Disponibilidad para el agro: El agua escasea esta temporada

* La III y IV Región tienen agua asegurada, pero Maule está más complicada. Los expertos llaman a ahorrar en la distribución para el verano. Se espera que las luvias lleguen en junio.

Aunque los agricultores siguen a la espera de lluvias, para paliar el déficit de los primeros cinco meses de este año, los especialistas proyectan que solo llegarían con más fuerza a la zona central en junio, sin la seguridad de que sean suficientes para cubrir lo que ya no cayó en el otoño.

A diferencia de otros años, la retirada de las costas del Océano Pacífico del fenómeno de La Niña -que explicó las condiciones frías del primer trimestre-, ha dado paso a características neutrales para el invierno, que hacen más difícil predecir si las lluvias serán escasas o abundantes, como también la caída de nieve.

El último informe de la Dirección Meteorológica de Chile, con pronósticos para mayo, junio y julio, dice que entre las regiones Metropolitana y del Biobío habrá lluvias bajo lo normal, y entre Coquimbo y Valparaíso podría haber precipitaciones normales, al igual que en La Araucanía.

En el sur, en tanto, serían volúmenes normales entre Los Ríos y Aysén, y más de lo normal en Magallanes.

«Este pronóstico no mide eventos puntuales, sino que las condiciones generales, y vemos condiciones de lluvias bajo lo normal para la zona central, lo que no son buenas noticias para recuperar el déficit que ya existe«, explica la especialista de la Sección Meteorología Agrícola de la Dirección Meteorológica de Chile, María Carolina Vidal.

Desde la Región Metropolitana al norte, el déficit actual de lluvias es de 90% respecto de un año promedio, lo que baja hacia el sur, con niveles 70% y 50% menores a lo normal en O’Higgins y Maule, respectivamente, y condiciones normales desde Biobío al sur.

«En los embalses, la condición de pronósticos bajos de precipitaciones no va a ayudar mucho a tener condiciones para que aumente el superávit o su recuperación«, dice Vidal.

Por eso, se advierte que para la próxima temporada de riego será clave una buena distribución de las aguas entre los agricultores y el ahorro.

Embalses deficitarios

Si bien es muy temprano para asegurar cuál será la condición final de los embalses para la temporada de riego, los especialistas coinciden en que las lluvias y acumulación de nieve que se esperan para el invierno servirían para mantener los niveles actuales, pero no para recuperar sus niveles promedio históricos.

Según la Dirección General de Aguas (DGA), en conjunto tienen un déficit de 38% en relación con sus promedios, donde las mayores bajas se dan en embalses mixtos -que se dedican al riego y la generación-, con niveles 61% menores a lo normal. Pese a eso, en un informe dicen que los embalses que solo se destinan al riego tienen un superávit de 45%.

El jefe de la División de Hidrología de la DGA, Javier Narbona, advierte que el déficit podría revertirse en algunos casos, porque no faltan volúmenes de agua tan grandes.

«Desde el punto de vista del riego, lo importante es que los grandes embalses más favorecidos, que tienen reservas para más de un año, son los de la III y IV Región. En esas zonas no tienen problemas«, dice, y resalta que ese resultado tiene que ver con la gestión de las juntas de vigilancia y usuarios.

En Maule y Biobío la situación es más compleja para Laguna del Maule y Lago Laja, que necesitarían de al menos tres años con lluvias normales para volver a sus promedios.

Planificar

Aunque las proyecciones hablan de un invierno con lluvias bajo lo normal, que podrían llegar a revertirse, debido a lo impredecible que son los años neutrales, los especialistas llaman a que los agricultores se organicen y enfoquen en el uso eficiente del agua para no tener problemas en el verano.

«La organización es clave. No siempre está la posibilidad de guardar agua, pero sí de usarla mejor, y en eso las organizaciones de usuarios son clave«, comenta Javier Narbona.

Fernando Santibáñez, director del centro Agrimed de la U. de Chile, considera que es un año para ser precavidos. «En años como este se requiere de una buena programación. La recomendación es partir la temporada de riego muy austeros, y ponerse en el peor escenario, porque es un año donde los productores van a estar al límite con el agua«, dice.

Advierte que las zonas que podrían pasar por períodos más críticos en la época de riego serían Valparaíso, que no tiene embalses, y Maule.

Sin embargo, desde la DGA, Javier Narbona insiste en que todavía existe un espacio para ver qué va a pasar en los próximos meses, por lo que no hay que ser pesimistas.

Fuente: Revista del Campo

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