador global le otorga derechos de exclusividad sobre variedades propias. En esta relación están involucrados los compradores internacionales de la comercialización de frutas, como Driscoll’s y Hortifrut. La primera es socia de Arato Perú S.A y HassPerú y la segunda, de Talsa. Además de las condiciones agronómicas de la costa peruana, dos variables más atraen a los inversionistas al Perú en este momento: la madurez del negocio, que hace que insumos de embalaje como los clamshells estén disponibles en el país y no haya necesidad de importarlos y el costo de la mano de obra menor al de Chile o Argentina.

  • La calidad del agua seguirá siendo una gran limitante.

Sebastián Ochoa, de SB Berries, explica que aunque a menudo el agua posea una conductividad eléctrica baja, contiene sales fitotoxicas como los cloruros, que afectan al cultivo. “Debes saber que pueden estar. Un miliequivalente de cloruro levanta la conductvidad en 0,1. Entonces, puedes tener 5 meq de cloruros, que representan 0,5 decisiemens (dS) de conductividad eléctrica, que a ojos de cualquiera sería bajo (en términos de conductividad eléctrica), pero estás intoxicando a la planta con ese nivel de cloruros en el agua de riego” advierte el técnico. Ante ese problema, indica que la solución en primera instancia es realizar antagonismo iónico con otros elementos, precisa. En segunda instancia, si el nivel de sales supera niveles que se puedan manejar, se puede hacer osmosis inversa. Es necesario poner en la balanza el costo-beneficio de esta solución, ya que demanda una inversión de entre US$70,000 y US$150,000, más del doble de lo que supone la inversión inicial promedio en el cultivo por ha (US$30,000). “Depende del volumen a regar y qué conductividad eléctrica tenga el agua y cuánta sal le quieras sacar”, dice Ochoa. Otro problema que devendría en un desafío es la insuficiente disponibilidad hídrica en las tierras de Olmos. La dotación de agua entregada allí sólo alcanzaría para cubrir con frutales un 60% de la superficie de cada lote, observa la fuente que prefirió no ser identificada. Ante esto, amplía, los productores estarían evaluando la posibilidad de mezclar el recurso hídrico presurizado proveniente de la sierra con las aguas de las napas subterráneas, aumentando la conductividad eléctrica, pero sin afectar al cultivo.

tabla

  • Perú mejorará el acceso a EE.UU. Y se abrirían nuevos mercados, como China.

El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) está trabajando junto a Proarándanos en la puesta en marcha de un programa de pre-embarque con fumigación en origen para envíos aéreos a EE.UU., mercado que compra el 45% de la fruta. Según informó Sergio del Castillo, el tratamiento permitiría ampliar los accesos en la costa este y oeste, ya que hoy sólo se puede exportar por Filadelfia. En un inicio, el tratamiento sólo se efectuaría en el puesto cuarentenario del Senasa en Salaberry (Trujillo), ya que este es el único en el país que cuenta con cámaras para bromuración certificadas, indicó. El primer proyecto piloto arrancaría con la próxima campaña. También se está trabajando en el acceso a China, a la que Beltrán califica como “el mercado natural del Perú”. ¿Cuándo será China el mercado principal? “Probablemente en tres o cinco años, con variedades que permitan tener arribos adecuados y que tengan las características que los consumidores quieran. Hoy se exporta a Hong Kong lo que hay”, sostiene. De aprobarse este año el Análisis de Riesgos de Plagas (ARP), durante la próxima campaña autoridades fitosanitarias chinas visitarían campos de arándanos, lo que podría devenir 60 días más tarde en la apertura, explica Del Castillo. En Asia, también se busca abrir Japón, Corea, India, Malasia e Indonesia, que son plazas de precios altos. Además, a los exportadores les interesa llegar a Brasil. “Tiene producción interna en el sur, pero no en la época de Perú. Nos interesa porque es un gran mercado”, dice el gerente.

  • En el mediano plazo, cuando la infraestructura vial lo permita, las empresas exportadoras acoparán arándanos de la sierra.

Beltrán estima que la consolidación de los productores medianos y grandes virará su mirada hacia los Andes, permitiendo el desarrollo de un nuevo modelo de negocio para el arándano, que involucre a los pequeños agricultores. De apostarse por la sierra, la zona de Caraz (Áncash) se convertiría en el polo productivo por excelencia, estima Bentín. Allí se han instalado Intipa Foods y Agrícola Athos, las únicas dos grandes exportadoras de arándano ubicadas en la sierra. Aun así, existe potencial para el fruto en decenas de valles interandinos, cuenta Beltrán y explica que recorrió 52 entre 2007 y 2010 para confirmarlo. No obstante, para Gereda – como para el resto de las fuentes consultadas – el arándano no es un cultivo para pequeños productores independientes. En su caso, observa tres razones: requiere una alta inversión inicial, formación técnica profesional y área suficiente para que el cultivo sea rentable. Obtener el área es difícil, no sólo porque la propiedad está fragmentada, sino por su precio, argumenta. “Cualquier empresa que quiere hacer un proyecto tiene que conseguir mínimo 50 ha, pero la tierra es cara porque se ha minifudizado”, sostiene.

  • Las exigencias en sanidad reacomodarían al sector de viveros.

La detección del hongo Naohidemyces vaccinii (roya) en plantas de arándanos importadas por Fall Creek Perú SRL en noviembre pasado ha puesto el foco en la manera de operar de los productores de plantines locales, opina Gereda. “La enfermedad se puede manejar. No es que nos vaya a hacer demasiado daño, pero no existía en arándano (en Perú). Entonces, siembra la duda”, dice y plantea: “Si estas plantas son importada, ¿qué pasa internamente?”. Explica que aunque no existen certificaciones para viveros en el país, tras la alerta cada empresa deberá garantizar la sanidad de sus plantas. En su caso, explica que cada semana envían muestras de plantines a analizar al Senasa. Redagrícola consultó a Beltrán, quien es representante del vivero estadounidense Fall Creek Farm & Nursery, sobre la detección del hongo. El gerente indicó que sólo la compañía puede brindar declaraciones al respecto.

Resultados de dos variedades

Emerald: En las 10 ha que maneja, Valle y Pampa SA obtuvo fruta firme, con calibres uniformes grandes (18-22 mm) y bayas con buena herida de cosecha, además de buen sabor, conto Bentín.

Ventura: Beltrán explica que esta variedad resulta ser precoz y productiva, con fruta firme de buen calibre. Su potencial productivo oscila entre 5 y 10 Ton/ha, el doble de Emerald, compara. No obstante, es sensible a las condiciones químicas del suelo y el agua.

MAJES ¿Cuál es el potencial?

Aunque los productores no estén haciendo proyecciones en Majes, se sabe que el frío de las pampas del desierto arequipeño permitirían mejorar los grados Brix, con índices de acidez menores a los que se obtienen hoy en la costa.

_____________________

Hoy Perú es el segundo productor del Hemisferio Sur después de Chile en superficie. Creo que en 2016 Perú también será segundo en volumen. Uno de los indicadores que vemos es que muchas de las empresas que fueron a invertir a Argentina en los últimos diez años, hoy están acá o están viniendo”. Federico Beltrán, gerente general de Terra Business.

“¿Qué buscamos? Mejorar sabor. El sabor de la Biloxy ha sido observado. Hay que subir el dulzor y bajar un poco la acidez. Eso nomás, porque a nivel productivo es muy buena, es rústica, no muy susceptible a plagas y tiene muy buena precocidad”, dice Carlos Gereda, gerente general de Inka’s Berries, sobre el programa de desarrollo genético que ejecutan con variedades de la Universidad de Georgia”.

Lo único que sabemos del arándano del Perú es que es un cultivo viable. Cómo va a ser protagonista (en la canasta agroexportadora) eso está por verse”. Miguel Bentín, gerente general de Valle y Pampa y presidente de proarándanos.

Los precios han ido bajando de 2013 a 2015. La realidad está diciendo que bajan los precios y que van a seguir bajando”, Sergio del Castillo, gerente general de Proarándanos.

SB Berries forma parte del Holding SB Group. En Perú opera como SB Andina, en joint venture con Agrícola Cierro Prieto.

De viveristas a productores. El año pasado Inka’s Berries se lanzó al negocio de la producción en asociación con la firma comercializadora Carsol. El proyecto consiste en la instalación de 250 ha, de las cuales 85 serían sembrada este año. En 2016 proyectan cosechar y exportar sus primeras 100 toneladas, ya comprometidas para Europa y Escandinavia.

Fuente: Revista Red Agrícola

Articulo anterior

Artículo siguiente

ARTÍCULOS RELACIONADOS

¿Producir arándanos en maceta o en bolsa?
Las ventajas de tener acceso a los datos que permiten a su organización ...
Lograr el máximo potencial de las nuevas variedades de blueberries: Mace...